Días agridulces para Samsung los de esta semana. Justo ayer tocaba salir a la palestra a dar detalles sobre qué ocurrió con el Galaxy Note 7 tras haberlo retirado del mercado, algo que tuvo un impacto reputacional y económico, aunque al parecer aún así Samsung ha logrado unos resultados trimestrales relativamente positivos.
Lo que se destaca concretamente en el informe del cuarto trimestre de 2016 es que Samsung ha registrado su mayor salto en beneficios trimestrales globales de los últimos tres años, subiendo un 50% con respecto al mismo momento del año pasado. Como solemos ver, una vez más son los semiconductores los que tiran del gran carro y en los móviles vemos unos datos no demasiado negativos para el golpe que supuso el recall del Note 7, aunque éstos ya se vieron en el anterior balance.
El podium para los componentes, una vez más
Hablando de las cifras globales (sin tener en cuenta divisiones), los beneficios operativos ascienden a unos 7.920 millones (unos 7.400 millones de euros) de dólares de unos beneficios totales de 44.600 millones de dólares (44.000 millones de euros) en el cuarto trimestre del pasado año. En cuanto a todo 2016, han registrado unos ingresos de 170.000 millones de dólares (160.000 millones de euros) y unos beneficios operativos anuales de 25.000 millones de dólares (23.000 millones de euros). Unos números que muestran un crecimiento discreto con respecto a los del año pasado.
La estrella de nuevo es la división de semiconductores, concretamente los componentes (pantallas y chips), con 4.200 millones de dólares (4.000 millones de euros) de beneficios operativos trimestrales y un total de 13.000 millones de dólares (12.000 millones de euros) en ingresos. Estos beneficios operativos representan un crecimiento en torno al 57% con respecto a los del cuarto trimestre de 2015, con un impacto positivo procedente de la fortaleza del dólar frente al won coreano.
Así, destacan las ventas de memorias y pantallas, éstas sobre todo de alta gama (OLED y UHD de gran tamaño). En este sector esperan que haya una alta demanda de SSD de alta capacidad incluyendo los NVMe de hasta 256 GB y detallan que durante este primer trimestre del año intensificará la fabricación de los chips de 10 nanómetros para smartphones.
La división móvil: un susto con air-bags
Los beneficios operativos se reducen casi a la mitad cuando hablamos de móviles y comunicaciones. En esta división se registran unos ingresos trimestrales de 20.000 millones de dólares (19.000 millones de euros) y unos beneficios operativos de 2.100 millones de dólares (2.000 millones de euros). Aunque pese a haber registrado una reducción en las ventas con respecto al cuarto trimestre de 2015, los beneficios son ligeramente mayores.
De manera histórica ésta tampoco ha sido una sección que haya empujado como la de componentes, sino más bien lo contrario, por lo que sumando a esto lo sucedido con el Note 7 no se esperaba ver un resultado especialmente favorable. No obstante, pese al impacto económico de los recalls el descenso en ventas se queda en un 2% con respecto al final de 2016, si bien los beneficios han caído un 60% con respecto a aquel momento.
Aquí los que han hecho de colchón y salvavidas son los buques insignia, los Galaxy S7 y S7 Edge, y las gamas bajas y medias (Galaxy A y J). Samsung aquí es algo parca en detalles y se queda en un "registra ganancias" cuando habla del balance en estas series de productos, logrando crecer en ingresos con respecto al año anterior.
Según el fabricante, la demanda de tablets y smartphones creció como es habitual en este cuarto trimestre debido al componente estacional. Y en cuanto a los planes de Samsung para 2017 en los móviles siguen primando el diseño y lo "premium", con la futura incorporación de la resistencia al agua y al polvo y el lector de huellas en las gamas menores que aún no lo integran.
No menciona a en concreto a Bixby, el que sabemos que será el nuevo asistente propio del fabricante, pero sí habla de futuros productos basados en AI en sus buques insignia. Enfatizan, además, que habrá nuevas medidas preventivas en los controles de calidad y de seguridad, algo de lo que también hablaron ayer en la conferencia sobre el Note 7 con ese nuevo test de ocho pasos.
Un futuro de pantallas curvas y flexibles
En cuanto a la fabricación de pantallas la marca sale bien parada gracias a una demanda favorable y a los esfuerzos en reducir costes, con unos ingresos trimestrales de 6.400 millones de dólares (5.900 millones de euros). Aquí mencionan un horizonte de paneles OLED flexibles y televisiones curvas con marcos ínfimos.
Se muestran optimistas con la demanda de televisores UHD de gran tamaño durante este año, durante el cual se centrarán en potenciar su nueva marca QLED y las nuevas líneas de electrodomésticos (los Family Hub y las lavadoras y secadoras Flex) que vimos en el CES '17. Por otro lado, los ingresos en la división de electrónica de consumo bajaron con respecto al cuarto trimestre de 2016, notando que la demanda se mantenía en los mercados más potentes y bajaba en los emergentes.
Empezando el año con mejor pie de lo esperado
Así, este primer trimestre no suele ser de manera histórica muy favorable en cuanto a ventas según el fabricante, que espera unos primeros tres meses con "una baja demanda de smartphones y tablets" con componente estacional (que no en lo referente a memorias) y una bajada de los ingresos con respecto a este trimestre. De hecho, recientemente sabíamos que el S8 (o los S8) no serán presentados en el Mobile World Congress que es a finales de febrero, por lo que lo veremos más bien a finales de este primer trimestre, en el que además habrá según sus cálculos un mayor gasto para las promociones y el marketing de las series J y A.
De este modo, el pico de ventas de los S8 vendría algo más tarde y probablemente tengamos que esperar al segundo balance trimestral de 2017 para ver qué tal se venden. De éste se quedan con que el impacto de la crisis del Note 7 ha sido suavizado en cierto modo gracias a las ventas de otros productos, sobre todo de otras divisiones.
¿Y qué hay en el futuro? Tras una realidad virtual ya consolidada como uno de los mercados tecnológicos, desde hace unos meses lo que se lleva la atención es la inteligencia artificial (lo vimos de hecho hace poco con los nuevos U de HTC) y en Samsung no iban a ser menos. Como decíamos hablando de móviles, en la quiniela de los coreanos para este año figura el centrarse en integrar más inteligencia artificial en sus productos, previendo que será el factor diferencial en el mercado móvil.
A pesar de que se espera que el mercado de los smartphones crezca poco ese año, los nuevos servicios como la inteligencia artificial serán el factor diferencial.
Para los paneles OLED consideran que las pantallas flexibles acaben siendo tendencia y que en los smartphones veremos nuevos diseños y usos (¿será una pista de lo que veremos en un par de meses?). En cuanto a la división de semiconductores se muestran confiados esperando un gran crecimiento en parte debido a la previsión de una alta demanda en cuanto a los chipsets para el sector del automóvil y los negocios relacionados, de nuevo, con la inteligencia artificial.
A medio-largo plazo, basándonos en el cambio de paradigma en la industria desde el crecimiento del Internet de las Cosas, la inteligencia artificial y la automoción autónoma, se espera que la nueva demanda facilite un crecimiento en el negocio de los componentes.
Más información | Samsung
En Xataka | Las ventas del Galaxy S7 llevan a Samsung a su mejor trimestre en los dos últimos años
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