En 1930, Keynes predijo que, un siglo más tarde, las personas trabajarían 15 horas a la semana. Aunque la realidad presente diste mucho de aquel pronóstico, lo cierto es que, a menos de una década para llegar a 2030, la reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales está en plena discusión y en el Foro de Davos celebrado en junio de este año ya se debatió sobre los beneficios que tendría la implantación de la semana laboral de 4 días.
Una reducción muy estudiada. Entre las ventajas se encuentran una mejora del bienestar de los trabajadores, mayor conciliación de la vida laboral y personal, menor contaminación y mayor productividad. Para comprobar cuánto hay de cierto, a lo largo de estos años se han llevado a cabo ensayos por todo el mundo, siendo el más conocido el que se realizó en Islandia entre 2015 y 2019, considerado un éxito.
Si bien es cierto que la idea es reducir la semana laboral de 40 a 32 horas, en Bélgica desde febrero de este año es posible trabajar 4 días a la semana, pero sin reducción de horas o salario. No obstante, tanto los ensayos que hay planificados para 2023 como las empresas que ya han adoptado esta medida, persiguen el mismo objetivo: fin de semana de tres días sin reducción salarial.
Ensayos en España. Este debate también ha llegado a nuestro país. Este verano, el Ministerio de Industria realizó un plan para subvencionar a más de 100 pequeñas y medianas empresas que quisieran comprobar cómo afecta la semana laboral de 4 días en su actividad. Además, el pasado mes de septiembre, Joan Ribó, alcalde de Valencia, se reunió con los presidentes de la Cámara de Comercio y de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana para proponerles experimentar esta reducción horaria durante el mes de abril de 2023. La idea, según el consistorio, es la siguiente: ya que en ese mes hay tres lunes festivos, mover el día no laborable de San Vicente Ferrer, que cae en domingo, a otro lunes más.
La Comunidad Valenciana, por delante. Esta prueba se suma al plan aprobado por la Generalitat, que echó a andar el pasado mes de agosto, mediante el cual se pretende fomentar la reducción de la semana laboral de cinco a cuatro días, sin recorte salarial. Este programa público ofrece subvenciones durante los próximos tres años para aquellas empresas que decidan adherirse a él. Concretamente, en el primer año, el 100% del día reducido será compensado, mientras que en el segundo la compensación será del 50% y en el tercero del 25%. El objetivo, según Enric Nomdedéu, secretario de Empleo de la Generalitat, es “recompensar la diferencia” ante las posibles dificultades que puedan tener las empresas.
Diferentes opiniones. No obstante, así como el teletrabajo se está reduciendo mientras que en otros países aumenta, la semana laboral de cuatro días parece que no se establecerá con facilidad en España. La primavera pasada, mientras que la organización Four Day Week Global preparaba un ensayo para testar esta reducción de la jornada en doce empresas de Estados Unidos y Canadá, el presidente de la CEOE Antonio Garamendi aseguró que se trataba de un debate "para ganar las elecciones". Por su parte, CCOO y UGT no se cierran a esta medida, y consideran que habría que realizar un estudio de los convenios colectivos de ámbito sectorial para saber en cuáles se podría aplicar.
2023, año clave. Por otro lado, el próximo año será importante para la semana laboral de cuatro días, pues hay ensayos programados en otros países. El programa presentado por el Partido Nacional Escocés (Sottish National Party en inglés), que gobierna el país desde 2021, establecía la realización, en 2023, de un proyecto piloto para comprobar los beneficios de la reducción de la jornada laboral. Para ello, serán destinados 10 millones de libras con el objetivo de subvencionar a aquellas empresas que quieran realizar el experimento.
Además, en Australia y Nueva Zelanda, Four Day Work Week también ha organizado un ensayo que concluirá en agosto de 2023. Por otro lado , la Comisión para las Generaciones Futuras de Gales afirmó, el pasado mes de septiembre, la necesidad de realizar un ensayo similar en el país británico.
Más cerca de casa. En Portugal también tienen intención de probar los beneficios de esta reducción horaria. Así lo reconoció Mariana Vieira da Silva, ministra de Presidencia, en una entrevista para el diario Público, en la que informó de la voluntad del Ejecutivo de desarrollar un proyecto piloto para que algunos empleados de la administración pública trabajen 4 días a la semana por el mismo salario.
Horizonte prometedor. Entretanto, en Reino Unido hay trabajadores de 73 empresas que se encuentran en estos momentos trabajando un día menos a la semana por el mismo salario. El experimento, que va de junio a noviembre, analiza el impacto que esta reducción horaria tiene en la plantilla y la actividad empresarial. A la espera de los resultados finales, hay algunos datos muy reveladores: el 95% de las compañías reconoce que la productividad, o bien se ha mantenido o ha aumentado, y el 86% de las mismas afirma que mantendrá este horario una vez finalizada la prueba.
Modelo 100:80:100. El principio en el que se basan los proyectos que hemos analizado es el siguiente: cobrar el 100% del salario, trabajando el 80% del tiempo previamente establecido, a cambio de, por lo menos, un 100% de productividad. En nuestro país, Telefónica llevó a cabo un proyecto piloto de reducción de la jornada laboral, que acabó fracasando, el cual planteaba una reducción horaria así como un recorte en salario. Esta propuesta, al igual que el planteamiento belga mencionado anteriormente, no se ajusta a los experimentos que se están realizando por todo el mundo.
Imagen: Antonio Marín Segovia
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