La pandemia trajo consigo una de las grandes novedades laborales: el teletrabajo. Hasta entonces se contaban con los dedos de la mano las empresas que aplicaban esta modalidad disponiendo de oficinas. No sólo les permitió seguir funcionando durante el confinamiento, sino que se mantuvo la productividad y la satisfacción de los empleados. Sin embargo, con la mejora de la situación del Covid, se volvió a la oficina. Y claro, el teletrabajo se ha convertido en uno de los grandes reclamos de los empleados de todo el mundo (motivo incluso para renunciar)
Sin embargo, malos tiempos vuelven a golpearnos ahora. La crisis energética y la inflación están arañando los bolsillos de las empresas y gobiernos, que ya debaten si el teletrabajo puede ser una solución a la hora de ahorrar costes en energía.
El contexto. Tal y como hemos contado en Xataka en diversos artículos, en el último año miles de empleados han vuelto a sus oficinas. El caso más significativo de las maniobras con el trabajo en remoto es el de la Administración General del Estado (AGE). Durante la pandemia, entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, los funcionarios pudieron teletrabajar hasta cuatro días a la semana. Sin embargo, en octubre, el Gobierno decretó que tenían que volver a la oficina.
La iniciativa. Ahora es una crisis energética sin precedentes la que está haciendo que las dependencias del Gobierno empiecen a apagar luces y ordenadores. Esta vez, para ahorrar energía. Tras tres meses de la aprobación del Plan de Eficiencia Energética para la Administración General del Estado, cada ministerio mandará a trabajar a casa de dos a tres días por semana a los funcionarios cuya tarea no requiera acudir a la oficina. Por ejemplo, los del de Hacienda lo harán lunes, martes y viernes, mientras que otros lo harán martes y jueves. Otras áreas de los ministerios de Trabajo y de Consumo teletrabajarán lunes y viernes.
¿Por qué? Además de ahorrar en combustible para ir a la oficina, permitirá a las instituciones ahorrar en electricidad al apagar luces y ordenadores y quitar el aire acondicionado o la calefacción en grandes edificios del Estado. No han detallado exactamente cuánta energía puede ahorrarse con el plan, pero siguen la línea del compromiso con Bruselas de reducir un 7% el consumo de gas entre agosto de 2022 y marzo de 2023. De hecho, el Gobierno espera que comunidades y ayuntamientos sigan su ejemplo.
Las empresas ahorran dinero. Que el teletrabajo es una forma eficiente de reducir costes es una realidad probada por varios estudios. Por ejemplo, los cálculos de Global Workplace Analytics sugieren que las empresas pueden ahorrar alrededor de 10.000€ por empleado por año si permiten que sus empleados teletrabajen el 50% del tiempo, teniendo en cuenta los niveles de productividad, los costes inmobiliarios más bajos, el ausentismo reducido y la rotación. Hace poco contamos en Magnet como Amazon había cancelado varias oficinas en construcción al darse cuenta de lo que se ahorraba con una modalidad a distancia.
Flexjobs estima que las empresas de EEUU ahorraron €30 mil millones todos los días durante la pandemia mientras sus empleados trabajaban de forma remota. Otros ejemplos: IBM redujo los costes inmobiliarios en €50 millones y McKesson señala ahorros de €2 millones al año.
El coste de la oficina. Tal y como hemos comentado, algunas regiones en EEUU ya experimentaron en su día con fines de semana de tres días, y descubrieron un gran ahorro energético (hasta €2 millones sólo en la factura de la luz). Además, claro, de los beneficios medioambientales. Proporcionar espacio de oficina, Internet, electricidad, agua, etc, es un factor de coste importante. Se estima que el coste medio de espacio de oficina por persona es de alrededor de 17.000€ por año. Si multiplicamos esto por los miles de empleados nos podemos hacer una idea del ahorro.
Y en combustible. Entre las varias ventajas del teletrabajo se encuentra la del ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) llevó a cabo un estudio cruzando datos sobre precios de combustibles, transporte público y distancia de los desplazamientos y estimó que un empleado que tenga que desplazarse al menos 40 km gasta unos 264 euros en gasolina al mes, una cantidad que se reduce a 212 euros si su vehículo es de diésel.
Eso sí, los gastos se trasladan a casa. Hay que comentar que aunque la medida del Gobierno es en realidad un ahorro "público", lo que no consuma el Ministerio lo consumes tú en tu casa. Se calcula que en una jornada de 8 horas de uso estándar de un ordenador convencional se consumirían unos 1,6 kWh, lo que supondría un gasto diario de unos 80 céntimos teniendo en cuenta el precio actual de la electricidad. A eso habría que sumar el coste de la climatización (unos 2,4 euros al día en verano y en invierno). Sumando todo, el gasto energético para los teletrabajadores al mes en la actualidad en España sería de en torno a 70 euros.
Imagen: Unsplash
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