Apple es de las pocas grandes tecnológicas que ha esquivado la ola de despidos. Este ha sido su secreto

Octubre de 2021. Ese fue el momento en el que se acabó la fiesta para las empresas tecnológicas. Tras un susto efímero en el inicio de la pandemia, la era de los confinamientos disparó la valoración bursátil de las grandes de la tecnología y la fiesta del capital riesgo contribuyó a la euforia.

Poca gente imaginaba entonces, noche de Halloween, de qué forma iban a continuar los meses posteriores. Las acciones bursátiles, habitual indicador temprano, empezaron a caer. La mayoría siguen lejos de sus máximos históricos, el capital riesgo se congeló y hace unos meses empezó el desfile de despidos, que en este inicio de 2023 ha continuado para casi todos los grandes de la tecnología que faltaban por sumarse a ellos.

Exceptuando a Apple y muy poco más. Sobre todo si acotamos a empresas que vendan al cliente final, y no solo a clientes corporativos.

Demanda disparada, demanda anticipada

La pandemia fue, financieramente hablando, un caramelo envenenado para las tecnológicas. Contribuyó a que se disparara la demanda de:

  • Dispositivos y servicios con los que entretenerse en casa
  • Dispositivos y servicios para trabajar desde casa
  • Comercio electrónico

También hay que sumar el auge de las criptomonedas desde finales de 2020 hasta finales de 2021, cuando la gran subida de valor dio paso a una caída que solo en estas últimas semanas ha remontado parcialmente.

Tanto la demanda anticipada como una demanda disparada fueron consecuencias de la pandemia que abonaron el terreno para una dura vuelta a la normalidad

Tras todo ello, una progresiva vuelta a la normalidad que trajo una realidad que asumir: la elevada demanda de esos productos y servicios durante la pandemia no fue permanente, aunque algunas empresas hicieran contrataciones como si lo fueran. Sobreestimaron los efectos de la pandemia, tomando como perenne lo que era caduco.

Hubo tanto una demanda anticipada (quien renovó la tele antes de lo que tenía pensado o aprovechó para cambiar su portátil) como una demanda disparada (más suscripciones a servicios de vídeo bajo demanda, por ejemplo) que provocaron un deshinche posterior.

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Mientras que Microsoft y Alphabet aumentaron sus plantillas en más de un 50%, y Meta superó el 90%; Apple fue menos ambiciosa, o más realista, y detuvo el contador en un 20% de ampliación.

En enero de 2023, Apple no ha anunciado despidos, Microsoft y Alphabet van a prescindir de un 5% y un 6% de sus empleados; y Meta sube la proporción de despedidos hasta un 13%. Cifras bastante en consonancia con la de las ampliaciones de plantilla durante la pandemia.

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Un matiz: los despidos de Amazon toman en cuenta a su cantidad de personal corporativo, dejando fuera al personal de almacenes, que suma un millón de empleados más.

Merece la pena detenerse también en un caso especial, el de Twitter. Elon Musk se hizo con el control de la empresa a finales de 2022 y no tardó en empezar a recortar el personal.

Según documentación interna a la que ha tenido acceso CNBC, ahora solo queda un 18% de la plantilla que había antes de su llegada. De unos 7.500 empleados han pasado a ser únicamente 1.300. Y solo 550 de ellos, ingenieros a tiempo completo. Musk asegura que la cifra real se eleva a 2.300 empleados, si bien en ocasiones las definiciones por parte del interesado son bastante ambiguas.

En España también ha habido despidos en las filiales nacionales de estas empresas. Meta está despidiendo al 18% de su plantilla española y Twitter iba a prescindir de todos sus empleados locales aunque ahora es un proceso paralizado. En el caso de Microsoft y Alphabet todavía está por ver quiénes aparecen en los listados y cuánto se erosionan los equipos de España.

Un gráfico elocuente es el que deja ver la magnitud de los despidos, pero también de las plantillas de cada una de estas empresas, y lo que supone proporcionalmente la cantidad de despidos. La última en sumarse a esta lista ha sido Spotify anunciando 600 despidos, el 6% de su plantilla.

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Por poner en perspectiva el tamaño de la plantilla de Apple, quedaría entre la de Alphabet y la de Meta: tiene 164.000 empleados y no ha acometido despidos masivos desde hace 25 años, cuando Steve Jobs regresó a la empresa tras once años fuera de la empresa. En aquel momento se encontró con 11.000 empleados en plantilla de los cuales despidió a 4.100. Desde entonces no ha habido despidos en masa en la compañía de Cupertino.

Este éxito comparativo hasta ahora no tiene por qué durar para siempre, y de hecho en Wall Street Journal apuntan a una próxima presentación de resultados trimestrales complicada por tener que anunciar los datos de facturación de los últimos meses de 2022.

Las restricciones en la línea de producción china provocaron una caída de la oferta por debajo de la demanda, si bien la vuelta a la normalidad tras el fin de la agresiva política china en materia anti-COVID podría restituir el orden en el balance de cara al primer trimestre del año.

De momento, Apple se salva mientras las demás corrigen errores de cálculo por un exceso de contratación. Y un dato más: hace unos días, el consejo de accionistas de Apple decidió recortar un 40% el sueldo de Tim Cook (aunque no el del resto de directivos).

Paradójicamente, todo parecía más estable en pandemia.

Imagen destacada: Datawrapper, Wikimedia Commons, Supershots, Javier Lacort.

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