Un estudio revela que sólo 34 de las 40 horas semanales son productivas
La implantación de la jornada laboral de 4 días está en la agenda de la mayoría de países de la Unión Europea y del mundo en general. Hasta la fecha se han puesto en marcha distintos proyectos pilotos en paises como Reino Unido, Brasilo Portugal.
En España, la prueba más importante se ha llevado a cabo en Valencia. A raíz de estos experimentos, se ha publicado un estudio en el que se desvela que, aunque trabajes durante cinco días a la semana, en la práctica, la productividad es la misma que si lo hicieras cuatro días.
Cinco días que cunden poco. La entidad sin ánimo de lucro 4 Day Week Global ha elaborado un informe basado en los proyectos de jornada de 4 días en los que ha colaborado como órgano consultor. Los resultados revelan que, aunque oficialmente se trabaje sujeto a una jornada de 40 horas semanales, el tiempo real que se dedica a trabajar se acerca más a las 33 horas. Solo una hora más de lo que se propone con la jornada laboral de cuatro días.
Dicho de otro modo, aunque tengas que ir cinco días al trabajo, en realidad trabajas el equivalente de cuatro días y uno se pierde procrastinando, bajando el rendimiento a causa del cansancio por las horas de presencialismo o, simplemente, haciendo como que trabajas porque, como afirman algunos pluriempleados, tu trabajo realmente no necesita dedicarle 40 horas semanales.
La satisfacción mejora a largo plazo. Hasta la fecha, la organización solo disponía de los datos a corto plazo que se recogían en las empresas que participaban en las distintas pruebas piloto. Sin embargo, en este estudio se han podido evaluar los efectos a largo plazo de aplicar una jornada laboral de cuatro días. La principal conclusión es que, a corto plazo y con los cambios adecuados, una empresa podría reducir 5 horas su jornada laboral y no notar el impacto en términos de productividad.
El estudio revela que los efectos a largo plazo son más sólidos reduciendo un 65% los días de baja por enfermedad, se disminuyó un 57% la posibilidad de renuncia de los empleados, y todo ello manteniendo la productividad o superándola.
Se mejora la eficiencia incluso cuando se abandona el proyecto. El estudio mantuvo durante 18 meses el seguimiento de las empresas que habían participado en las pruebas de Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos y Canadá. Los resultados revelan que, incluso aquellas que habían abandonado la jornada de 4 días y han vuelto a los 5 días, consiguen reducir las horas efectivas a 34, eliminado las tareas ineficientes y con actividades que les hacían perder el tiempo.
Aquellos que continuaron con la jornada de 4 días se mantuvieron en 33 horas, pero reportaron mejoras en la conciliación laboral y su salud mental al reducirse los niveles de estrés.
La semana de 4 días requiere cambios que no todos quieren asumir. Adoptar la semana laboral de 4 días requiere una serie de adaptaciones en los procesos que no todas las empresas han querido o han podido asumir. No se trata de hacer en cuatro días lo mismo que se hace en cinco, sino hacerlo de forma diferente para ser más eficientes. La mejora en el aprovechamiento del tiempo de aquellas empresas que abandonaron el proyecto es un buen ejemplo del éxito de estos cambios.
En España, 41 empresas se apuntaron al ensayo piloto de semana laboral de 4 días. Sin embargo, según datos de la XXVI edición del Informe Infoempleo Adecco, la falta de margen de beneficio para mantener los salarios con una jornada de 4 días es el principal escollo para que el 69,54% de las pymes en nuestro país se planteen adoptar este modelo.
Imagen | Pexels (Mizuno K, Julian Jagtenberg)
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