Un conflicto inesperado está sacudiendo la industria de los semiconductores estadounidense. Y es que tres de sus mayores compañías, Intel, IBM y GlobalFoundries (GF), sostienen una rencilla que con toda probabilidad va a dar mucho que hablar durante las próximas semanas. Un culebrón en toda regla. Para entender qué ha pasado tenemos que remontarnos unos años atrás, aunque no demasiado. A 2014.
Ese año GF compró a IBM su división de microelectrónica, lo que le permitió hacerse con su negocio, y, lo que es si cabe más importante, también controlar la propiedad intelectual que había desarrollado esta filial hasta ese momento. Actualmente GF tiene una cuota aproximada en el mercado de los semiconductores del 7%, lo que la coloca muy por detrás de TSMC, Intel y Samsung, y ligeramente por delante de la china SMIC, que tiene una cuota del 5%.
La compra a IBM de su división de microelectrónica perseguía, entre otros objetivos, ayudar a GF a consolidar sus tecnologías de integración y a desarrollar su propia litografía de 7 nm. Sin embargo, en 2018 la cúpula directiva decidió cancelar el programa UVE. En aquel momento ASML estaba instalando varios equipos de litografía de ultravioleta extremo en la planta de chips más avanzada de GF, la Fab 8, pero su capacidad económica no era la necesaria para soportar esta inversión.
Los chips de 2 nm están en el punto de mira de IBM, Intel y Rapidus
La relación comercial entre IBM y GF no terminó con la compra de 2014. De hecho, el acuerdo que firmaron aquel año preveía que durante la siguiente década GF fabricaría en exclusiva circuitos integrados de 22, 14 y 10 nm para IBM. Además, esta última compañía se comprometió a pagar 1.500 millones de dólares a GF para que continuase desarrollando sus productos. No obstante, desde entonces IBM ha hecho nuevas amistades, probablemente instigada por el hecho de que GF ha perdido relevancia en el mercado de los semiconductores frente a algunos de sus competidores.
IBM ya no fabrica chips a gran escala, pero esto no significa en absoluto que haya abandonado la investigación en el ámbito de los semiconductores. Tanto es así que a mediados de 2021 anunció a bombo y platillo que su laboratorio de Albany (Nueva York) había logrado fabricar una oblea de 300 mm utilizando su propia litografía de vanguardia: 2 nm. Su plan no era volver a fabricar chips; era vender esa tecnología a algunos de sus socios más cercanos, entre los que se encuentran Intel, Samsung y la compañía japonesa Rapidus.
Esta colaboración es, precisamente, la que ha provocado que IBM haya sido demandada por GF. En el comunicado que ha publicado hace apenas dos días esta última compañía acusa a IBM de haber entregado a Intel y Rapidus una parte de la propiedad intelectual que le pertenece desde 2014. Estas tecnologías presuntamente fueron desarrolladas por la división de microelectrónica que compró ese año, de modo que su cesión a terceros, según GF, compromete su competitividad a corto y medio plazo. IBM se ha defendido alegando que la denuncia de GF no está justificada, pero esto no ha hecho más que empezar. Los tribunales decidirán durante las próximas semanas quién tiene razón.
Imagen de portada: IBM
Más información: GlobalFoundries
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