El trabajo nos está agotando como nunca antes en la historia reciente, según varios estudios. Por ejemplo, el informe State of the Global Workplace de la consultora de investigación de mercado Gallup, señala que en 2021 el 44% de los profesionales de todo el mundo sintieron altos niveles de estrés a diario. Y un informe de Adecco asegura que el 40% de los trabajadores del planeta ha sufrido alguna vez burnout.
Esto hace que muchos trabajadores se sientan tensos e incómodos durante su jornada laboral, y que incluso las ansiadas vacaciones de verano, con varias semanas para desconectar, no sean efectivas y no logren recuperarse por completo de un año cargado de trabajo. Por eso, la Harvard Business Review ha publicado un artículo de Alyson Meister, experta en bienestar laboral, en el que recopila técnicas de recuperación del estrés basadas en estudios científicos.
Alejarse psicológicamente del trabajo. Una de las investigaciones citadas por la revista, de la Universidad de Constanza (Alemania), señala que cuando padecemos altos niveles de estrés nos cuesta más desconectar del trabajo, lo que hace que pensemos en él hasta bien entrada la noche. Y lo mismo sucede cuando nos vamos de vacaciones.
Para evitar que esto suceda, la autora del artículo recomienda buscar una actividad de ocio que nos exija atención plena, como los videojuegos, la lectura o el estudio de una nueva habilidad (idiomas, tocar un instrumento, etc.), para ocupar nuestra mente con algo que impida que nuestros pensamientos vuelvan al trabajo. Asimismo, también aconseja evitar cualquier elemento que nos conecte con nuestras obligaciones laborales tanto durante las vacaciones como después de la jornada laboral, como mirar el correo de la empresa en el teléfono móvil.
Microdescansos. Otra investigación, en este caso de la Universidad de Illinois (EEUU) señala que los pequeños descansos de 10 minutos cada dos horas durante la jornada laboral son muy efectivos para reducir el estrés diario e impedir que lo vayamos acumulando a lo largo del tiempo hasta llegar agotados a las vacaciones. En esos descansos el profesional puede optar por dar un pequeño paseo, comer algo, hablar con los compañeros de temas no laborales o leer algo por ocio.
Pero estos minidescansos no deben ser una excusa para prolongar la jornada laboral o hacer horas extra por costumbre, puesto que otro estudio de la Universidad de Baylor (EEUU) relacionado con el ya citado señala que estas pausas cortas son mucho más efectivas cuando se combinan con descansos largos.
El deporte, el mejor aliado. Al final de un duro día de trabajo es probable que lo que menos nos apetezca es ponernos las zapatillas de deporte y salir a correr o ir al gimnasio, pero varias investigaciones han demostrado que la actividad física es una de las formas más efectivas de recuperarnos del estrés laboral.
Tu recuperación la eliges tú. Hay empresas que organizan actividades de ocio o deportivas con los trabajadores, precisamente, para tratar de reducir su estrés y que se sientan mejor. Esto, aunque puede ayudar a algunos, puede ser contraproducente para otros, porque tal vez no les gusta o no les apetece la actividad, y el único motivo por el que acuden a ella es para no sentirse excluidos del grupo.
Por eso, la autora del artículo recomienda que el trabajador acuda sólo a aquellas actividades que sean de su gusto, puesto que, en caso contrario, serán totalmente contraproducentes y contribuirán a aumentar su estrés.
La importancia de la naturaleza. Una investigación de la Universidad de Cornell reveló que una exposición a la naturaleza de tan solo diez minutos al día contribuye a disminuir significativamente el estrés y a hacer que las personas se sientan más felices. Esa exposición puede ser directa, como pasear por un parque o salir a hacer deporte en las afueras de la ciudad, o indirecta, a través de elementos naturales en el lugar de trabajo como plantas o buena iluminación natural.
Imagen | Alex Kotliarskyi
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