España es líder en energía renovable, pero no gracias a Cataluña. La comunidad catalana es la región de nuestro país que menos contribuye al auge de las energías renovables. Una situación que sorprende teniendo en cuenta que Cataluña también es la región española que más electricidad produce.
Hay una explicación sencilla ante este hecho. Lo que sí es más polémico es que la situación, lejos de cambiar, parece que está empeorando y desde la Generalitat no se están tomando las medidas adecuadas para revertir la situación, según ha alertado un informe del 'Observatori de les Energies Renovables a Catalunya' (OBERCat).
En Cataluña, las renovables solo aportan el 15,7%. La diferencia de cifras entre unas Comunidades Autónomas y otras es enorme. Mientras en Aragón se alcanzó en 2023 el 81,8% del mix en recursos renovables y en Castilla y León el 88,7%, en Cataluña las renovables como la eólica, hidráulica y la solar únicamente contribuyeron el año pasado en un 15,7%. Muy por debajo de la media española, que fue del 50,3%.
Se trata de la Comunidad donde las renovables aportan menos en porcentaje. Algo que también se aprecia en términos absolutos si nos fijamos en potencia instalada. Con 3.738 MW, la Generalitat únicamente aporta el 4,84% de toda la potencia renovable de España, un total de 77.162 MW. En términos de producción verde, Cataluña solo aportó un 4,5%.
No solo tiene menos, también crece menos. Aquí está el asunto que ha alertado a los expertos del sector. Cataluña está atrasada en renovables, pero durante el año pasado también creció mucho más despacio que el resto.
Si en 2023 España aumentó sus renovables un 8,8%, en Cataluña apenas se mejoró la potencia instalada en un 0,5%. Si nos fijamos en la energía generada con fuentes renovables, en Cataluña se aumentó un 2,2%. Muy lejos del 15,8% de mejoría que vivió España en su conjunto.
Por su tamaño Cataluña debería ser una de las comunidades que más aportase en potencia instalada de renovables, pero según Red Eléctrica se sitúa en séptima posición con esos 3.738 MW, muy lejos de Castilla y León o Castilla-La Mancha, que lideran el top con 13.089 MW y 12.119 MW, respectivamente.
La palabra es nucelar. La explicación al problema de Cataluña es sencilla. La nuclear lo absorbe todo. Cataluña de hecho es la comunidad que más energía produjo en 2023, con un total de 38.267 GWh y representando el 14,3% de toda la energía producida en España. También es la segunda comunidad que más genera sin emisiones, con 28.380 GWh. Todo debido a una nuclear que tiene un peso en Cataluña del 58,5% y eclipsa totalmente el peso de las renovables.
Como apuntan desde la Generalitat a EFE: "la estructura de la red de alta tensión de Cataluña está muy condicionada por las nucleares, y que este factor y las características territoriales de Cataluña condicionan la implantación de renovables, a diferencia de otros territorios de España con menos densidad de población".
La energía nuclear aportó diez veces más que la hidráulica, más de siete veces más que la eólica y más de 58 veces más que la energía solar fotovoltaica, que en Cataluña tiene un peso inferior al 1%.
La sequía. Además de la propia configuración del mix energético catalán, la comunidad ha vivido su peor situación de las últimas décadas. En concreto la energía hidroeléctrica pasó a ser la sexta fuente de generación, cubriendo el 5% de la demanda y reduciendo su aportación un 17,6% respecto al año 2022. Esto es, la aportación más baja desde el año 1990.
Hay muchos proyectos, pero todos pendientes. La situación en Cataluña podría describirse como de parálisis, fruto de un conjunto variado de motivos.
Según el informe de OBERCat, para 2030 Cataluña debería multiplicar por cinco su capacidad eólica y solar para alcanzar los objetivos marcados por la Ley del Cambio Climático.
A la espera de la declaración de impacto ambiental hay 10 proyectos de energía eólica que aportarán un total de 1.101 GWh. Hay otros 15 proyectos de parques eólicos que proporcionarían unos 1.453 GWh, pero se encuentran parados. "El tiempo de espera de más de tres años es un mal presagio", apuntan desde el informe.
No lo tendrá fácil. Según apunta La Vanguardia, otro de los motivos de este retraso en la implantación de renovables es la cuestión urbanística, que tiene sus propios ritmos. Si a esto le añadimos que el precio de la energía ha caído en picado, tenemos un cóctel perfecto para que Cataluña no tenga fácil mejorar su impulso por las renovables.
Mientras tanto, sus tres reactores nucleares siguen sustentando la producción. Un 6,7% menos que el año anterior, pero incluso así creció en porcentaje frente a unas renovables que no levantan cabeza en Cataluña.
Imagen | Karsten Würth
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