Cómo hacer el muñeco de nieve perfecto: estos son los trucos que nos enseñan las leyes de la física

Enrique Pérez

Editor Senior - Tech

Editor especializado en tecnología de consumo y sociedad de la información. Estudié física, pero desde hace más de diez años me dedico a escribir sobre tecnología, imagen y sonido, economía digital, legislación y protección de datos. Interesado en aquellos proyectos que buscan mejorar la sociedad y democratizar el acceso a la tecnología. LinkedIn

La nieve es uno de los fenómenos más impredecibles que hay, sin embargo la ciencia puede ayudarnos a predecir cuál es la mejor manera para enfrentarnos a ella. En esta época de frío, uno de los pasatiempos más divertidos si estáis en una zona nevada es montar tu propio muñeco de nieve. Pero no siempre es fácil lograr construir un muñeco de nieve estable, bonito y que no se desmonte.

A nuestra ayuda acuden Dan Snowman (acertado apellido), físico de la Universidad de Rhode Island, y Jordy Hendrikx, director del 'Montana Snow and Avalanche Lab' y especializado en los efectos de la nieve. Estos son los consejos, siguiendo las leyes de la física, para hacer el mejor muñeco de nieve.

Elegir el sitio adecuado

El primer paso para construir un muñeco de nieve exitoso es encontrar un buen lugar para que este aguante. Según describe Dan Swowman a Smithsonian, este sitio debe ser estar a la altura del suelo pero evitando el asfalto. Este último absorbe la luz del sol por lo que ahí es mucho más probable que el muñeco se desmorone y se derrita al poco tiempo.

La zona debe también ser lo más plana posible y cerca de la base de una colina. Con esto logramos que esté a la sombra y alejado de los rayos de sol, pero en una superficie estable que lógicamente es lo más recomendable. Hay que llevar cuidado con esto, porque al estar cerca de una zona con pendiente podrían haber desprendimientos o nieve que vaya deslizándose. A poder ser pues, lo mejor sería una zona plana del jardín escondido de los rayos del sol. O en su defecto una zona resguardada alejada de zonas que absorban la luz solar.

Tipo de nieve y temperatura

Cambio de forma de los cristales de nieve en función de la temperatura. Kenneth Libbrecht

Probablemente el punto fundamental y más importante para que el muñeco de nieve tenga la solidez buscada es el tipo de nieve elegida. Se considera nieve una forma de la materia determinada, pero esta se puede clasificar en varios tipos más específicos:

  • Nieve seca: 0% de agua.
  • Nieve humedecida: con menos del 3% de agua.
  • Nieve húmeda: entre el 3 y el 8% de agua.
  • Nieve muy húmeda: entre el 8 y el 15% de agua
  • Aguanieve: con más del 15% de agua.

La mejor nieve para construir un muñeco de nieve es aquella que se encuentra alrededor del punto de congelación, esto es, en 0 grados celsius. Es en este punto de la nieve donde tal y como indican los estudios de Kenneth Libbrecht, la nieve es más densa y por tanto más adecuada para construir con ella.

Respecto al tipo de nieve, lo ideal según Hendrikx es que estemos entre humedecida y húmeda. La nieve seca suele perder partículas fácilmente y hace que el muñeco sea fácil de romper. Mientras que si es aguanieve, es muy frágil para que la forma se mantenga. Como explica el científico; "piensa en el agua como un pegamento, necesitas suficiente para que los cristales de la nieve estén juntos pero no demasiado".

La forma más estable

Para crear el muñeco de nieve más estable, los expertos recomiendan claramente una forma: las esferas. Las leyes de la física son claras y no hay forma más estable que esta.

A medida que juntamos la nieve para formar el muñeco, se ejerce una gran presión sobre los cristales de nieve. Es por ello que se necesita la forma más estable, para que aguante esta presión exterior. Además, a medida que se va fundiendo la nieve, el agua cristaliza de nuevo y va uniendo una vez más la bola.

Otra clave de la esfera es su área. Al ser la más pequeña posible, también es más pequeña la zona expuesta a la luz solar. Y por tanto, a menor espacio expuesto al sol, mayor resistencia tendrá a derretirse.

Pese a ser obvio, también es importante señalar que las esferas más grandes deben ir en la base. Con esto se consigue que el muñeco se mantenga de pie más fácil. Además, cuanto más bajo sea el centro de masas mejor.

El ratio perfecto

En 2013, estudiantes de ingeniería del Bluefield State College en West Virginia publicaron una investigación sobre los muñecos de nieve donde determinaron que el mejor ratio es 3:2:1. ¿Por qué? Principalmente por la relación de estabilidad y la presión que puede soportar la propia nieve.

Para evitar que las bolas de nieve no sean muy grande, se debe seguir esta proporción de abajo a arriba. Los estudiantes observaron como había un límite superior para el tamaño de las esferas en función del contenido en agua.

Años más tarde, en 2016, el Dr James Hind de la Nottingham Trent University presentó su propia fórmula, llegando a la conclusión que las medidas ideales eran un muñeco de nieve de 1,60m de alto, con tres bolas de nieve de 30, 50 y 80cm respectivamente. E incluso predijo el tamaño ideal de los ojos y la nariz, con separación de unos 5 centímetros y una zanahoria de 4 centímetros.

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