En la guerra quien sale mejor parado es aquel que está lejos. Mientras Europa sufre las consecuencias de evitar usar los recursos de Rusia, al otro lado del Atlántico hay una potencia que ve como algunas de sus exportaciones de energía marcan récords. Estados Unidos es el claro ganador de la actual crisis energética. Si los últimos años la relación entre Europa y Estados Unidos no era la mejor, a raíz de la guerra de Ucrania esta situación ha cambiado por completo.
Ser el mejor amigo de Europa genera muchos beneficios. El pasado marzo, la Comisión Europea reafirmaba su cooperación estratégica con Estados Unidos en materia energética. Además de la adquisición de GNL, esta alianza implica compartir tecnologías, trabajar con inversores privados similares e incentivar acuerdos conjuntos. De manera casi antagónica a como Europa está imponiendo sanciones a Rusia, también han alcanzado acuerdos con Estados Unidos.
El mejor ejemplo de este cambio de relaciones lo ejemplifica la suspensión indefinida del gasoducto Nord Stream 2. Con un coste de más de 10.000 millones de euros, este gasoducto era fiel reflejo de la dependencia de Alemania con el gas ruso. Estados Unidos era reticente a su puesta en marcha y con la guerra de Ucrania, el canciller alemán finalmente decidió paralizar el proyecto.
Estados Unidos se convierte en el primer exportador mundial de GNL. En 2022, la llegada de gas natural licuado procedente de barcos metaneros desde Estados Unidos se ha disparado. Con aumentos de más del 40% a finales del año pasado, Estados Unidos ha superado a Catar y Australia como primer exportador mundial de GNL. En España, Estados Unidos se ha convertido en el primer proveedor de GNL.
Las exportaciones de gas de Estados Unidos están marcando récords históricos. Ante la coyuntura de no comprar directamente el gas a Rusia, muchos países están optando por encargar el gas licuado, enviado desde Estados Unidos en barco.
Por parte de la Comisión Europea, se ha pactado la compra al gobierno de Joe Biden de al menos 15.000 millones de metros cúbicos de GNL. Y es solo el principio, pues hasta 2030 hablan de comprar unos 50.000 bcm. Un pacto que puede llegar a suponer que Estados Unidos triplique sus exportaciones de GNL.
El grifo del petróleo está desatado para aprovechar los altos precios. Pese a que se ha moderado en las últimas semanas, el precio del petróleo sigue a precios altísimos. Debido a esta situación, desde Estados Unidos decidieron liberar 180 millones de barriles de petróleo de sus reservas energéticas. Un movimiento para intentar frenar la escalada de precios, pero con mucho sentido estratégico para Estados Unidos ya que consigue vender parte de sus reservas a un precio excelente.
De nuevo, Estados Unidos se presenta como "salvador" de Europa a la hora de acceder al petróleo. Por un lado colaborando en que su precio no suba tanto y por otro vendiendo en grandes cantidades para compensar el petróleo que se deja de comprar a Rusia. De manera paralela, desde la Agencia Internacional de la Energía se ha aprobado que los 31 países miembros liberen un total de 60 millones de barriles de petróleo. Una cantidad importante, pero que de forma conjunto representan solo un tercio de lo anunciado por Estados Unidos.
La cantidad de petróleo que Estados Unidos está enviando a Europa se ha disparado a los 84.700 barriles al día, según describe Bloomberg. El petróleo también está en el centro de la crisis energética por sus altos precios. Tradicionalmente era Latinoamérica el destino preferente de las exportaciones de petróleo de Estados Unidos, pero Europa ha contribuido a que se estén pagando estos altos precios.
Las empresas del sector energético disparadas en bolsa. "Las acciones podrían crecer más, pero no es necesario que se obtenga hasta el último dólar en ganancias", explica John Maloney, del fondo de inversión M&R Capital Management. Es una buena descripción de la situación que vive el sector energético estadounidense, el que más ha crecido en los últimos meses. En este 2022, los fondos de energía norteamericanos han crecido un 32%, pero ya en 2021 crecieron un 40,9%. En comparación, el S&P 500, índice de las grandes empresas, creció un 26,9%.
Van a producir más. Estados Unidos está exportando energía como nunca, pero algunas voces como el senador Mitch McConnel también alertan de las necesidades del consumo interno. Es por ello que solicitan que la producción de energía sea una de las prioridades de la administración de Biden para 2023. La energía está en el centro de la atención. Europa necesita el apoyo de Estados Unidos para satisfacer la demanda y ellos están encantados.
Imagen | Ian Abbott
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