La eficiencia es el gran problema de los paneles solar actuales. Conseguir captar la mayor cantidad de luz posible para transformarla en energía sin que esta se pierda en el proceso es algo que los investigadores buscan mejorar iteración tras iteración. La mayor conversión conseguida es "apenas" del 47,1% y hay métodos de lo más variados para conseguir estos porcentajes, como por ejemplo hacer a los paneles solares "transpirar". Ahora unos investigadores tienen una idea más radical: placas solares esféricas.
El argumento detrás de esto es simple: las placas solares planas no aprovechan al máximo la luz solar disponible durante el día. Diversos métodos como por ejemplo automatizar el movimiento de las placas para seguir al solo como los girasoles se están aplicando, pero para estos investigadores no es suficiente. En su lugar plantean el uso de una especie de bola con casi toda su superficie recubierta de celdas solares.
Diferente forma, mayor eficiencia
El desarrollo de este panel solar, a cargo de unos investigadores saudíes, ha conseguido experimentos donde se aumenta la potencia entre un 15% y un 100% con respecto a un panel tradicional. Para ello han llevado a cabo estos experimentos en entornos cerrados y con prototipos de la esfera, que no es más grande que la palma de una mano.
La variabilidad entre el 15% y el 100% se debe básicamente a los materiales utilizados y la posición de la lámpara, así como el tiempo expuesto. Por ejemplo al exponer en el simulador la placa tradicional y la esférica la segunda inmediatamente aportaba un 24% más de potencia. Al pasar un poco el tiempo y cuando ambas placas se calentaron, la esférica aumentaba su potencia respecto a la tradicional en un 39%, lo que sugiere que de algún modo disipaba mejor el calor para poder rendir durante más tiempo.
Indican los investigadores que en otros experimentos donde se usaba luz indirecta la diferencia de la eficiencia era de hasta un 60% entre ambas placas o incluso el 100% usando materiales para concentrar la luz, esto es directamente el doble de eficiencia.
Para estos investigadores la ventaja principal de placas en forma de esferas en vez de planos tiene que ver con cuánta luz son capaces de recoger. Pero además de eso también sugieren que menos polvo se deposita sobre ellas y por lo tanto mantiene más eficiencia. Finalmente, como ya hemos visto, se da una mayor disipación del calor para mantener su correcto funcionamiento.
¿Significa esto que empezaremos a ver granjas solares con bolas repletas de placas solares? Probablemente no. Hay que ver cuál es el coste real de fabricar este tipo de esferas y sobre todo el uso y la eficiencia que pueden tener en entornos reales y no simulados. No obstante, demuestra cómo en una tecnología que está presente entre nosotros desde hace más de medio siglo, aún nos queda mucho por aprender y mejorar.
Vía | IEEE
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