Soleolico reivindica que gana en rendimiento a los aerogeneradores convencionales y puede ofrecer energía 24 horas gracias a su capacidad de almacenamiento
Se llama Soleolico y el nombre es toda una declaración de intenciones que nos ayuda a entender este curioso dispositivo diseñado para generar energía renovable: su objetivo es aprovechar a la vez el potencial solar y eólico mientras absorbe CO2. No solo eso. Sus creadores aseguran que supera en rendimiento a los turbinas eólicas actuales y que mientras funciona es capaz de "limpiar" el aire, absorbiendo dióxido de carbono. Con semejantes prestaciones aspiran a hacerse un hueco más que respetable en el disputado mercado mundial de las renovables.
De momento han dejado una demostración en Santander.
Con ustedes, Soleolico. O "el primer árbol tecnológico", que es como lo presentan también sus creadores. Su puesta de largo se celebró a principios de octubre en Santander, con un acto presidido por la alcaldesa de la localidad, Gema Igual, y que sirvió para desgranar algunas de las características de este curioso generador de energía renovable. Su principal peculiaridad es que combina eólica y solar gracias a sus aspas, palas con paneles fotovoltaicos integrados. A mayores es capaz de "absorber" dióxido de carbono y "limpiar" el aire, según sus impulsores.
¿Y cómo es? Una de las claves de Soleolico son sus palas, peculiares tanto por su diseño como por su funcionamiento. Cada una de sus "velas" —término que usa la propia compañía— incorpora paneles fotovoltaicos y es capaz de ajustarse para aprovechar las rachas de su entorno. Para lograrlo incorpora un sistema patentado que, sostiene la empresa, "calibra la orientación al viento de cada vela para extraer la máxima energía". A mayores está dotado de tecnología de almacenamiento que le ayuda a proporcionar "energía verde" las 24 horas del día. Todo esto, por supuesto, según la presentación publicada por sus responsables.
No es la única ventaja que destaca la empresa. Entre su larga lista de fortalezas señalan el diseño del propio aerogenerador, de eje vertical, lo que redundaría en su eficiencia, instalación y menor impacto visual. Sus responsables aseguran además que puede integrarse con cualquier solución de almacenamiento de energía.
Energía renovable… y captura de carbono. No es lo único de lo que presumen. La compañía asegura que, además de un dispositivo de "generación híbrida", su creación es capaz de "limpiar" el aire, "absorbiendo y transformando" el dióxido de carbono. La clave está en este caso en su recubrimiento, una coraza capaz de recoger el CO2 y que reduce de paso el impacto visual de la estructura.
"Se puede diseñar un revestimiento personalizado para su torre e imprimirlo en 3D para que se integre más en el entorno o tenga una apariencia concreta", señala Carlos Serrada, presidente y fundador de la compañía. Esa cubierta impresa en 3D incorpora a su vez tecnología Pure.Tech capaz de absorber CO2. Los responsables de esta última firma han hecho cuentas y aseguran que un millar de torres Soleolico captarían tanto CO2 como 287 árboles a lo largo de un año.
¿Maneja más datos? Sí. Durante su presentación en Santander Soleolico desgranó más cifras. Algunas sorprendentes. La compañía afirma que su torre ofrece un rendimiento "hasta un 25% superior al de los aerogeneradores actuales" y que cuando se instalan varias unidades esa ventaja se ve incrementada cerca de un 15% gracias al "efecto de retroalimentación". "Produce las 24 horas del día, combinando sol y viento, consiguiendo un aumento de la calidad de generación de energía", incide Pablo Fernández de la Torre, CEO de la compañía.
Durante una entrevista con El Español, el directivo iba un poco más allá y aportaba algunas cifras sobre la capacidad del dispositivo: "En condiciones óptimas puede generar energía para cuatro viviendas en una urbanización". Con sus cálculos sobre la mesa, una torre podría llegar a producir 7,5 kW pico de eólica con rachas de vientos inferiores a 50 km/h y 4,6 kW pico de energía solar.
¿Cuál es su objetivo? La compañía se ha marcado una meta sorprendente, sobre todo para un proyecto que acaba de presentarse en público: hacerse un hueco más que respetable en el sector. "Estamos convencidos de que podremos alcanzar el ambicioso reto de cubrir el 1% del mercado mundial de energías renovables en un plazo de 10 a 15 años —señala—. Supondría vender entre tres y cuatro millones de unidades durante este período y generar entre 75 y 100 mil millones en ingresos".
¿Y más allá de la teoría? La presentación de Santander llegó acompañada de una pequeña demostración práctica, un prototipo situado en la zona exterior del Palacio de la Magdalena que permitió hacerse una idea de su funcionamiento.
La empresa asegura que su tecnología es fruto de más de una década de investigación, una inversión que pasa de los cinco millones de euros y el desarrollo de más de una treintena de prototipos distintos. "Tenemos un proyecto inicial en Sicilia, con un parque de cien unidades, y han mostrado interés varias instituciones y empresas, como Ikea, y de lugares como las islas griegas, República Dominicana, Guatemala y Medio Oriente", concluye el responsable de la compañía.
Imágenes: Soleolico/ Xavier d'Arquer (Dobleestudio) y Soleolico
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