Este aerogenerador con forma de carrusel aspira a reducir a un tercio el coste de la eólica. Ya tiene el apoyo de Bill Gates

  • Su propuesta: cambiar los molinos, cada vez más grandes, por circuitos con "alas" verticales que se desplazan con la fuerza del viento

  • Dispone de un prototipo y ya ha logrado recaudar millones de dólares en una ronda de financiación

Sí, lo que ves sobre estas líneas es un aerogenerador. Quizás recuerde más a un enorme y estrafalario tendedero que a una turbina diseñada para aprovechar la energía del viento, pero eso precisamente es lo que buscan sus creadores, Airloom Energy: crear un nuevo concepto de instalación que permita generar electricidad verde al mismo tiempo que ahorra costes. Y aunque están aún en una fase inicial del camino, ya pueden presumir de un primer prototipo construido en EEUU y haber captado el interés del fondo Breakthough Energy de Bill Gates.

Las cifras que Airloom maneja son desde luego atractivas.

Un molino eólico, pero sin molino. Airloom Energy no es la primera startup que se propone "reinventar" los aerogeneradores, una meta compartida por otras empresas y que a lo largo de los últimos años nos ha permitido ver varios modelos sin aspas e instalaciones que parecen sacadas de una novela de ciencia ficción, pero entre todas ellas Airloom se lleva probablemente la palma. La razón es sencilla: su enfoque poco se parece al de las turbinas que estamos habituados a ver.

Cuestión de "alas" y circuitos. Esas son básicamente las dos piezas que conforman las instalaciones de Airloom Energy. Para aprovechar la potencia del viento usa básicamente un juego de "alas" que se disponen a lo largo de un circuito ligero, una pista por la que luego se deslizan impulsadas por las rachas. Y todo con un ahorro sustancial de costes que refuerza su rentabilidad, según la compañía.

"Nuestra geometría única genera la misma cantidad de electricidad que las turbinas convencionales por una fracción de su coste", presume. Para no quedarse solo en la teoría, ya ha montado un prototipo que está funcionando al lado de sus oficinas, cerca del aeropuerto de las afueras de Laramie, en Wyoming.

Con piezas móviles, aunque especiales. El prototipo se compone básicamente de una serie de postes de 25 metros de altura dispuestos de tal manera que dibujan un óvalo y están conectados con un cable. De esa forma crean un circuito por el que se desplazaban palas de 10 m de largo y orientación vertical, lo que les permite interceptar y aprovecharse del impulso del viento. Uno de los postes dispone de una toma que se conecta el sistema a la red.

La compañía ya ha aportado fotos, gráficos e incluso un breve vídeo en el que muestra cómo funciona el dispositivo, una instalación que, reivindica, destaca por su versatilidad. "Las alas de 10 m se desplazan por una pista que puede extenderse metros o millas. Alta o baja, corta o larga, la configuración es flexible en función del paisaje y el uso", presumen sus desarrolladores. Su atención no se centra solo en instalaciones en tierra, como la de Wyoming. La firma cree que su turbina puede llevarse también al mar, donde hay vientos más constantes y fuertes.

Presumiendo de resultados. La pregunta del millón llegados a este punto es… ¿Por qué? ¿Por qué replantear el concepto de turbina tradicional? Para Airloom la respuesta es sencilla y pasa por una cuestión de costes. Sus instalaciones evitan el manejo de las enormes torres y palas —cada vez más— que se están instalando en las granjas eólicas, especialmente en las offshore. Los cálculos que maneja la startup, si bien de momento son solo eso, cálculos, resultan interesantes.

La empresa sostiene que su aerogenerador requiere menos de la décima parte del coste de una turbina estándar y la cuarta parte de lo que exige ahora levantar un parque eólico. Sus cuentas apuntan además a un tercio del LCOE, el costo nivelado de energía. A esas ventajas añaden la flexibilidad, menor impacto visual, la rapidez con la que se puede montar y que resulta más fácil de manejar que las aspas de los aerogeneradores comunes, que ya usan rotores de 310 m de diámetro. En concreto, precisa que un Airloom de 2,5 MW cabe un remolque de camión estándar.

Haciendo cuentas. Airloom no se queda en los porcentajes. Sus responsables han elaborado una tabla comparativa con los costes de los modelos HAWT, siglas en inglés de "turbinas eólicas de eje horizontal", y los dispositivos que ellos han desarrollado. A la espera de que las demuestren en explotaciones comerciales, sus resultados son elocuentes: el LCOE de su sistema es de 0,013 dólares por kWh frente a los 0,038 que estiman para los aerogeneradores verticales.

… Y captando fondos y apoyos. Si el proyecto de Airloom ha ganado notoriedad a lo largo de los últimos días no es solo por lo curioso o más o menos prometedor que pueda resultar su diseño. La clave es que ha logrado despertar el interés de Breakthrough Energy Ventures, impulsado por Bill Gates con el fin precisamente de acelerar la innovación en el campo de las renovables y la tecnología que reduce las emisiones contaminantes a la atmósfera. 

En concreto, la startup de Wyoming ha logrado hacerse con una ronda de financiación inicial de cuatro millones de dólares liderada por Breakthrough. En su página web cita también como "partners" destacados a Lowercarbon Capital y MCJ Collective, entre otras entidades como la National Science Foundation (NSF).

Un nuevo enfoque. "Durante décadas la industria eólica ha reducido el coste de producción de energía aumentando el tamaño de las turbinas”, explica Carmichael Roberts, de Breakthroughe, en declaraciones recogidas por New Atlas: "Si bien esta estrategia ha tenido éxito en la reducción de costes, ahora se enfrenta a problemas de ubicación y coste de los materiales. El enfoque único de Airloom puede resolver ambos problemas, abriendo oportunidades de mercado para la energía eólica".

Imágenes: Airloom Energy

En Xataka: La revolución solar de Light Humanity: placas y energías renovables contra la pobreza energética

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com

VER 3 Comentarios

Portada de Xataka