Westinghouse ha desarrollado un microrreactor nuclear que ya ha captado el interés del Departamento de Energía de EEUU y las autoridades canadienses
La compañía Westinghouse se ha fijado un objetivo ambicioso en materia energética: crear un dispositivo fácil de transportar, potente, que requiera un mantenimiento mínimo y pueda llevar un flujo continuo a lugares tan remotos o necesitados de electricidad como una comunidad apartada, regiones afectadas por desastres naturales o incluso, por qué no, futuras bases construidas en la Luna o Marte. Y por si semejante desafío no se las trajese ya de por sí, sus técnicos han querido que opere además sin agua ni dejar una huella de emisiones de CO2.
El resultado se llama microrreactor eVinci.
Y prueba de su potencial es que ha captado ya el interés, entre otras entidades, del Departamento de Energía de Estados Unidos o las autoridades canadienses.
Un reactor nuclear "transportable". Al presentar su minirreactor, Westinghouse incide en dos ideas: su potencia y lo fácil que resulta moverlo e instalarlo, lo que lo convierte en una alternativa más ágil y económica que las centrales. "Su pequeño tamaño permite transportarlo y un despliegue rápido in situ, en contraste con las plantas que exigen grandes obras", destaca la compañía. Según sus cálculos, eVinci es capaz de producir cerca de 5 MWe con un diseño de núcleo de 13 MWth. Además el núcleo de su reactor está diseñado para que funcione ocho o más años "a plena potencia" antes de tener que repostar.
eVinci saldrá de la fábrica ensamblado, se transportará en contenedores y requerirá poco personal y "una alteración mínima del terreno" en el que se vaya a ubicar. Sus creadores reivindican que permite llevar energía "libre de CO2, segura y escalable" allí donde resulte necesaria y con diferentes propósitos, incluida la generación de electricidad o su uso en calefacción. A modo de ejemplo, hablan de minas, centros industriales y de datos o instalaciones de defensa.
¿Qué cifras maneja? En su ficha Westinghouse aporta algunas cifras que ayudan a comprender mejor el alcance de eVinci. "El microrreactor tiene muy pocas piezas móviles y funciona como una batería, proporcionando versatilidad para sistemas de energía que van desde varios kilovatios a cinco megavatios de electricidad, suministrados 24 horas al día, siete días a la semana durante más de ocho años sin repostar", explica. Westinghouse calcula que cada uno de sus reactores reducirán hasta 55.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Sin necesidad de agua. Una de las principales peculiaridades de eVinci es que no necesita agua ni para su funcionamiento ni para refrigerarse, una ventaja que lo hace interesante para lugares aislados en los que escasee ese recurso. Para operar el reactor usa tecnología Heat Pipes, que "elimina la necesidad de refrigerante del reactor y agua de refrigeración"; y combustible TRISO, una alternativa que juzga más resistente a las altas temperaturas, la corrosión y la oxidación que los combustibles que usan habitualmente los reactores convencionales.
"La tecnología de batería eVinci es transportable. También proporciona electricidad y calor libres de carbono, no utiliza agua y puede retirarse por completo del sitio después de funcionar de forma continua durante ocho años o más", destacaba en noviembre Patrick Fragman, presidente de la compañía. El dispositivo incorpora además un sistema pasivo de eliminación del calor (PHS) que funciona con convección natural y transferencia del calor por radiación, una solución que "proporciona una eliminación segura y fiable del calor".
A la hora de diseñar su pequeño reactor el equipo ha confiado además en la tecnología Heat Pipe para "eliminar el riesgo de accidentes por altas presiones del sistema y la pérdida de refrigerante". En cuanto a la gestión del reactor, la empresa asegura que es recargable y el combustible ya gastado se puede almacenar a largo plazo en los denominados "DGR", depósitos geológicos profundos.
Mirando al espacio. La compañía apunta alto con su prototipo. En sentido simbólico. Y literal. Sus responsables aseguran que eVinci puede aportar calor tanto para calefacciones como para aplicaciones industriales y que el reactor puede ampliarse o reducirse con facilidad en función de las necesidades, una ventaja que sumada a su "transportabilidad" le lleva a plantear sus ventajas para minas, bases militares, infraestructuras críticas, la generación de hidrógeno, el abastecimiento de poblaciones situadas en regiones remotas y aisladas… o incluso, yendo varios pasos más allá, en futuras colonias situadas en la superficie lunar.
Respaldo institucional. Por lo pronto Westinghouse ha logrado hacerse con algunos apoyos importantes. En octubre anunciaba por ejemplo que eVinci había recibido el respaldo del Departamento de Energía (DOE) de EEUU para desplegar en el Laboratorio Nacional de Idaho un reactor de pruebas, un prototipo a escala de uno de sus dispositivos. El objetivo, explicaba Kathryn Huff, subsecretaria de Energía Nuclear del DOE, es "acercar un paso más a la realidad" los pequeños reactores nucleares. Dentro de la misma iniciativa, el organismo respaldó proyectos de otras dos firmas: Radiant y Ultra Safe Nuclear Corporation.
Hace un mes la empresa sacaba pecho también por el proyecto del primer eVinci en Canadá, un sistema que se instalará en Saskatchewan. Como explicó entonces el primer ministro de Saskatchewan, Scott Moe, el proyecto cuenta con 80 millones de dólares de financiación gubernamental para la concesión de licencias y otros trabajos, y se espera que esté concluido para finales de esta misma década.
Imágenes y vídeo: Westinghouse 1, 2 y 3
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