El último reto del Guggenheim de Bilbao no tenía nada que ver con el arte: encontrar paneles solares que le sirvieran

  • Se han instalado 300 paneles solares con una potencia de 80 kW que cubren el 100% de la luz en sus salas

  • En enero empezaron con otros 90 paneles para su almacén

Guggenheim Bilbao
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Cada vez está más claro que el futuro de la energía son las renovables. Un ejemplo es China que, aunque sigue construyendo centrales de carbón, tiene previsto cumplir con sus compromisos de emisiones de carbono seis años antes de lo previsto. La clave es una inversión salvaje en renovables (pese a la crisis de sobreproducción de paneles solares) que se traduce en una capacidad eólica y solar que crece en 10 GW cada 15 días.

En España, las renovables están consiguiendo que la riqueza industrial se redistribuya por la España vaciada y es una industria que sigue creciendo en España a buen ritmo. Y actos como los del museo Guggenheim en Bilbao son un ejemplo de que, aunque a veces es complicado, se puede optar por la energía solar para alimentar un enorme edificio.

Visto bueno de Frank Gehry. El Museo Guggenheim es una obra arquitectónica fascinante. Fue diseñado por el arquitecto Frank Gehry y, con un peculiar diseño en forma de barco, lleva casi 30 años coronando uno de los costados del río Nervión. El propio museo es un ejemplo del deconstructivismo y colocar placas solares en su fachada era algo tremendamente complicado. No porque no se pueda, sino porque necesitaba el visto bueno de los máximos responsables del edificio en un caso similar al que vive el casco histórico de muchas ciudades españolas.

Los paneles no podían alterar la estética, pero como afirman desde el museo, tanto Gehry como el Ayuntamiento de Bilbao dieron el visto bueno a la colocación de 300 paneles en las azoteas. Están ubicados en las dos cubiertas más amplias del edificio y cumplen dos premisas: no son visibles desde la calle y quedan perfectamente integradas en el edificio gracias a un color que casa con el de los lucernarios del museo.

80 kW. El proyecto comenzó en enero de este año con la colocación de 90 paneles en el almacén externo del Museo que estaba aportando una media del 30% de la demanda de electricidad del edificio, aunque aclaran que, en los días soleados, los paneles cubrían las necesidades eléctricas del almacén. La novedad son los mencionados 300 paneles en las azoteas del edificio principal.

Esto va a permitir un ahorro del 5% en el consumo del museo y parece poco, pero como comentan, los paneles cubrirán las necesidades de iluminación de todas las salas de exposición. En total, y como confirma Iberdrola, tienen una potencia de 80 kW que permitirá un autoconsumo anual de 80 MWh. En PV-Magazine podemos ver que son paneles FU 360 M Silk Plus Silver de la empresa italiana FuturaSun.

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100% de energía renovable. El Guggenheim de Bilbao ha emprendido un camino para ser más verde y afirman que, desde que comenzaron a aplicar parámetros de control de temperatura y humedad relativa adaptados a las condiciones exteriores, han reducido en un 35% su consumo de gas y en un 6% el de electricidad.

Además, desde el 1 de junio de 2024 la totalidad de la energía eléctrica aportada al Museo tiene un origen sostenible gracias a la instalación de las nuevas placas. Los planes de cara a final de año es controlar aún más esos parámetros de humedad relativa mientras se acogen a las recomendaciones del ICOM para la conservación de las obras de arte.

Controlando el CO2. La instalación de estos paneles es equivalente a la plantación de 800 árboles y evitará la emisión de 16 toneladas de CO2 a la atmósfera. Muchas empresas y países están embarcados en la aventura de reducir sus emisiones de cara a los próximos años y, como decíamos, ese futuro pasa por unas renovables que ya están dando frutos al representar más de un tercio del suministro eléctrico global.

Megaplantas eólicas como las de India o solares como las de China están ayudando a conseguir este objetivo y hasta estados de Estados Unidos tradicionalmente ligados al petróleo, como Texas, se están pasando a los campos repletos de placas fotovoltaicas.

Imagen | Iberdrola

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