Si hay un lugar donde los tejados se han llenado de paneles solares es California. Hace buen tiempo, tiene algunos de los barrios más ricos de Estados Unidos y, hasta hace poco, daba buenos incentivos para instalar módulos fotovoltaicos, llegando incluso a regalarlos. ¿Por qué ha dejado de hacerlo?
Demasiados paneles solares. California ha reducido las subvenciones para la instalación de paneles solares en los tejados después de que los precios de la electricidad se pusieran en negativo los días soleados de primavera en los que la red ha tenido menos demanda.
El estado cuenta ya con 47 gigavatios de capacidad instalada en energía solar. En teoría son suficientes para iluminar 13,9 millones de hogares, una cuarta parte de la población de California, pero en la práctica, buena parte de la producción termina desechándose.
Electricidad que no va a ningún lado. Ocurre desde hace varios años y, aunque es más prominente en primavera, empieza a pasar en otras fechas. Por ejemplo, durante el verano de 2022, en plena ola de calor y con el aire acondicionado a máxima potencia, los operadores eléctricos de California rechazaron miles de megavatios-hora de energía solar y eólica que podrían haberse vertido en la red.
Es una paradoja propia de California, uno de los estados más pujantes de Estados Unidos en la transición a energías renovables: ha acumulado tanta producción renovable que no puede aprovecharla entera durante las horas pico de producción, ni tiene capacidad para almacenarla.
Desacelerando la transición. Unos 400.000 hogares estadounidenses instalan paneles solares en sus tejados cada año, según el Washington Post. Contra todo pronóstico, el ritmo de instalaciones podría ralentizarse ahora que California ha reducido los incentivos por exceso de producción, algo que imitarán otros estados cuando se vean en la misma situación.
Desde la década de los 90, California ha pagado a los propietarios de paneles solares en tejados entre 0,20 y 0,30 dólares por cada kilovatio-hora de electricidad que vertían en la red, pero hace un año cambió el sistema por uno que solo compensa a los nuevos propietarios con el valor neto de la energía en la red, que en primavera puede ser cero. Los instaladores de paneles solares ya están notando la desaceleración.
Esperando las baterías. Es quizá el menos preocupante de los problemas energéticos del mundo, pero supone un desafío para los operadores eléctricos, ya que el sol no brilla todo el tiempo y la demanda de otras fuentes de energía tiene forma de "u": alta por la mañana, nula a mediodía y otra vez alta por la noche.
Una vez construidos los paneles solares, la energía solar no contamina. Pero sin las suficientes baterías para almacenarla, no se pueden clausurar otras fuentes.
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