La energía eólica es uno de los recursos renovables más utilizados a nivel global. En España, por ejemplo, destaca por tener un papel protagónico en el mix eléctrico nacional y por haber batido varios récords de generación instantánea. Pero no todo son ventajas. Esta alternativa también llega acompañada de varios retos.
Cuando se planifica la instalación de cualquier parte eólico, ya sea en tierra o en aguas no muy profundas (offshore), se tiene en cuenta el terreno y la constancia del viento. Pese a que los lugares se eligen cuidadosamente, hay momentos en los que la presencia del viento es irregular, lo que condiciona la generación de electricidad.
Almacenar la energía para utilizarla cuando sea necesario
El almacenamiento de energía puede ser una respuesta idónea ante el mencionado problema. Podemos almacenar energía en momentos de generación ideal para utilizarla cuando hay menos viento. Ahora bien, dado que los generadores no pueden almacenar energía directamente, es necesario añadir componentes adicionales.
Una startup sueca llamada Sinonus tiene una interesante propuesta: en lugar de utilizar baterías tradicionales, pilas de combustible de hidrógeno u otras soluciones de almacenamiento, propone que las palas de los aerogeneradores se conviertan en unas baterías gigantes. Esto permitiría reducir la dependencia de estructura complementarias.
Estamos hablando de una tecnología proveniente de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Gotemburgo. Los especialistas describen a su propuesta como una “solución polivalente” que consiste en aprovechar la fibra de carbono presente en algunos materiales estructurales para convertirlos, literalmente, en baterías integradas gigantes.
Sinonus explica que tanto las palas de los aerogeneradores como las baterías son unidades separadas. Cada una cumple su función independientemente. Lo que plantean es un esquema multipropósito destinado a contribuir positivamente al medio ambiente al añadir una función adicional a los sistemas eólicos sin añadir peso o volumen.
Todavía queda un largo camino por recorrer, pero la firma dice que ha creado un compuesto a base de fibra de carbono que cumple la mencionada doble función: ofrece resistencia estructural y almacena energía. Esto ha sido posible gracias a un “electrolito especialmente desarrollado” que puede ser utilizado en construcciones ligeras.
Esta interesante iniciativa, cabe señalar, no se limita a aerogeneradores. Sinonus imagina un futuro donde este tipo de estructura también sea útil en vehículos, edificios u ordenadores. Pero la fibra de carbono, al menos de momento, tiene una importante desventaja: su rendimiento es reducido en comparación con las baterías de iones de litio tradicionales.
Ver 4 comentarios