Obtener energía del aire, del entorno, un sueño. Y no nos referimos a los gigantes eólicos sino a las ondas que viajan a sus anchas. Intel por ejemplo ha realizado un ejercicio que pese a carecer de usos prácticos más allá de la curiosidad, nos demuestra que las ideas que varios fabricantes presentaron en el pasado CES para alimentar sin cables dispositivos dentro de un entorno controlado no parece una utopía al fin y al cabo.
La prueba de Intel se realizó con una antena que apuntaba a un repetidor situado a unos 4 km de distancia. Las emisiones UHF (las que recibe nuestro televisor, por ejemplo) que recogió sirvieron para alimentar un pequeño dispositivo conectado al recolector. La energía equivalente que se ha obtenido es apenas la de una pila AAA.
Para gadgets grandes queda mucho camino por delante, pero etiquetas RFID o dispositivos similares podrían aprovecharse de esa energía que nos rodea.
Vía | Crunchgear.
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