Su propósito es desarrollar un reactor de demostración de energía de fusión que sea capaz de generar electricidad
FAST debería culminar durante la década de 2030 entregando entre 50 y 100 MW de potencia
A Japón la fusión nuclear no le resulta en absoluto ajena. Este país asiático es una de las naciones que están involucradas directamente en el diseño y la construcción de ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), el reactor experimental de energía de fusión que está siendo construido en la localidad francesa de Cadarache. Además, trabaja codo con codo con Europa en la puesta a punto del reactor experimental JT-60SA, que está alojado en Naka, una pequeña ciudad no muy alejada de Tokio.
La dedicación de Japón a estos dos proyectos es muy importante, pero su estrategia en lo que concierne a la energía de fusión no acaba aquí. Precisamente acaba de anunciar la puesta en marcha de un nuevo proyecto de fusión conocido como FAST (Fusion by Advanced Superconducting Tokamak), una denominación que podemos traducir como 'Fusión mediante un Tokamak Superconductivo Avanzado'. Su propósito es, ni más ni menos, desarrollar un reactor de demostración de energía de fusión que sea capaz de generar electricidad.
Japón pretende tener el diseño preliminar del reactor en 2025
El propósito de ITER, la máquina de la que tantas veces hemos hablado en Xataka durante los últimos seis años, no es generar electricidad. Su objetivo es demostrar la viabilidad de la reacción de fusión nuclear para obtener grandes cantidades de energía. Cuando haya alcanzado su meta los países involucrados en su puesta a punto construirán DEMO, una planta de demostración que utilizará todo lo aprendido en ITER e IFMIF-DONES para, esta vez sí, generar electricidad y allanar el camino a las primeras centrales eléctricas de energía de fusión.
FAST en esencia persigue un propósito muy similar al de DEMO, pero a una escala menor. Japón pretende tener listo el diseño preliminar del reactor en 2025, y, como hemos visto unas líneas más arriba, se tratará de un diseño de tipo tokamak que recurrirá al confinamiento magnético de un plasma que contendrá los núcleos de deuterio y tritio, los dos isótopos del hidrógeno involucrados en la reacción de fusión que permite la obtención de energía. ITER y los reactores experimentales JET (Joint European Torus), alojado en Oxford (Inglaterra), y JT-60SA japonés, son diseños de tipo tokamak.
Según sus responsables el proyecto FAST debería culminar en la década de 2030, y debería hacerlo generando entre 50 y 100 MW de potencia durante una descarga de 1.000 segundos como resultado de la combustión de los núcleos de deuterio y tritio. Como hemos visto más arriba, FAST no será una planta comercial de generación de electricidad, pero su propósito es resolver todos los desafíos que plantea la construcción de una central eléctrica comercial de energía de fusión. Como ambición no está pero que nada mal, especialmente si tenemos presente que el consorcio que respalda a ITER prevé en el mejor de los casos que las plantas comerciales llegarán durante la década de los 60.
"FAST estará diseñado para realizar pruebas técnicas integrales con plasmas de fusión y generación de energía. No solo contribuirá al desarrollo de prototipos en Japón, sino también al avance seguro y acelerado de diversas estrategias de fusión que están desarrollándose en todo el mundo", explica uno de los responsables del proyecto. Todavía no está claro cómo esperan resolver los técnicos que participan en esta iniciativa la estabilización del plasma, la irradiación del manto interior de la cámara de vacío o la regeneración del tritio, entre otros desafíos, pero no cabe duda de que es un proyecto muy interesante. Y, sobre todo, muy prometedor. Ojalá salga bien.
Imagen | F4E/QST
Más información | Interesting Engineering
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