Nadie diría que un problema político entre Serbia y Kosovo es capaz de robarle tiempo al resto del viejo continente. Al menos no literalmente. Pero justo eso es lo que parece haber estado pasando desde enero. Ahora, hasta seis minutos de retraso se notan en nuestros despertadores y la culpa está en la red eléctrica.
¿Quién devolverá los 113 GWh?
La european network of transmission system operators for electricity, o ENTSOE, publicaba recientemente una nota de prensa en la que acusaba al área de control de Serbia, Macedonia y Montenegro, y en concreto a Kosovo y Serbia, de los desvíos de energía ocasionados desde comienzos de año. Desvíos que han provocado la pérdida de 113 GWh.
Esto, indicaban en la nota de prensa, jamás había ocurrido y ha provocado una bajada en la frecuencia de toda la red. Esta es la razón de que los despertadores "hayan perdido" hasta seis minutos de tiempo en su cuenta. Los relojes están controlados por la frecuencia del sistema eléctrico, y no por un cristal de cuarzo (como muchos relojes de muñeca).
Por tanto, al haber estado por debajo de los 50 Hz, estos despertadores han sufrido un molesto retraso que ahora tratará de compensarse subiendo de nuevo la frecuencia ligeramente por encima de los 50 Hz. A día de hoy el sistema todavía permanece a unos 49,99 Hz gran parte del tiempo, a pesar de las subidas puntuales, lo que supone una pérdida de unos 340 segundos.
La ENTSOE ha advertido que alguien deberá responder por esos seis minutos perdidos en los relojes, aunque nadie explica a quien se responsabilizará por ello. Y es que la razón, indican las fuentes, es meramente política. Un conflicto entre Serbia y Kosovo que ha afectado a todo el bloque eléctrico europeo. ¿Pero por qué? ¿Qué tiene que ver la relación entre estos dos países y la pérdida de potencia con tu reloj?
De Kosovo y Serbia a tu dormitorio
Para entender mejor este tema, en Xataka nos hemos puesto en contacto con Rubén Lijó, experto en ingeniería de alta tensión y sistemas eléctricos de potencia, cuya investigación va encaminada en estos asuntos. "Son sistemas eléctricos interconectados", explica el ingeniero. El Sistema Eléctrico Continental Europeo es un complejo que engloba a un gran número de países y sistemas locales. Un fallo en uno de estos sistemas puede suponer un desajuste en todos los demás.
Por ello, la pérdida de estos 113 GW de potencia afecta a todo el sistema, tal y como nos explica Rubén. "La energía eléctrica se adapta a la potencia necesaria en cada momento, según las necesidades de la población. Los sistemas de almacenamiento con los que contamos para grandes potencias no son suficientes para almacenar cantidades significativas, sino que simplemente sirven de apoyo a la red. Precisamente por esto la energía es producida en las centrales según las necesidades de la población de manera instantánea".
"Al hablar, en este caso, de sistemas eléctricos europeos interconectados, esta energía generada puede ser repartida, exportándose o importándose según las necesidades". Un fallo puede suponer un colapso del sistema completo, aunque hay medidas para que esto no ocurra. Y esas medidas afectan a todos los integrantes del bloque energético, lo que quiere decir que aunque la pérdida esté entre Kosovo y Serbia, finalmente, llega al despertador de tu dormitorio.
¿Por qué la potencia afecta a la frecuencia que te llega?
Como decíamos, la pérdida de potencia ha ocasionado un descenso de frecuencia de toda la red. ¿Por qué ha pasado esto? "La frecuencia en red la fijan los generadores síncronos convencionales, y su comportamiento se rige mediante la ecuación de oscilación de la máquina síncrona", nos comenta el ingeniero. "Con esta ecuación vemos que cuando un generador deja de funcionar en un sistema en el que hay muchos generadores, se ocasiona un frenado en la velocidad angular del resto, lo que aporta cierta inercia para suplir el defecto de generación del que ha dejado de trabajar. Esto produce una bajada en la frecuencia".
Esta, como ilustra el experto, sería la relación entre la potencia y la frecuencia. "Para que la frecuencia permanezca en 50 Hz tras el transitorio, operan una serie de sistemas de regulación que se encargan de recuperar el nivel de frecuencia. Exactamente lo mismo ocurre cuando, en vez de dejar de funcionar un generador lo que ocurre es que aumenta una carga. El sistema lo que ve es que la balanza generación-consumo se desequilibra, y en estos dos casos el consumo acaba siendo mayor a la generación".
"Si se desequilibrase la balanza siendo mayor la generación al consumo ocurre el procedimiento inverso: aumenta la frecuencia en el transitorio, actúan procesos de regulación, y se restablece la frecuencia". Según Rubén, lo que ha ocurrido es que los sistemas pertenecientes a este bloque han estado a un nivel inferior a 50 Hz durante el régimen estacionario, no únicamente durante el transitorio. Es decir, que la frecuencia inferior a 50 Hz se ha prolongado en el tiempo como si fuera el valor adecuado. ¿Y por qué han permitido que esto ocurra? Esa es la pregunta del millón. Quién sabe si lo llegaremos a saber a ciencia cierta. Mientras tanto, la ENTSOE sigue buscando a un responsable que se haga cargo de esos "seis minutos" que nos han robado a todos.
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