Los paneles solares se enfrentan a distintos condicionantes que merman la cantidad de energía que pueden obtener a partir de la luz solar. Uno de esos condicionantes es la temperatura que pueden alcanzar al estar expuestos al sol. Cuanto mayor es la temperatura de la superficie solar, menor su eficiencia. Unos investigadores tienen una solución: enfriar los paneles solares haciéndolos transpirar, literalmente.
La idea ha sido publicada en un estudio en Nature, donde los investigadores describen cómo es la técnica mediante la que consiguen que los paneles solares se enfríen automáticamente cuando alcanzan determinadas temperaturas para así recuperar parte de su eficiencia. Esto es esencial en un ámbito como el de los paneles solares donde cada décima de aumento de la eficiencia de conservación es importante.
Cuando los rayos del sol impactan sobre la superficie del panel solar, este trata de convertirlos en energía eléctrica que almacenar. Sin embargo parte de esa energía se pierde en la transformación y se libera en forma de calor que aumenta la temperatura del panel solar. Las temperaturas que superan alrededor de los 25 grados centígrados comienzan a reducir la eficiencia del panel solar. Una de las soluciones ha sido enfriar los paneles con agua, pero no siempre es un bien disponible, especialmente en zonas áridas.
El gel que absorbe agua de noche y la expulsa de día
Como cometan en New Atlas, la idea para solucionar esto para unos investigadores de la Universidad Kaust de Arabia Saudí pasa por recubrir los paneles solares con un gel especial. Este gel absorbe agua que se condensa durante las temperaturas más frías de la noche. De día, cuando el panel se calienta, el gel expulsa el agua acumulada durante la noche en forma de vapor. Este vapor en principio consigue enfriar ligeramente el panel solar, de una forma similar a la que le ocurre al cuerpo cuando transpira mediante la piel.
El gel está compuesto por cloruro de calcio, un compuesto que extrae vapor del agua del aire y lo almacena como líquido en nanotubos de carbono dentro del gel. Cuando esto ocurre el gel actúa de forma similar a una esponja, aumenta su tamaño para mantener el agua en su interior. Al evaporarse con el calor el gel reduce de nuevo su tamaño.
Según las pruebas que han hecho, la temperatura del panel solar puede disminuir hasta 10 ºC, que desde luego es una cifra considerable. Así mismo, la producción de electricidad aumentó un promedio de entre el 15% y el 19%, significativo también. Similar a este gel meses atrás vimos un proyecto donde los paneles absorbían el agua pero para transformarla en agua potable que se pueda utilizar.
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