Los paneles solares fueron inaccesibles durante años para muchos, pero la firme apuesta de la industria china por la industria fotovoltaica, ha permitido bajar los precios. También ha dejado fuera de juego a los fabricantes norteamericanos y europeos debido a unos precios de derribo y a unas exportaciones contra las que los fabricantes occidentales no han podido luchar. Esto está permitiendo que muchas personas se planteen apostar por la energía solar para sus hogares.
Y los alemanes están como locos por instalar paneles fotovoltaicos.
Paneles como vallas de jardín. Aunque el precio haya caído, sigue suponiendo una inversión importante apostar por la energía solar. No sólo hay que cambiar algunos componentes en caso de que no estén actualizados, sino que llenar de placas el techo de una vivienda sigue siendo caro. Por eso, hay quien está buscando alternativas para sufragar parte de su consumo. Por ejemplo, colocando paneles solares como si fuera una valla en el jardín para aprovechar ciertas horas de luz.
Y si el presupuesto acompaña, siempre se pueden poner más paneles tanto en el tejado como en el propio muro, convirtiendo algo que sirve para delimitar la propiedad y protegerla en una fuente de energía. Un ejemplo es el de Peter Helm, un alemán que ha levantado una valla de 16 metros de largo y 1,8 metros de alto a base de paneles. Y no sólo es un capricho, ya que afirma que un segmento de valla de 1 x 1,8 metros cuesta 77 euros, mientras que un panel solar de dimensiones similares se puede conseguir por 55 euros. Eso sí, es bastante menos estético y se ha cargado el seto, aunque afirma que tiene otros 50 metros de valla vegetal.
O para aprovechar el balcón. Está claro que, con esas dimensiones, el caso de Helm no es uno que se pueda aplicar a la mayoría de la población, pero lo que sí abundan son las viviendas con balcón. Y si no se tiene espacio para levantar un muro de paneles solares, seguro que hay unos metros de terraza que poder forrar. Sin salir de Alemania, se puede ver que hay tiendas de bricolaje en los que se están promocionando sistemas de placas específicamente para balcones.
La Bundesnetzagentur (la autoridad alemana responsable de electricidad, gas, telecomunicaciones y correos) habría recibido más de 50.000 peticiones de nuevos sistemas solares de este tipo. Se estima que habría 400.000 actualmente cuando en el verano pasado se contaban 230.000. Es un crecimiento muy importante debido a esa bajada de precio a nivel global, a que es cada vez más sencillo instalar este tipo de paneles debido a kits preparados para ello y a que la regulación se está relajando.
Hay limitaciones, pero ayudan las subvenciones. Eso ha formado el cóctel ideal para que cada vez más ciudadanos apuesten por esta tecnología, pero parece que la clave son las subvenciones. El Gobierno ofrece ayudas de entre 50 y 1.450 euros para instalación de paneles en residencias, entre otras subvenciones como la de hasta 10.200 euros si tienes un coche eléctrico y quieres poner placas. El presupuesto del programa era de 300 millones y, tan sólo 24 horas después de ponerse en marcha, se agotó con 33.000 peticiones.
Sigue habiendo algunas limitaciones, como que sólo se permiten instalaciones con una potencia de hasta 600 vatios, tienes que pedir permisos y tener un contador bidireccional que pueda medir tanto la electricidad que consumes de la red como la que se inyecta a la misma.
España. Si hay dos cosas que hay en abundancia en España son pisos y Sol. Guste o no, España es un país de pisos y esto es algo que podría dificultar la instalación de placas solares porque, al final, no depende sólo de nosotros. Es posible que haya normativas municipales al respecto, como las que existen para el trato de fachadas de edificios, o regulaciones en comunidades de propietarios o edificios con régimen de propiedad horizontal. En una vivienda individual es mucho más fácil y un ejemplo es este kit de EcoFlow que analizamos hace un tiempo.
Si no hay impedimentos legales, lo cierto es que la instalación de paneles solares en el balcón está bastante avanzada en España, con sistemas totalmente autónomos que podemos instalar en unos minutos e incluyen un acumulador como otros como los de Ikea y los que, directamente, están promocionados por las empresas energéticas. Y es algo que nos ayuda a ahorrar, aunque amortizar los paneles lleva entre seis y ocho años, por lo general.
¿Tendencia europea? Los casos de España y Alemania se corresponden con una bajada de los precios, una regulación que permite un fácil acceso a la tecnología y a las propias empresas energéticas ofertando este tipo de soluciones. Esto es algo que puede iniciar una ola de este tipo de instalaciones a nivel europeo, pero aunque ahora las cosas sean mucho más fáciles que hace unos años, lo cierto es que apostar por desconectarse de la red (en parte o totalmente) sigue siendo una apuesta con algo de riesgo.
No olvidemos que hace no tanto estaba el llamado “impuesto al Sol” que tenía peajes y limitaciones, como la instalación en comunidades de vecinos. Se derogó en 2018, permitiendo esa explosión en el autoconsumo, pero precisamente Alemania fue uno de los países más duros con este autoconsumo y si entran gobiernos que no estén a favor de las políticas actuales, podríamos retroceder.
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