Podo se define a sí misma como, "una nueva compañía comercializadora de electricidad que da respuesta a la anómala situación del mercado eléctrico en España. Podo es ahorro y control. Ofrece unas tarifas competitivas comprometiéndose a mantenerlas fijas durante un año y, además, ofrece herramientas para ser dueño de tu consumo".
Sobre el papel, pinta bien, aunque estoy seguro que todos hemos leído palabras parecidas cada vez que aperece una nueva comercializadora de electricidad que viene a revolucionar el mercado, como por ejemplo Pepeenergy. Así es como pretende lograrlo
¿Por qué nace Podo?
Durante su presentación, los creadores de Podo, Eugenio Galdón, Fundador y presidente de ONO durante 17 años, y Juan Béjar y Joaquín Coronado, que también formaban parte del equipo, resumieron el espíritu de Podo recuperando un viejo anuncio de la OCU en el que un hombre entraba en un bar y pedía un café.
Tras disfrutarlo, fue a pagar, y el camarero le dijo: son 40 céntimos por la materia prima, 5 por la electricidad de la máquina, 15 por el usufructo del taburete y la barra, 25 por el servicio y 15 por los costes repercutidos de los seguros contra la subida del precio del café.
"Y porqué me haces sumarlo todo en vez de decirme, es un euro" - le comenta el cliente. A lo que el camarero contesta: "lo siento, es que antes trabajaba en el sector eléctrico".
Un buena manera de definir el sector, con facturas realmente complejas de entender, y precisamente todo lo contrario que busca Podo, cuyo objetivo es transformar algo innecesariamente complejo en algo simple y accesible, poniendo a trabajar a la tecnología para lograrlo.
¿Qué tiene Podo de especial?
Lo que hace diferente a Podo es sacar partido de los datos de consumo de los usuarios para poder ofrecer tarifas a medida y al instante. ¿Cómo lo consigue? Pues resulta que, desde hace tiempo, todas las distribuidoras y comercializadoras eléctricas tienen a su disposición los datos de consumo de todos los puntos de servicio.
Esta información -que solo pueden utilizar para fines relacionados con el servicio- ha estado sin explotar durante mucho tiempo, y Podo ahora la utiliza para poder darnos una tarifa personalizada y adaptada a nuestros datos y hábitos de consumo reales con tan solo proporcionar nuestra dirección. Ahí radica la revolución.
Partiendo de ese dato, Podo ofrece dos tipos de tarifas:
Fijo: con esta tarifa pagaremos lo mismo todos los meses. Gracias a que dispone de nuestro consumo eléctrico del año anterior, el algoritmo predice nuestro consumo de los próximos 12 meses y calcula la cuota mensual. Si, una vez transcurrido el año, hemos consumido más de lo estimado, el sobrecoste se incorpora a la cuota del años siguiente, ajustando también el consumo previsto. Y si sucede al contrario, que hemos sido ahorradores y hemos gastado menos, nos devuelve la diferencia con un 3% de interés anual.
Flexi: esta tarifa es más convencional, y pagaremos cada mes en función de lo consumido. Aquí lo que supone una diferencia con respecto a otras comercializadoras es que Podo nos recomienda el tipo de tarifa (con discriminación horaria o sin ella) que mejor se adapta a nuestros hábitos de consumo.
La gran diferencia de estas dos tarifas con respecto a otras que habían aparecido ya en el mercado estriba en el uso de los datos disponibles. Por ejemplo, Gas Natural Fenosa lleva un tiempo ofreciendo una especie de tarifa plana de electricidad, pero no se adapta perfectamente al consumo del cliente (va por tramos, y los escoge el cliente) mientras que esta es completamente a medida, calculada en función de un consumo real y concreto.
Por otro lado, otras compañías ofrecen a sus clientes recomendaciones sobre las tarifas que más les conviene (con o sin discriminación horaria), pero siempre una vez se ha contratado y a partir de los datos de consumo con esa compañía en concreto, nunca antes, que es lo que sí ofrece Podo.
Lógicamente, Podo no sólo aprovecha la tecnología para recomendarnos nuestra tarifa al contratarla, sino que también monitorizará y analizará nuestro consumo constantemente por si en algún momento dado nos interesa cambiar de tarifa. Por ejemplo, si nos cambian el turno en el trabajo y pasamos a consumir más electricidad en otra franja horaria.
Complementariamente, para los que ya son clientes, el análisis es más exhaustivo, y se hace diariamente con los datos de consumo horario.
¿Es Podo más barata que el resto de eléctricas?
Cuando se presentó Pepeenergy, Pedro Serrahima ya nos comentó en una entrevista en exclusiva que "La gente piensa que se puede ahorrar mucho con la electricidad y no se puede", lo cual es cierto.
Ahora comprobaremos que Podo es solo ligeramente más barata que otras comercializadoras, y un poco más cara que la tarifa de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), la llamada "factura de la luz por horas", pero eso no es lo único importante a la hora de contratar una comercializadora eléctrica.
Antes de entrar en materia, conviene distinguir entre distribuidora y comercializadora eléctrica. Las primeras son las que se encargan de llevar la electricidad físicamente a nuestra casa, y hay cuatro en España: Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa y E.ON (que, para liar las cosas, también son comercializadoras) cada una de las cuales tiene una zona geográfica asignada. Comercializadoras, en cambio, puede haber muchas: son las encargadas de comprar la electricidad en la subasta eléctrica y vendérnosla a nosotros, y a su vez pagan a una de estas cuatro empresas por la distribución, que es una gran parte de los costes.
Eso explica el poco margen de maniobra para ofrecer precios realmente bajos, pero igualmente comparemos los de Podo con el resto:
- Con el plan Fijo, Podo ofrece un precio por kWh ligeramente inferior a otras comercializadoras. Por ejemplo, Iberdrola ahora mismo lo tiene en 0,1207 €/kWh, mientras que Viesgo Energía a 0,1216. En Podo pagaríamos el kWh a 0,115 euros. En cuanto a la tarifa con discriminación horaria, los precios son muy similares al resto de distribuidoras.
Sin embargo, no ocurre lo mismo si lo comparamos con la tarifa de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) la que sustituyó en su día a la Tarifa de Último Recurso (TUR), y que es la que tienen la gran mayoría de consumidores (unos 17 millones). Aquí es un poco más difícil comparar precios, ya que como sabéis se trata de un recibo de la luz por horas, pero si revisamos el precio medio de los últimos seis meses, obtenemos un valor de 0,10633 €/kWh, casi un céntimo más barato.
También sucede algo parecido con la tarifa con discriminación horaria. La de Podo marca 0,075€/kWh en horario valle y 0,14 €/kWh en normal, mientras que los últimos seis meses de la tarifa PVPC arrojan unos precios de 0,0582 €/kWh y 0,126 €/kWh respectivamente.
¿Quiere decir esto que la tarifa PVPC es mejor? Pues no en muchos casos, pues se trata de una tarifa confusa, que varía constantemente en función del mercado eléctrico (ahora está bajo, pero puede subir en cualquier momento) y de la hora en la que utilizamos esa electricidad. Nunca sabemos a ciencia cierta cuánto vamos a pagar, y es complicado saber por qué unos meses pagamos más y otros menos, aunque no cambie nuestro consumo.
Podo lo que busca es que contratar y controlar nuestro consumo y entender nuestra factura sea algo sencillo e intuitivo, como lo es por ejemplo la del teléfono, que todos comprendemos: pago "X" euros al mes y tengo "Y" GB de datos y "Z" minutos para llamar. Aquí sería lo mismo, pago "X" euros al mes y tengo "Y" kWh para gastar al año, y que además son exactamente los que suelo gastar, justo a mi medida. Un gran paso hacia delante.
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