Por qué tenemos ya la luz más cara de la historia y qué soluciones se plantean para evitar que siga subiendo

Enrique Pérez

Editor Senior - Tech

Editor especializado en tecnología de consumo y sociedad de la información. Estudié física, pero desde hace más de diez años me dedico a escribir sobre tecnología, imagen y sonido, economía digital, legislación y protección de datos. Interesado en aquellos proyectos que buscan mejorar la sociedad y democratizar el acceso a la tecnología. LinkedIn

Atrás queda aquel 11 de enero de 2002. Más de 20 años después, el precio de la luz ha batido el récord histórico. Un día después de romper la barrera de los 100 euros el megavatio hora, ya tenemos la luz más cara de la historia. Un nuevo máximo histórico para el día de hoy, 21 de julio de 2021, que establece en 106,57 euros/MWh el precio medio de la energía en España, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE).

Si la borrasca Filomena de principios de año encareció la luz, esta tendencia alcista va camino de marcar época. Porque hoy se ha alcanzado el precio máximo, pero nada impide pensar que durante las próximas semanas este coste siga creciendo.

Nuevo récord histórico en el precio de la luz

El mínimo del día de hoy se establece en 100,83 euros al megavatio-hora, mientras que el máximo llegará hasta los 110,64 euros/MWh. Estos niveles tan altos repercutirán en la factura de las personas con la tarifa regulada (PVPC), aunque no directamente. Debemos recordar que el precio de la luz supone el 24% de la tarifa eléctrica final que acabamos pagando los consumidores domésticos.

Imagen: OMIE

Durante este mes de julio se han registrado ya 11 de los 16 precios más altos de la historia, según los datos de OMIE desde 1998 y sin tener en cuenta la inflación. La escalada de precios provocó que el pasado 24 de junio, el Gobierno suspendió el impuesto del 7% a la generación eléctrica durante tres meses para intentar compensar esta subida del coste de la energía. Una medida que por el momento no se ha trasladado en una reducción del precio.

Para entender la escalada hay que fijarse en múltiples factores. Por un lado está el aumento de la demanda. Cuando hay una tormenta o mucho frío, los consumidores necesitan más energía y se producen picos difíciles de abastecer. Algo equivalente ocurre ahora con la subida de las temperaturas, donde hay varias zonas en España con olas de calor.

Las cifras de España no son aisladas, pues en general los números del resto de países europeos son altísimos. Es el caso de Italia, con 103,7 euros/MWh o Francia con 91,01 euros/MWh. Aún así, España tiene hoy en día la energía más cara de la Unión Europea.

En qué influye el mercado del gas

Otros factores que están provocando estos precios los encontramos en el precio del gas y los derechos del CO2. Según detalla Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica que se encuentran "en discusiones con la Comisión Europea para ver de qué modo se puede paliar este impacto".

El precio del gas está en niveles récord, con un coste de 37,48€/MWh, según los datos de MIBGAS. ¿Por qué el precio del gas y los derechos del CO2 afectan al precio de la luz? Para entenderlo debemos explicar cómo funciona la subasta eléctrica. La energía se compra de un día para otro, en función de la cantidad de energía que se estime oportuna. Las que se compran en primer lugar son las más baratas y con menos emisiones, normalmente tanto la energía nuclear como las renovables. Sin embargo, las energías limpias no siempre son suficientes para abastecer toda la demanda. Y ahí es donde entra el gas. Que al emitir CO2, también debe pagar un impuesto asociado.

En picos de demanda como las olas de calor, las energías renovables y la nuclear no son suficientes para abastecer a toda la población y se tira del gas, en precios históricos. Al emitir CO2, también se debe pagar un impuesto asociado. Utilizar mucha energía sale doblemente caro.

Al precio del gas hay que añadir estos derechos del CO2, que van al alza debido a que la Unión Europea busca penalizar las emisiones. En este aspecto, eliminar estos impuestos ayudaría a rebajar el coste de la energía, pero precisamente están ahí para "forzar" que la energía utilizada por los distintos países sea lo menos contaminante posible.

España no es el único país afectado por el coste del gas y los derechos del CO2, pero al necesitar más energía "adicional" también acaba pagando más. Durante el día de hoy, España es el país de la Unión Europea con el precio de la luz más cara. En total, se han negociado 537,80 GWh. En comparación, justo hace una semana el precio era de 84,46€/MWh, pero porque la cantidad de energía que se compró fue de 478,1 GWh. Una cantidad menor y por ende menos necesitada de optar por el gas.

Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el consumo europeo de gas ha aumentado en un 25% estimado en el segundo trimestre de 2021, su mayor aumento interanual trimestral desde al menos 1985. Según apunta la Comisión Europea, las reservas de gas europeas estaban en marzo de 2021 un 30% por debajo de la misma época del año pasado.

Francisco Valverde, analista del mercado eléctrico del Grupo Menta, explica a Xataka que "todo tiene pinta que se va a mantener. Quizás pueda cambiar algo el mes que viene cuando entre en funcionamiento el nuevo gasoducto de Gazprom. Igual teniendo más capacidad baje algo el precio del gas. Es oferta y demanda. No es que Putin tenga potestad para bajar precios. China está manteniendo precios altos de gas, pues están consumiendo alegremente y los almacenamientos están bastante vacíos".

Posibles soluciones y medidas

La solución no es sencilla. Ramón Roca, director de El Periódico de la Energía, apunta que "el Gobierno no tiene gran margen a no ser que toque aquello que no tiene que ver con el precio de la electricidad de nuestras facturas de la luz. Por eso solo puede reducir impuestos, sacar las primas a las renovables (creación del FNSSE) o llevar a los PGE la deuda del sistema eléctrico".

Las dos medidas que actualmente se han hecho desde el Gobierno son la bajada del IVA del 21% al 10% hasta final de año y la supresión del impuesto del 7% a la generación. Dos mecanismos que apuntan a dos puntos de la cadena muy distintos.

"La factura más cara que hemos tenido en un mes fue la de enero de 2017. Si no se hubiera hecho esto del IVA, en julio tendríamos la factura más cara de la historia. Pero no solo no se va a batir, sino que va a bajar de precio respecto a junio", según estima Francisco Valverde.

"El sistema eléctrico es un sistema de suma cero", apunta. Y pese a que el Estado está dejando de ingresar por este impuesto del 7%, sí están ingresando una gran cantidad de impuestos por las emisiones de CO2. Una cosa por otra. Sobre la supresión del impuesto del 7%, Valverde explica que es mucho más difícil de analizar su impacto.

El debate sobre la reforma del sistema marginalista

Con el coste de la energía, se da la situación en que se acaba pagando por un coste establecido igual para todos los tipos de energía, independientemente de si hay una gran porción de energía renovable o nuclear que salga más barata. Esto provoca que si España compra gas, se encarece el coste de la energía no solo para el porcentaje de gas comprado, sino para todo el paquete energético.

Una solución de máximos pasa precisamente por una reforma del sector energético, si bien expertos como Valverde explican que no necesariamente hay que cambiar este sistema marginalista.

"Así funcionan la mayoría de mercados de lo que sea, no solo el eléctrico. Hay un montón de generadores, hay un montón de compradores. Luego hay un algoritmo que ordena esas ofertas y el punto de cruce es el que determina el precio. De tal manera que los que han ofrecido por debajo de ese precio, van a pagar ese precio. Es como funciona la inmensa mayoría de los mercados", argumento Valverde. "Hay mucha gente que quiere cambiar este punto, pero aquí España no puede hacer nada. Toda Europa tiene este sistema".

"El problema no es el sistema marginalista. La teoría te dice que los generadores van a competir en precio, porque el que no entre se queda fuera. ¿Cuál es el problema? Pues que aquí lo pilotan todo tres compañías. Y eso no es un mercado sano", expone Valverde, en referencia a que el mercado español energético está dominado por Endesa, Iberdrola y Naturgy, con el 81% de cuota de mercado. Un dominio del mercado que ya ha derivado en multas de la CNMC. "En distribución quizás hoy por hoy no es factible, pero en generación o comercialización debería haber más competencia", asegura el experto, que expone que en otros países europeos la situación no es muy distinta.

Imagen | Charlotte Venema

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