Solar Impulse 2 es un avión solar que se ha propuesto dar la vuelta al mundo realizando varias escalas. Su último reto significaba además batir un récord si lo lograba: cruzar el Pacífico y hacer el vuelo más largo de la historia: 118 horas en el aire. No ha habido que lamentar accidentes ni contratiempos técnicos durante el trayecto de Japón a Hawaii pero la nave ha salido un poco lastimada.
Según explican portavoces de este proyecto el vuelo ha transcurrido sin mayores problemas pero las baterías del avión han quedado dañadas. Esto hará que la gira del Solar Impulse 2 se retrase un poco y tendrá que quedarse unos meses en Hawaii mientras los ingenieros reparan todos los elementos que han sufrido daños. De momento apuntan a que volverá a funcionar en la primavera de 2016.
Un fallo de previsión retrasa el próximo vuelo
Durante el vuelo, que duró unos cinco días, las baterías se calentaron demasiado y no había ningún sistema de refrigeración que permitiera controlar la temperatura de éstas. Los daños, dice Solar Impulse, no se han producido por un fallo técnico sino por una falta de previsión ya que no contaban que estos componentes se pudieran calentar tan rápido en climas tropicales.
A priori el objetivo de los ingenieros es arreglarlas y que Solar Impulse 2 siga con las mismas baterías con las que comenzó su ruta. Sin embargo, no descartan que haya que cambiarlas si los daños son graves. Todavía no se ha decidido cuál de las dos opciones se tomará.
Pese a que el viaje de este avión solar es toda una hazaña, no está exento de accidentes y contratiempos. En una etapa de Suiza a Asia tuvieron que dar media vuelta por unos problemas del piloto con los ojos. En la última, Japón a Hawaii, tuvieron que retrasar el vuelo por problemas con el tiempo y cuestiones reglamentarias con el aeropuerto desde el que iban a despegar.
Vía | Digital Journal
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