España ha dado un paso histórico en su gran apuesta por el hidrógeno verde. Por primera vez una empresa gasística, Redexis, ha inyectado hidrógeno en la red de gas española. No sin tener que superar primero varios desafíos técnicos.
En corto. Redexis ha anunciado la primera inyección de hidrógeno verde en la red de gas natural de la isla de Mallorca. El hidrógeno se produce con energía solar a partir de la electrólisis del agua en la nueva planta de Lloseta. Después se envía a un mezclador próximo a Palma a través de un hidroducto de 3,2 km.
El mezclador se encuentra en la central térmica de ciclo combinado de Cas Tresoner, que vierte el hidrógeno mezclado con gas natural en el gasoducto Sanson-01. Este a su vez lo redistribuye a la red de 1.200 km de la isla.
Muchas complicaciones. El proyecto Green Hysland representa la primera inyección de hidrógeno verde en el sistema gasista español. Una vez funcione a pleno rendimiento, espera suministrar energía a 115.000 hogares y 2.000 consumidores industriales y terciarios. Además de contribuir a una reducción de hasta 4.000 toneladas anuales de emisiones de CO2 en la atmósfera.
Por ahora, no ha sido un camino de rosas. El electrolizador de Lloseta se inauguró en marzo de 2022 y ha tardado más de dos años en empezar a funcionar por un fallo de diseño que necesitó reparaciones profundas.
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Proyecto pionero. Green Hysland es también el primer proyecto de 'blending' o inyección de hidrógeno verde a gran escala en la red de gas europea. Por ahora solo inyecta un 2% de hidrógeno en la red, pero la infraestructura está preparada para aumentar la proporción al 10 o el 20% sin modificaciones.
El hidrógeno se produce con un electrolizador de 2,5 MW alimentado por paneles solares. Se espera que la planta produzca 300 toneladas anuales de hidrógeno verde que se repartirán desde el hidroducto a toda la red de gas de Mallorca. No solo con el objetivo de descarbonizar la energía de la isla, sino también como motor para la reindustrialización de las islas.
Modelo escalable. El proyecto Green Hysland, que se viene desarrollando desde 2021, cuenta con una financiación de 10 millones de euros de la Clean Hydrogen Partnership de la Unión Europea. La iniciativa reúne a más de 30 empresas, entre ellas Enagás Renovable y Acciona Energía, para poder abarcar toda la cadena de valor del hidrógeno, desde su producción hasta su distribución y uso.
La infraestructura creada en Mallorca sirve como modelo replicable en otras regiones de España y Europa. El éxito técnico del proyecto refuerza la viabilidad del hidrógeno verde como una solución sostenible para reducir las emisiones de CO2 y avanzar hacia fuentes de energía limpias.
Estaremos pendientes de que el éxito se traslade también a lo económico, ya que el hidrógeno verde es más caro que el gas natural, precisamente por la falta de infraestructuras que estamos empezando a solucionar.
Imagen | Redexis
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