Toledo tiene un plan pionero para proteger su casco histórico: convertirlo en una comunidad energética

La iniciativa ha recibido 60 solicitudes de parte de conventos, particulares y empresas

Toledo panel solar
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El impacto visual de las renovables es un motivo de protesta, ya lo hemos visto en espacios naturales, ¿pero qué ocurriría en los cascos históricos de las ciudades? Hemos encontrado discrepancias en Córdoba por el auge del autoconsumo o, incluso, estudios sobre la viabilidad de comunidades energéticas en los barrios céntricos de Granada. Ahora, Toledo quiere ponerlo en práctica en su Casco Histórico, pero sin dañar la vista a sus ciudadanos.

Creación de una comunidad energética. El Ayuntamiento de Toledo ha anunciado la creación de la primera comunidad energética en un Casco Histórico. La iniciativa ha recibido 60 solicitudes de parte de conventos, particulares y empresas. Además, tendrán que hacer una aportación económica para comprar los paneles solares.

La ubicación. Los paneles solares no se van a instalar en el Casco Histórico, básicamente porque está prohibido al ser una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Entonces, ¿dónde se van a instalar? El consistorio ha evaluado cinco ubicaciones diferentes para instalar las placas solares, pero con la condición de que no pueden estar a más de dos kilómetros y tendrá que ser en edificios municipales.

La energía solar llegará a la comunidad energética a través del tendido eléctrico. De este modo, quienes conforman la comunidad se beneficiarán de las ventajas de la energía solar, es decir, ahorrar en la factura de la luz. A la espera de más solicitudes, la implementación del proyecto se espera que llegue en 2025.

¿Cuánta potencia tendrán? La iniciativa tiene un límite de producción de 100 kW, porque es una comunidad sin ánimo de lucro. La energía será distribuida de la siguiente manera: los residentes obtendrán un 5,5 kW, mientras que las empresas y los conventos tendrán hasta 7,5 kW de máxima. Por su parte, un 10% de la energía generada se distribuirá a los edificios institucionales.

¿Qué ocurriría si alguien se quiere dar de baja en la Comunidad Energética? Si alguien decide marcharse, hay que tener en cuenta que las comunidades energéticas son entidades jurídicas abiertas y voluntarias. No obstante, los detalles dependerán de los estatutos específicos que se detallen. En este caso concreto, podría implicar la devolución de la inversión realizada o encontrar un nuevo miembro que ocupe el lugar, aunque dentro de cinco años se espera la amortización.

Hay ya 516 comunidades energéticas similares a las de Toledo a lo largo y ancho de España, reunidas en este mapa elaborado por la Oficina de Transición Energética del Gobierno. Un paso significativo de los roles locales y su visión del futuro en las renovables.

Imagen | Unsplash y Pixabay

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