Uno de los problemas asociadas a la agricultura actual es el uso de pesticidas para preservar cosechas. El exceso de dichas sustancias puede pasar a acuíferos que quedan contaminados. Una cápsula biodegradable capaz de regular en el tiempo el pesticida de su interior podría ser una solución acertada.
La investigación alrededor de estas cápsulas la han llevado a cabo en la Universidad de Almería, y el estudio ha sido publicado en el Journal of Applied Polymer Science. Para fabricarla se ha usado una combinación de capas de tres polímeros biodegradables cada uno de los cuales le brinda a la cápsula una propiedad que mejora el uso de herbicidas en agricultura básicamente reduciendo la cantidad y permitiendo con ello una contaminación menor tanto de las aguas superficiales como las subterráneas.
Menos pesticida y regulado según las necesidades
La primera capa de esta cápsula desarrollada por la Universidad de Almería es un derivado de la lignina, componente de la madera, biodegradable y muy adecuada por su bajo coste y facilidad de obtención. Sobre ella se dispone otro polímero, el polietilenglicol, que permitirá usar menos pesticida en los compuestos del interior de la cápsula, así como hacerlos a medida de forma sencilla.
La última capa es de etilcelulosa, de baja toxicidad y con la propiedad de permitir regular la liberación del pesticida con solo variar su grosor, lo cual puede hacerse a demanda. El resultado es un sistema que consigue disolver el pesticida en el agua poco a poco en vez de inmediatamente como los actuales que se aplican directamente, además de dejar un control de la dosis de forma sencilla.
El próximo reto de los investigadores es conseguir replicar el funcionamiento en laboratorio de pesticidas naturales y semiquímicos cuyo principal problema es que se degradan con la luz.
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