Norberto Mateos lleva algo más de ocho años liderando la estrategia de negocio de Intel en España, pero su trayectoria en la compañía estadounidense va mucho más allá. El actual Director de consumo para la zona EMEA y Gerente de Intel España llegó a las filas de la empresa fundada por Gordon Moore y Robert Noyce en el año 2000 procedente de la cantera de Oracle Ibérica, y desde entonces ha ocupado varios cargos con responsabilidad en las áreas de ventas y marketing.
Dejando a un lado el extenso cargo que refleja su tarjeta de visita, lo más interesante de Norberto es que, como el Ingeniero de Telecomunicaciones que es, no teme entrar de lleno en el dominio de la tecnología y afrontar sus implicaciones más profundas. Durante la hora y media que me dedicó me demostró conocer al dedillo no solo la historia de Intel, sino también cómo ha evolucionado el ecosistema que envuelve al PC desde que el primero de estos ordenadores llegó al mercado en 1981.
Ya han pasado nada menos que cincuenta años desde que Gordon Moore y Robert Noyce fundaron Intel, en 1968, pero el desarrollo tecnológico no ha hecho otra cosa que incrementar los retos que están por llegar
El pasado 18 de julio Intel cumplió nada menos que 50 años. Cinco décadas en las que brillan con luz propia muchos éxitos, languidecen algunos fracasos y también dejan su impronta un puñado de decisiones controvertidas que años después acabaron «en el arcén», como la microarquitectura NetBurst de los Pentium 4 o la adopción de la memoria RDRAM de Rambus.
Sin duda, la de Intel es una trayectoria muy interesante. Y, objetivamente, sin esta compañía no puede entenderse la evolución de la informática personal y profesional, ni como ha alcanzado el estatus que tiene actualmente. Aquí tenéis lo que dio de sí mi hora y media de afable conversación con Norberto Mateos.
Cinco décadas dan para llegar a conclusiones interesantes
¿Cuál es la característica de Intel que ha contribuido con más claridad a posicionarla como la compañía que es hoy en día?
Ante todo Intel está formada por un conjunto de personas que está permanentemente buscando la forma de empujar las fronteras de la tecnología. Desde que Gordon Moore y Bob Noyce la fundaron en 1968 ese ha sido su objetivo, y se extiende desde sus primeros pasos en la fabricación de memorias hasta la actualidad. Una de las consecuencias clave de esta filosofía es la creación del primer microprocesador, en 1971, en un momento en el que Intel era una compañía de memorias y luchaba en un mercado muy competido.
A partir de ese momento se inicia la expansión del ordenador no solo como una herramienta de trabajo, sino también como un compañero importante de la vida de las personas. Una de las características esenciales de la compañía durante todo este período es la forma en que ha conseguido liderar a la industria en determinadas áreas. Intel hace muchas cosas que apenas son conocidas, como es su participación en muchos organismos, entidades y consorcios.
Por ejemplo, en 2003 con Centrino. Previamente ya existía la tecnología WiFi, y, por supuesto, también los ordenadores portátiles, pero teníamos una aproximación muy limitada, sobre todo debido a la fragmentación del mercado. Lo que hizo Intel fue liderar la industria para intentar homologar el acceso a las comunicaciones inalámbricas, de manera que todos los puntos de acceso funcionen con todos los módems sin importar quién los ha fabricado.
Cuando Intel entra en el mundo de los servidores, a mediados de los 90, se encuentra con un mundo muy fragmentado y enormemente propietario. De nuevo, lo que busca es entrar con la misma aproximación de estandarización de capas horizontales que propuso años antes en el mundo del PC. Actualmente Intel está afrontando una transición desde una etapa en la que los microprocesadores para PC han sido la fuente principal de nuestra facturación hacia lo que nosotros llamamos modelos de negocio asociados al dato.
¿Cuáles son los hitos más relevantes que ha alcanzado Intel durante estas cinco décadas de trayectoria?
El primero de ellos para mí sería el inicio de la producción de las primeras memorias, en 1968. Después, en 1971 llegaría el primer microprocesador, que en 1978 se convierte en el 8086 y se consolida como un estándar, dando lugar a la arquitectura x86, que perdura aún hoy. Por supuesto, otro hito crucial es la llegada del primer PC, en 1981. Y una década después, en 1991, lanzamos la marca 'Intel inside', que también es muy importante porque por primera vez una compañía de componentes es visible al usuario final. Es algo fundamental a la hora de crear valor percibido.
Otro hito muy importante porque contribuyó decisivamente a la popularización de la tecnología WiFi fue la plataforma Centrino, en 2003. Y también fue relevante cuando en 2007 sacamos los netbooks porque nos ayudaron a democratizar el uso del PC para muchas familias gracias a sus precios tan asequibles, tanto que el mercado creció con su llegada entre un 7 y un 10%.
También me parece interesante mencionar algunos nuevos negocios en los que nos hemos metido, como cuando compramos el fabricante de semiconductores Infineon, que nos permitió entrar en el mundo de los módems, o de Altera, que nos ayudó en el mercado de los circuitos integrados programables FPGA.
El PC lleva más de una década «en el filo», pero ahí sigue
El rol del PC en particular y el mercado de los semiconductores en general han cambiado mucho durante las últimas dos décadas con la llegada de nuevos actores. Teniendo esto en cuenta, ¿hacia dónde se dirigirá Intel en el futuro?
El PC como lo conocemos va camino de las cuatro décadas de existencia. Durante este tiempo ha tenido muchas caras, muchas aplicaciones, e, incluso, lo hemos «matado» unas cuantas veces. Y nunca ha muerto porque sigue siendo una parte fundamental de nuestra vida profesional y personal. Además, ha sabido adaptarse a los usos y las necesidades de cada uno de nosotros. El PC que utilizo yo en el trabajo no tiene nada que ver con el que usa un diseñador de CAD, o el que emplea una persona que trabaja habitualmente en la calle.
El éxito del PC tal y como lo conocemos, y la razón de que siga creciendo a pesar de todos estos nuevos dispositivos que ocupan, por un lado, nuestra capacidad de inversión, y, por otra parte, resuelven una parte de nuestras necesidades, es precisamente que ha sido capaz de adaptarse y ofrecer a cada usuario lo que necesita. Su adaptabilidad lo ha hecho fundamental. Al final lo que estamos presenciando es una diversificación de las características de los ordenadores para los diferentes grupos de audiencia, desde las máquinas más sencillas y baratas hasta las más potentes y caras para, por ejemplo, gaming o aplicaciones de realidad virtual.
Curiosamente, las cifras que reflejan el comportamiento del mercado del PC durante los últimos meses son contradictorias. Algunas fuentes apuntan un crecimiento claro y otras defienden una caída importante. ¿Qué cifras maneja Intel en este contexto?
Los resultados que publicamos la semana pasada reflejan que el mercado está creciendo un 2%. Y nuestra facturación está creciendo incluso más porque el PC está derivando hacia usos más avanzados, con lo que nuestra posibilidad de facturación es mayor. La explicación de estas divergencias reside en las diferencias entre territorios, segmentos y países. En general el mercado está creciendo. Y en España también lo está haciendo. Pero dependiendo de cómo te acerques a los datos van a decirte una cosa u otra.
Inteligencia artificial y realidad virtual: dos tecnologías afianzadas en el presente y con mucho futuro
¿Qué visión tiene Intel acerca de la inteligencia artificial por la que están apostando con tanta claridad otras compañías, como Google, Microsoft, Apple o Amazon?
La inteligencia artificial está acaparando muchos titulares y hay que intentar ponerla en perspectiva. La cantidad de datos de la que disponemos actualmente nos permite acceder a la fase de entrenamiento de las redes neuronales de una forma distinta. Y, por otro lado, la capacidad de computación nos ha abierto la puerta a redes neuronales con unas estructuras nuevas, como las redes neuronales convolucionales, y nos ha permitido dar saltos cualitativos y cuantitativos muy importantes desde el punto de vista del tratamiento de las imágenes y la voz.
«Actualmente la inteligencia artificial es crucial en tres ámbitos tan diferentes como son el reconocimiento de imágenes, de la voz y de patrones»
Actualmente nosotros estamos aplicando la inteligencia artificial desde el punto de vista del análisis de la imagen para mejorar la calidad de las obleas de silicio que producen nuestras fábricas. Lo que antes era un entorno puramente manual y visual ahora se resuelve con más eficacia mediante el análisis de imágenes, y esto nos permite mejorar mucho nuestros procesos de fabricación. Esta misma tecnología puede utilizarse en ámbitos muy diferentes, como puede ser la lectura de radiografías para realizar diagnósticos médicos o el reconocimiento del entorno en la conducción autónoma.
Además de su relevancia en el reconocimiento de las imágenes y la voz, la inteligencia artificial también es crucial para el reconocimiento de patrones. Creo que estos son los campos más interesantes hoy en día y hacia los que nos dirigimos. En cualquier caso, la inteligencia artificial conlleva un uso muy intensivo de la computación que está despegando, y que se va a convertir en una de las principales aplicaciones de la computación en el futuro. E Intel quiere participar en ello de forma importante.
¿Qué relevancia tiene para Intel una rama de la inteligencia artificial tan en boga actualmente como es el aprendizaje automático? ¿Tenéis en marcha proyectos de desarrollo de esta disciplina con universidades u otras compañías?
Intel Capital tiene un fondo específico dedicado a la inteligencia artificial que nos ha permitido realizar varias inversiones en las empresas que nos parecen punteras en diferentes entornos. Por supuesto, tenemos los entornos de desarrollo adecuados para que los algoritmos corran de forma óptima sobre la arquitectura, y somos contribuidores importantes al código abierto de algunos de estos frameworks. En realidad detrás de todo esto no solo está Intel; está empujando un ecosistema completo de empresas, entre las que se encuentra, por ejemplo, Microsoft, que ha presentado recientemente su oferta afianzada sobre la infraestructura de Azure que tiene con Intel.
¿Cuál es la visión de Intel acerca de la realidad virtual? ¿Qué aplicaciones llegarán en el futuro no solo en el ámbito del ocio, sino también como herramienta científica y empresarial?
Sin duda la realidad virtual, y también la realidad aumentada, son dos tecnologías que están en pleno proceso de maduración. Para Intel tiene importancia su aplicación en el ámbito de los videojuegos, pero también desde el punto de vista de la educación en la medida en que pueden permitirnos alcanzar un aprendizaje más rápido, aunque desde el punto de vista del coste no es trivial para los centros educativos.
También son muy interesantes para determinados sectores industriales porque pueden permitir a no expertos acceder a áreas expertas que hasta ahora requerían personal especializado. En cualquier caso, la realidad virtual cada vez está menos limitada desde el punto de vista de la computación, lo que nos permite volcarnos en su aplicación natural en los proyectos para hacerlos viables desde el punto de vista de desarrollo de negocio.
En este sector hace tres años compramos una compañía israelí llamada Replay que ha desarrollado una tecnología que nos permite, mediante la distribución de cámaras en los estadios deportivos, ofrecer una representación tridimensional de lo que está ocurriendo en el evento. Esta innovación se está utilizando actualmente en la Liga española, la NBA o la NFL, entre otras asociaciones deportivas, y está integrada en nuestra tecnología Intel True View.
Intel y la competencia: ARM, Apple y el reto de la litografía
La arquitectura ARM se ha consolidado con mucha fuerza en los segmentos de los smartphones y las tabletas gracias a su equilibrio entre prestaciones y consumo. ¿Ha perdido Intel la oportunidad de competir en estos dos segmentos de mercado?
Intel ha realizado diferentes esfuerzos durante los últimos años con la arquitectura x86 para hacerse preeminente en el mercado de los smartphones y las tabletas con diferente éxito. Hemos tenido diseños de teléfonos y tenemos diseños de tablets. Pero la realidad nos dice que a día de hoy ARM es una arquitectura fundamental y predominante dentro de estos dos entornos. En estos momentos Intel no está haciendo esfuerzos importantes para intentar ganar peso en estos dos segmentos.
Apple se ha visto sumida recientemente en la controversia provocada por el sobrecalentamiento de los microprocesadores Intel Core i9 en el chasis de sus MacBook Pro de 15 pulgadas. ¿Qué tiene que decir Intel acerca de este problema? ¿En qué medida trabajáis con los ensambladores para ayudarles a evitar estas deficiencias?
El trabajo de diseño de los equipos corresponde a los fabricantes. Ellos son los que definen las características, y nosotros actuamos como un proveedor. Aun así, Intel tiene una historia interesante a la hora de liderar la creación de diseños de referencia que se ha visto plasmada en categorías tan relevantes como lo fueron los netbooks en su momento, o como lo son ahora los ultrabooks y los convertibles. Son esfuerzos compartidos en los que buscamos aunar a la industria porque los volúmenes necesarios para que estos formatos tengan éxito deben unificar los intereses de los diferentes fabricantes.
En lo que concierne al caso concreto de Apple por el que me preguntas me temo que no tengo ningún dato, pero me consta que esta empresa tiene una capacidad de ingeniería fantástica y estoy seguro de que, si se confirma este problema, lo resolverán en breve.
GlobalFoundries está fabricando los nuevos procesadores Ryzen de AMD utilizando litografía de 12 nm, y en 2019 parece que lanzarán sus microprocesadores con tecnología de integración de 7 nm. Sin embargo, los procesadores Intel Core de octava generación utilizan litografía de 14 nm, y habéis comunicado que los 10 nm no llegarán hasta bien entrado el año que viene. Parece que Intel en este terreno va un paso por detrás de compañías como GlobalFoundries o TSMC. ¿Cuál es tu visión acerca de esta situación? ¿Qué expectativas tiene Intel a corto y medio plazo?
El punto de partida, en mi opinión, es que cada compañía llama «proceso de X nanómetros» a una cosa diferente. Creo que es un error comparar lo que nosotros llamamos 14 nm a lo que GlobalFoundries o TSMC identifican de la misma forma. Al final se trata de encontrar las economías de escala desde el punto de vista de la densidad de transistores que hacen eficiente un diseño. Intel es un fabricante integrado de semiconductores desde el punto de vista de que tenemos fabricación, arquitectura y productos. La estrategia de Intel ha sido siempre intentar maximizar los beneficios y las eficiencias asociados a ser capaz de producir una arquitectura, desarrollarla y sacar productos derivados de ella.
La ausencia de un estándar que permita comparar objetivamente la tecnología de integración está siendo utilizada por algunas marcas como una herramienta de marketing
Estamos satisfechos en lo que concierne al nivel de densidad que nos han permitido alcanzar nuestras diferentes tecnologías, y consideramos que todavía estamos liderando desde el punto de vista de esa densidad. No voy a entrar en el hecho de si mis 12 nm son tus 7 nm, o los 10 nm del otro, porque esta comparación no lleva a ningún sitio. Al fin y al cabo esto solo interesa a los tecnólogos. Al usuario, sea este una persona, una empresa o un centro de datos, lo que realmente le interesa es saber qué rendimiento va a obtener, y esto deriva de una arquitectura balanceada tanto desde el punto de vista del procesador como del sistema completo.
Es cierto que hemos publicado recientemente que hemos retrasado la producción en masa de nuestros microprocesadores con tecnología de 10 nm. Nuestro planteamiento, por defectos de la litografía, nos ha llevado a retrasar la fabricación más allá de nuestra intención inicial, pero ya estamos produciendo en 10 nm, y lo haremos en masa durante los próximos dos o tres trimestres. Y luego vendrán los 7 nm. Sin querer comparar, seguimos avanzando en los procesos de fabricación, que nos han dado el liderazgo tanto en lo que tiene que ver con el ahorro de energía como en la obtención del máximo rendimiento. Creo, por tanto, que esta es una discusión interesante para los tecnólogos, pero no para el usuario final.
¿Quieres decir entonces con tu explicación que la ausencia de un estándar que permita comparar objetivamente la tecnología de integración de distintos fabricantes está siendo utilizada por algunas marcas como una herramienta de marketing?
Sí, efectivamente.
Meltdown, Spectre y las expectativas de Intel de cara al futuro
Meltdown y Spectre plantearon un problema de seguridad muy importante para los usuarios a principios de este año. ¿En qué medida ha conseguido Intel resolverlo colaborando con los desarrolladores de sistemas operativos? ¿Estará completamente subsanado en la próxima generación de microprocesadores mediante mejoras en la microarquitectura y sin necesidad de instalar parches que afecten negativamente al rendimiento?
Es cierto que los fallos de seguridad Meltdown y Spectre provocaron una gran preocupación entre la comunidad de medios y usuarios de informática, pero desde Intel actuamos rápidamente para solucionar el problema. Para ello, trabajamos con los fabricantes de PC, así como con los desarrolladores de los principales sistemas operativos para parchear por software y mediante una actualización del microcódigo los procesadores afectados, solucionando el problema con una única actualización y afectando mínimamente al rendimiento de los procesadores de la familia Intel Core.
Este fallo estará subsanado a nivel de hardware a partir de la próxima generación de procesadores Intel Xeon (con nombre en código Cascade Lake) y en la familia de chips Intel Core que esperamos lanzar en la segunda mitad de 2018. Nuestro objetivo es ofrecer no solo el mejor rendimiento, sino el mejor rendimiento seguro.
En las próximas generaciones de microprocesadores Intel Core y Xeon los problemas derivados de Meltdown y Spectre habrán sido subsanados por hardware
La Ley de Moore ha reflejado bastante bien la evolución que han experimentado durante años los microprocesadores, pero cada vez parece más difícil mantener este ritmo de desarrollo. ¿Qué expectativas tiene Intel en este ámbito?
La Ley de Moore, que fue observada en 1965, y que, por tanto, tiene más años que la propia Intel, se ha enunciado de diferentes formas dependiendo del momento. Durante las décadas de los 90 y la pasada hablábamos de velocidad. Después comenzamos a hablar de rendimiento. Al final, lo que la Ley de Moore ha establecido es una expectativa sobre la industria electrónica en general respecto a la cantidad de avance, funcionalidades y tecnología que somos capaces de poner en el mercado, y que es lo que motiva a los usuarios a comprar. Vamos a ser capaces de dar respuesta a esa Ley de Moore desde diferentes puntos de vista y con diferentes avances.
Poco a poco nos acercamos al límite físico impuesto por el silicio en el ámbito de la fabricación de semiconductores. ¿En qué está trabajando Intel para resolverlo?
Sea con el silicio o con cualquier otro material estamos cercanos al tamaño de las moléculas y los átomos. Actualmente tenemos en marcha diferentes líneas de investigación que nos van a permitir avanzar desde el punto de vista de la computación, pero no solo a través de los materiales, sino también de la arquitectura. Una de nuestras líneas de investigación más interesantes es los ordenadores cuánticos, que abren un campo de posibilidades bastante grande.
En los próximos diez años vamos a estar en disposición de utilizar los quantum bits a la hora de ofrecer una capacidad de cómputo muy importante. O de dar respuesta a la computación neuromórfica intentando simular, con todas las limitaciones que conlleva, el funcionamiento de la mente. Estos son los diferentes campos en los que estamos trabajando, además de en los materiales utilizados en la fabricación de los semiconductores. Nos van a ofrecer un entorno distinto. Ya somos capaces de manejar decenas de quantum bits, y cuando esta cifra suba a centenas o millares las posibilidades serán aún mayores.
¿Cómo será la Intel del futuro?
El prefacio del libro de Andrew Grove titulado ‘Solo los paranoides sobreviven’ define perfectamente a Intel. Yo creo que en el mundo de la tecnología, efectivamente, solo los paranoides sobreviven porque cambia tanto de un año para otro que las nuevas tendencias se imponen y corres el riesgo de quedarte fuera. En el futuro Intel va a seguir siendo una compañía paranoica en el sentido de que tendrá que estar atenta a todo lo que ocurre para jugar un papel de liderazgo en aquellas tecnologías hacia las que crea que el futuro va a dirigirse.
La diversificación de la tecnología provocará que Intel continúe apostando sobre diferentes campos. Intentará adaptarse y jugar un papel preeminente desde el punto de vista del desarrollo y el liderazgo para ser un jugador importante. Sabemos que el mundo tecnológico va a cambiar, y sabemos que si nos quedamos retrasados, si no avanzamos, si no seguimos mirando hacia el futuro, nos vamos a quedar atrás. Esta es la filosofía que defendía Andy Grove: si te quedas quieto, te van a quitar tu negocio.
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