Una de las estrategias metodológicas en él aula que más está extendiéndose en el ámbito educativo es la llamada clase invertida o Flipped Classroom. De forma directa podríamos hablar de cambiar los roles de alumno y profesor en el aula, de pasar de las clases magistrales a vídeos ... pero no deberíamos quedarnos en la superficie de esta metodología sino aprovechar la buena recepción que está teniendo la Flipped Classroom para buscar formas de aprendizaje y enseñanza donde la motivación sea uno de los ejes principales.
Así lo piensa Manuel Jesús Fernández Naranjo, docente de Ciencias Sociales y uno de los profesores que más dedicación tiene por la clase invertida, la cual aplica desde hace 3 años. Con él hemos hablado para conocer cómo plantear un aula y una enseñanza donde "flippear" o ponerlo todo del revés.
Pasando de la clase tradicional: una de las nuevas metodologías educativas
ABP (aprendizaje basado en proyectos) y FC (Flipped Classroom) están a la cabeza de las principales metodologías que docentes de todo el mundo están aplicando en sus aulas desde hace unos años. De ellas, la que mejor aprovecha la tecnología es la clase invertida, donde la revolución en las comunicaciones y facilidad para crear y consumir contenidos es una base fundamental.
En una clase invertida, de forma elemental, las explicaciones generales, lecturas y clases magistrales de los profesores se trasladan a otro momento del proceso educativo, generalmente fuera de clase. Bergmann y Sams, sus mentores, lo consiguieron por medio de vídeos de sus propias clases.
Observando los resultados de sus alumnos comprendieron que el rendimiento era mayor principalmente porque en clase podían dedicar más tiempo a poner en práctica lo aprendido y trabajar en proyectos para los que no había tiempo con un formato de clase tradicional. Pero para "sus creadores", una clase invertida es mucho más.
Flipped Classroom proporciona un entorno más adecuado que el clásico para que el alumno pase a ser un elemento activo de su educación, y protagonice su propio aprendizaje, además de una interacción profesor-alumno mucho más directa y donde los roles no son los clásicos. Otras ventajas de invertir la clase es que ésta se vuelve más activa en las metodologías usadas, facilita la atención a la diversidad y saca mucho más provecho al uso de la tecnología en el aula y el proceso educativo del alumno.
Dando la vuelta a clase de 2º de Bachillerato
18 años de directivo, 12 de ellos como director y ahora invirtiendo la clase. Manuel Jesús Fernández Naranjo es licenciado en Geografía e Historia y docente de Ciencias Sociales desde 1987.
Actualmente es profesor en el IES Virgen del Castillo de Lebrija, en Sevilla. Allí hace ya siete años que empezó a preocuparse por buscar alternativas adecuadas para un aprendizaje del alumnado más auténtico y más adaptado a sus necesidades y a la sociedad actual.
En su centro ha iniciado una pequeña revolución dejando atrás la enseñanza tradicional para incluir el trabajo basado en proyectos durante la etapa de ESO. Durante el curso 2013/2014 además implementó la metodología de Flipped Classroom en todo el curso de segundo de bachillerato.
"Este periodo me sirvió para ir entendiendo las importantes implicaciones que tiene el flipped classroom, puesto que no sólo se trata de utilizar vídeos y cambiar el orden y el lugar del proceso de aprendizaje sino, sobre todo, dar autonomía al alumnado, que se va empoderando de su propio aprendizaje, personalizar este proceso y aprovechar al máximo el tiempo utilizado en el aula en favor de las necesidades del alumnado"
Tras ese curso, los alumnos acabaron convencidos de la clase invertida, lo mismo que Manuel Jesús.
Youtube y Twitter: nuevas herramientas en clase
Buscar información, elaborar materiales propios y participar en redes sociales. Con esa base Manuel Jesús articula sus clases, para las que recurre principalmente a herramientas de Google (mapas, documentos, presentaciones compartidas o formularios) y otras como Dipity, con la que sus alumnos realizan líneas del tiempo.
"Utilizamos aplicaciones móviles para grabar audios para podcasts y para crear vídeos. Tenemos también un canal de Youtube donde se encuentran todos los vídeos de lo que hemos llamado La Previa como otros vídeos que utilizamos o que el alumnado crea"
La base del proyecto es un Site de Google en la que los alumnos y resto de comunidad educativa encuentra las referencias para todas las actividades. Entre ellas hay un fuerte componente de uso de las redes sociales, incluso desde los propios dispositivos de los alumnos.
"El uso de la tecnología se convierte en algo frecuente y natural para los alumnos, que trabajan con ordenadores fijos del aula de informática, ordenadores portátiles del centro así como sus propios tablets y móviles"
Una de las experiencias que Manuel Jesús usa con sus alumnos tiene su propio hashtag: #temaxtuit . Con él los alumnos tiene como labor resumir algunos temas para poder estudiarlos a base de tuits.
"La diferencia básica de la experiencia con respecto a otras asignaturas del curso o de otros años es que con esta estrategia hacen de manera natural en el aula lo que hacen fuera de ella, pueden utilizar los móviles para buscar información, tuitear y elaborar materiales (audios o vídeos, básicamente) y trabajar a su ritmo. En definitiva, también acerca el aprendizaje formal al informal"
La implementación de la clase invertida sorprende y a la vez motiva tanto a alumnos como a padres y otros profesores.
"Para los alumnos es una experiencia totalmente novedosa, no siguen metodologías activas en las demás materias y algunos no las han conocido en toda su vida escolar. Por eso, aunque les cuesta un poco adaptarse, la acogen de muy buena gana porque ven que pueden trabajar y, sobre todo, aprender de otra manera"
En cuanto a las familias, Manuel Jesús los reúne a principio de curso para explicarles la forma de trabajar, sus ventajas, obligaciones ... Los padres por lo general están conformes e incluso animan a que otros docentes se sumen a invertir la clase.
"Los principales inconvenientes de la clase invertida - son pocos - tienen que ver con la conectividad del centro, el uso de equipos anticuados y el tiempo necesario para darse cuenta de sus ventajas" Por eso precisamente Manuel Jesús trabaja en un curso como bachillerato, donde los alumnos pueden ser más autónomos y estos inconvenientes están minimizados respecto a otros niveles educativos.
Aunque la tecnología ayuda a muchas de las fases de una clase invertida, especialmente en crear, compartir y visualizar contenidos, Manuel Jesús incide mucho en que en clase también realizan muchas actividades que no necesitan la tecnología, como debates, explicaciones del alumnado o análisis y comentarios de textos.
Más trabajo en clase en un cambio de enfoque educativo
Quien piense que invertir una clase es menos trabajo para profesor o alumno no puede estar más equivocado. Los alumnos manifiestan en cuestionarios y el día a día las ventajas del uso de metodologías diferentes como la clase invertida.
"Aprender de otra manera, ser más protagonistas, aprender a desenvolverse mejor en el mundo digital, que se valore su trabajo durante la evaluación y no sólo el examen final, el aprender a su ritmo, el variar tanto de tipos de actividades, son motivos más que suficientes para considerar lo positivo del flipped classroom"
Ese trabajo extra lo asumen los alumnos de buena gana. "Aunque reconocen que trabajan más en clase y hacen más actividades que en otras materias, saben que ese trabajo les cuenta y les sirve para aprender e incluso para sacar buenas notas en una materia tradicionalmente muy árida y pesada, sometida al implacable mazo de la explicación continua y para ellos monótona"
Ese cambio de enfoque educativo no es solo para el alumno. Hay un cambio de rol que afecta al profesor.
"No es sólo cambiar el orden de las tareas tradicionales sino que implica aprender de otra manera y, por lo tanto, enseñar de también de manera diferente" Y en ese proceso y cambios de roles, el alumnado pasa a convertirse en protagonista del proceso y el profesor en guía de aprendizaje.
"Además, al permitir una mayor personalización del proceso favorece que el alumnado con alguna dificultad de aprendizaje pueda ir siguiendo el proceso a su ritmo y, también, al insertar el aprendizaje informal y móvil en el aprendizaje formal del aula le hace ver al alumnado que lo que se hace en la Escuela no es algo aislado y muy distinto del mundo que vive fuera de ella, con lo que contribuye a disminuir el aislamiento tecnológico de la institución escolar"
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