Los misterios que esconde el Universo son muchos y aún nos queda muchísimo para poder descubrirlos. Si bien la tecnología permite cada vez conocer mejor el entorno en el que existimos, aún hay fenómenos y detalles que nos sorprenden por cómo pueden llegar a desafiar a las leyes de la física. Por ejemplo, la NASA junto a un equipo de la Universidad de Kansas han descubierto un nuevo exoplaneta que, por sus condiciones y altas temperaturas, simplemente no debería existir.
Se trata del exoplaneta LTT 9779b, que se encuentra a una relativamente corta distancia de 260 años luz de nosotros. A diferencia de la Tierra es mucho más grande y masivo, pero sobre todo es muchísimo más caliente. Es un exoplaneta que se conoce como Neptuno caliente, un tipo de exoplaneta que se caracteriza por ser gaseoso, del tamaño similar a Neptuno y sobre todo muy cercano a su estrella.
Unos placenteros 1.600 °C
El hecho de que LTT 9779b orbite tan cerca de su estrella hace que sea un exoplaneta terriblemente caliente. Al ser gaseosos y sufrir temperaturas tan altas hace que sea muy inestables, provocando que acaben destrozados o pierdan todo su gas. En este caso LTT 9779b parece ser una excepción.
LTT 9779b fue descubierto gracias al programa TESS, que estudia los exoplanetas en tránsito. Para descubrir y analizar astros tan lejanos lo que hacen los astrónomos es esperar que transiten por delante de su estrella, de este modo hay una reducción del brillo que emana la estrella hacia nosotros, pudiendo así determinar algunas características del planeta como puede ser su masa aproximada o su órbita.
Se cree que LTT 9779b es aproximadamente 30 veces más masivo que la Tierra. Pero también tiene la peculiaridad de estar mucho más cerca de su estrella que nosotros del Sol, esto provoca que su “año” dure apenas unas 24 horas. Otra de las consecuencias de orbitar tan cera de su estrella es la temperatura que alcanza, los astrónomos calculan que es de alrededor de los 1.600 °C (hay algunos más calientes). Una temperatura tan alta que derretiría cualquier cosa en su superficie, de ahí que no la tenga sólida.
Normalmente los exoplanetas como LTT 9779b están en una fase intermedia de formación. Parten de ser exoplanetas mucho más grandes, conocidos como Júpiter calientes. A mediad que pasa el tiempo cerca de la estrella van perdiendo su atmósfera y se convierten en exoplanetas más pequeños conocidos como Neptuno calientes. Pero por poco tiempo, de ahí que la NASA diga que “no debería existir”.
LTT 9779b tiene un interés particular para los astrónomos por su rareza y las preguntas que despierta. ¿Cómo se creó? ¿Por qué sigue manteniendo una atmósfera? ¿Por qué su atmósfera es diferente a la de los Júpiter calientes?… Y también es una oportunidad perfecta para entender mejor este tipo de exoplanetas.
Vía | SciTechDaily
Más información | NASA y University of Kansas
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