BE-4, el motor estrella de Blue Origin, explota durante una prueba: debería haber estado disponible en 2017

En la actualidad, varias compañías participan de una carrera por crear nuevos y potentes sistemas de lanzamiento espacial con esencia reutilizable. Un elemento clave de este ambicioso objetivo consiste en desarrollar sistemas de propulsión alternativos que no necesiten queroseno o hidrógeno en combinación con oxígeno para funcionar.

La compañía china LandSpace consiguió una importante victoria en esta competición hace poco más de una semana cuando un cohete propulsado por metano alcanzó la órbita. SpaceX, Relativity Space, Blue Origin, y otros actores del sector aeroespacial pretenden alcanzar logros similares, aunque van algunos pasos por detrás.

Un nuevo desafío para la propuesta de Blue Origin

Blue Origin, la compañía aeroespacial de Jeff Bezos, empezó a trabajar en BE-4 en 2011. Esta propuesta, presentada como el motor GNL más potente jamás desarrollado, está destinado a dar vida al propulsor reutilizable del enorme vehículo New Glenn e impulsar la primera etapa del sistema de lanzamiento Vulcan de United Launch Alliance.

El gran problema que empaña sus virtudes son sus numerosos retrasos. Si bien los cambios de cronograma suelen ser algo habitual en la industria espacial, el proyecto de Blue Origin recibió un nuevo golpe el mes pasado que puede complicar sus planes de cara al futuro: el motor explotó durante una de sus pruebas.

BE-4

He aquí por qué esto es relevante: la compañía había prometido que el BE-4 estaría listo para volar en 2017. Ciertamente, estamos en 2023 y eso todavía no ha sucedido. Pese a los contratiempos, la compañía parecía haber alcanzado un buen ritmo de desarrollo, situándose en las etapas finales del mismo.

Este mes de julio, señala CNBC, Blue Origin debería haber culminado las pruebas del BE-4 para más tarde enviarlo a su primer cliente, United Launch Alliance. Estos planes ahora están en el aire después de que una prueba realizada en las instalaciones de Van Horn, en Texas, el 30 de junio acabara con un motor destruido.

La compañía de Jeff Bezos confirmó el incidente, pero no brindó demasiados detalles. Dijo que no hubo heridos y que están trabajando en la raíz del problema. También señalaron que ya han identificado la posible causa del desafortunado desenlace y que están trabajando en una serie de acciones correctivas.

Blue Origin, que compite directamente con SpaceX de Elon Musk, se muestra confiada. No solo asegura que cumplirá con sus compromisos de entrega, sino que se adelantará a las necesidades de lanzamiento de sus clientes. El historial de retrasos, no obstante, puede que no deje a todo el mundo tranquilo.

Imágenes: Blue Origin

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