China despegó hacia la cara oculta de la Luna para traer un trozo de suelo. Y desafió a la NASA: también llegaremos antes a Marte

  • China está más cerca de adelantar a Estados Unidos en la nueva carrera espacial

  • La misión Chang'e-6 despegó el viernes hacia la cara oculta de la Luna, pero CNSA tiene la vista puesta en Marte

Despegue del cohete Larga Marcha-5 de la misión Chang'e-6
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China ha lanzado este viernes la sonda lunar Chang'e-6, que va camino de recoger las primeras muestras de la cara oculta de la Luna. No es la única hazaña en la que China quiere adelantar a Estados Unidos.

La sonda Chang'e-6

Un cohete Larga Marcha-5 despegó desde la provincia insular de Hainan, al sur de China, el viernes a las 9:27 UTC. 40 minutos más tarde, la sonda Chang'e-6 se separó con éxito del cohete y entró en una órbita de transferencia Tierra-Luna.

Al igual que su predecesora Chang'e-5, la sonda consta de un orbitador, un módulo de alunizaje, un módulo de ascenso y un módulo de retorno para traer muestras de regolito lunar a la Tierra.

A diferencia de su predecesora, Chang'e-6 traerá un trozo de suelo de la cara oculta de la Luna, un hito sin precedentes que ayudará a comprender mejor el lado menos conocido del satélite.

El perfil de la misión

Despegue del cohete Larga Marcha-5 con la misión Chang'e-6

La sonda llegará a la Luna en cinco días, momento en el que frenará para entrar en órbita lunar. Poco después, liberará un pequeño satélite pakistaní diseñado para obtener datos del campo magnético de la Luna.

El módulo de alunizaje se separará del orbitador para aterrizar, pero seguirá dependiendo de él para comunicarse con la Tierra, ya que la cara oculta de la Luna queda siempre a espaldas de nuestro planeta.

El aterrizador lleva integrados un par de instrumentos europeos para estudiar la superficie lunar. Una vez analizado el terreno, tendrá 14 horas para taladrar el suelo y tomar muestras con un brazo robótico.

El módulo de ascenso despegará hasta la órbita lunar y se acoplará al orbitador para transferirle el contenedor de muestras. La sonda esperará 14 días hasta la próxima ventana de transferencia. Entonces hará el camino de vuelta a la Tierra, que le llevará otros cinco días.

53 días después del inicio la misión, el módulo de retorno se separará de la sonda para reentrar en la atmósfera terrestre. Un paracaídas amortiguará el aterrizaje sobre el desierto de Mongolia Interior, donde la cápsula será recuperada por un equipo de rescate.

Doble desafío a la NASA

Si todo sale bien, en 53 días China habrá traído a la Tierra las primeras muestras de la cara oculta de la Luna, recogidas por Chang'e-6 en un cráter de impacto del polo sur lunar llamado cuenca Aitken.

El enorme cráter, de 2.500 km de diámetro por 13 km de profundidad, se formó hace más de 4.000 millones de años. Es el mayor y más antiguo cráter de impacto de la Luna, y uno de los más grandes del sistema solar, por lo que puede ofrecer información valiosa sobre la juventud de ambos.

No sería la primera vez que China consigue muestras de la Luna de especial interés para la comunidad científica. Las muestras recogidas por la misión anterior Chang'e-5 provienen de una de las regiones más jóvenes del satélite y la NASA ha tenido que abrir una vía excepcional de colaboración para que sus científicos puedan solicitarlas a China.

Tampoco será la última vez que China desafíe a Estados Unidos en la recuperación de muestras de otros mundos. Tras la debacle de la misión Mars Sample Return de la NASA y la Agencia Espacial Europea, China confía en que será el primer país en traer suelo de Marte a la Tierra.

Hace unos días, Wu Weiren, científico jefe de la Administración Espacial Nacional de China (CNSA), dijo que su misión Tianwen 3 es ahora la mejor posicionada para conseguirlo:

"A juzgar por el progreso actual de los proyectos de exploración marciana de otras naciones, se espera que China se convierta en la primera en completar una misión de retorno de muestras de Marte"

El lanzamiento de Tianwen 3 está programado para 2030. Al igual que las misiones lunares chinas, consta de un orbitador, un aterrizador, un módulo ascendente y un módulo de reentrada.

La NASA ya ha recogido las muestras con el rover Perseverance, pero se ha quedado sin presupuesto para ir a buscarlas y ha pedido ayuda al sector privado para desarrollar ideas más asequibles. China no cree que el sector privado llegue a tiempo para ganar la carrera. Será uno de los mayores triunfos simbólicos de la carrera espacial hasta que una de las dos naciones logre pisar el planeta rojo.

Imágenes | CNSA

En Xataka | La NASA necesita unas muestras lunares recogidas por China. Y para ello va a tener que saltarse la ley

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