China lanzó con éxito el domingo un nuevo módulo de su estación espacial en órbita, Tiangong. Este es solo un paso más en los ambiciosos planes espaciales del país asiático. Con este módulo Tiangong queda ya casi completada, por lo que conviene entrar a analizar los motivos que llevan a China a llevar adelante este proyecto y cuáles pueden ser sus implicaciones en un momento en que la exploración espacial se adentra en una nueva carrera.
El lanzamiento. El módulo se puso en órbita utilizando un cohete Larga Marcha-5B Y3, desde base de lanzamiento de Wenchang, en Hainan. El lanzamiento tuvo lugar a las 14:22, hora local, 8.22 hora peninsular (CET). Tras 8 munutos de ascenso y 13 horas más de viaje, el módulo pudo acoplarse al puerto frontal de Tianhe, el primer módulo de la estación espacial china, en órbita desde abril del año pasado.
Nuevo módulo para la estación. El nuevo módulo recibe el nombre de Wentian y está formado por tres partes: una zona para el trabajo de laboratorio, una cámara con esclusa de aire y una cabina destinada a recursos. El módulo es el más pesado de los tres que compondrán la nave, con 23 toneladas en el momento de su puesta en órbita. Tiene un diámetro de 4,2 metros y una longitud de 17,9 metros
El objetivo principal de este módulo, según las autoridades chinas será la de llevar a cabo experimentos ecológicos y biotecnológicos en distintas situaciones gravitatorias. También porta consigo paneles solares para dotar de energía a la estación y una cámara con escotilla para permitir actividades extravehiculares (EVAs).
La estación Tiangong. Wentian acompañará al módulo Tianhe, en órbita desde abril del año pasado, a la espera de la llegada del tercer y último módulo de la estación, Mengtian, que debería acoplarse en octubre de este mismo año. Los módulos que componen Tiangong, cuyo nombre puede traducirse como palacio celestal, estarán orbitando la Tierra a unos 370 kilómetros sobre su superficie (se mantendrá entre los 340 y los 450 km).
Cuando esté finalizada, la estación china, con sus tres módulos y algo menos de 70 toneladas, será menor en tamaño y masa a la Estación Espacial Internacional (ISS). La estación podría ser expandida más allá de los planes iniciales, hasta los seis módulos, empezando por la suma de un cuarto módulo en caso de que todo salga de acuerdo a los planes de las autoridades chinas.
Según Beijín, los taikonautas se irán alternando en estancias de seis meses para mantener una presencia humana continuada en órbita al menos durante los próximos diez años. Las naves Shenzhou son las encargadas de realizar los transbordos de taikonautas entre la Tierra y Tiangong.
Una estación propia. China está excluida de su participación en la ISS debido a la prohibición impuesta por el congreso estadounidense de cualquier colaboración entre entidades del país norteamericano y las chinas en materia aeroespacial. China ha anunciado por su parte que Tiangong estará abierta a su uso por parte de astronautas extranjeros, así como para acoger a turistas espaciales.
Apoyo para Xuntian. Tiangong no se encontrará muy alejada (en términos orbitales) de otro de los proyectos anunciados por China: el telescopio Xuntian. La estación espacial podrá así servir de apoyo a este telescopio semejante al Hubble en su concepción. El telescopio está diseñado para poder acoplarse a la estación espacial para su mantenimiento y posibles reparaciones.
Mengitan, el módulo restante. En octubre el módulo Mengian completará, si todo sale según lo previsto, la estación Tiangong. Este módulo será aproximadamente simétrico a Wentian, y dispondrá también de espacio para su uso en experimentos, mientras que Tianhe, el módulo central será utilizado como zona habitable.
Los planes de futuro. Se espera que la estación acoja astronautas de otros países, incluidos astronautas de la ESA y cosmunautas rusos en un futuro cercano. De forma semejante a la NASA, las autoridades chinas también han hecho un llamamiento para cooperaciones con empresas privadas para mejorar su sistema de envío de materiales a la Tiangong.
Tiangong no es sino un paso más en los ambiciosos planes chinos para liderar la segunda carrera espacial. Entre otros objetivos, el gigante asiático pretende poner seres humanos en la Luna con un calendario que podría adelantar a las misiones Artemis. China también quiere retornar muestras del suelo marciano, de nuevo pudiendo adelantarse a los planes conjuntos de NASA y ESA para el análisis del planeta rojo.
Imagen | China News Service
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