La semana pasada vimos cómo China se preparaba para comenzar a montar sus propia estación espacial. Después del lanzamiento con éxito de la primera parte de la estación, el cohete que la llevó a órbita está a punto de volver a la Tierra. Pero volverá sin control alguno, convirtiéndose en uno de los objetos más grandes en reentrar de forma descontrolada.
Según refleja Aerospace, se espera que el cohete entre de nuevo en la atmósfera el 10 de mayo a las tres de la madrugada en horario europeo. Eso sí, con una ventana aproximada de 41 horas. Según la trayectoria que está siguiendo el cohete y con su inclinación orbital de 41,5 grados, puede caer en puntos tan al norte como Madrid y tan al sur como Nueva Zelanda.
Lo que se espera que caiga de forma incontrolada es la etapa central del cohete Long March 5B, el que llevó la primera parte de la estación espacial Tianhe a órbita. Tiene alrededor de 50 metros de altura y 5 de ancho, siendo uno de los objetos más grandes que se espera que reentre en la Tierra de forma descontrolada. Tiene un peso aproximado de 20 toneladas métricas.
Inicialmente estaba planeado que la etapa central volviese a la Tierra tras poner en órbita la estación y aterrizara en un lugar controlado. Sin embargo, algo ocurrió tras poner en órbita la estación espacial y en vez de volver, se quedó atrapado en la órbita de la Tierra.
Quemado en la atmósfera, con suerte
¿Es esto peligroso? En principio no tiene por qué. Una vez el cohete comience a entrar en la atmósfera será quemado y acabará hecho añicos antes de llegar a tocar tierra. No obstante, por lo grande que es y por caer de forma descontrolada, hay una mínima posibilidad de que algunos escombros consigan alcanzar la superficie, en áreas pobladas.
Normalmente las agencias espaciales realizan maniobras especiales con los objetos que dejan caer de vuelta a la Tierra. Con esta maniobras consiguen controlar la reentrada para que se queme todo lo posible o para que caiga en océanos y áreas no pobladas. Sin embargo, los datos recogidos con dispositivos de la Tierra muestra que la etapa central del Long March 5B está cayendo sin control alguno.
Hasta que la reentrada del cohete sea confirmada, será imposible determinar con mayor exactitud dónde va a caer y si van a haber escombros que lleguen a la superficie. China tiene algo de experiencia con esto.
Objetos de semejante tamaño muy pocas veces han reentrado de forma descontrolada. El último en superarlo fue la nave espacial rusa Salyut 7, que pesaba 39 toneladas métricas y acabó sobre Argentina en 1991. El objeto más grande que provocó una reentrada descontrolada fue la estación estadounidense Skylab de 79 toneladas, sobre el Océano Índico y Australia Occidental en 1979.
Vía | Vice
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