O, al menos, dejad de buscarla ahí. El inmenso e inhóspito desierto marciano no es más que eso, un desierto a varias decenas de millones de kilómetros. Y es que a veces las cosas son sencillamente lo que parece que son. Hoy es uno de esos días en que la posibilidad de encontrar vida en el espacio exterior se hace un poco más pequeña.
Tras años de investigaciones un equipo de la Universidad de Edimburgo acaba de confirmar que en la superficie de Marte hay todo un "cóctel tóxico" que, con la ayuda de los rayos ultravioletas, hace que la vida o cualquier resto de esta sean inviables.
Entonces, ¿No hay vida en Marte?
No. En realidad, esto no quiere decir que no podamos encontrar rastros de alguna forma de vida en el planeta. Lo que significa es que habrá que cavar para encontrarlos. De hecho, allí, en las entrañas del Planeta Rojo y lejos de la radiación es el único lugar donde parece razonable que se pueda esconder la vida.
Desde las sondas Vikings, hace 40 años, sabemos que hay percloratos en Marte, pero hasta 2015 no vimos signos claros de que eran bastante abundantes. El debate fue muy intenso: no estaba claro si eran tóxicos (como parecía) o podían usarse a modo de fuente de energía (como decían los más optimistas).
Un mal sitio para vivir
Un equipo de la Universidad de Edimburgo ha realizado pruebas con bacterias, perclorato de magnesio y rayos ultravioletas similares a los que recibe la superficie de Marte. El resultado es que el perclorato amplifica (y mucho) el efecto bactericida de los UV. Otros percloratos que también hay en la superficie de Marte tienen un efecto similar.
Los estudios con óxidos y peróxidos de hierro fueron incluso peores dibujando un escenario bastante dramático. El cóctel tóxico junto a la irradiación de rayos UV hace casi imposible que haya vida en la superficie del planeta rojo.
Esto no solo es un varapalo a los exobiólogos de medio mundo sino que obligará a reconfigurar las misiones que quería buscar esa vida marciana. Marte está hoy más lejos que nunca.
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