'Armageddon', 'Asteroide', '3 días' o 'Deep Impact', todas estas películas tienen un elemento común: un meteorito se acerca para destruir la Tierra y hay que impedirlo. Hoy día no contamos con métodos que puedan evitarlo, pero desde organizaciones como la NASA ya se trabaja en distintos métodos de protección ante el impacto de asteroides.
Para prevenir una eventual catástrofe los esfuerzos están orientados en la detección de posibles asteroides que se acerquen, pero para aquella hipotética situación donde debamos enfrentarnos existen proyectos como HAMMER que consisten en impactar directamente a los asteroides con bombas nucleares en puntos débiles como cavidades o cráteres o incluso enterrar bombas en el interior, como ocurre en la famosa película protagonizada por Bruce Willis.
Pero un nuevo estudio de la Universidad John Hopkins informa que los asteroides serían más duros y difíciles de destruir de lo que inicialmente se calculaba.
Una nueva simulación reformula qué se necesita para hacer añicos un asteroide
El estudio ha sido liderado por Charles El Mir, un recién doctorado del Departamento de Ingeniería Mecánica de JHU junto a K.T Ramesh, director del Instituto Hopkins de Materiales Extremos y Derek Richardson, profesor de astronomía de la Universidad de Maryland.
Su investigación, pendiente de publicación el día 15 de marzo en Icarus, tiene como título 'A new hybrid framework for simulating hypervelocity asteroid impacts and gravitational reaccumulation' y trata de entender cómo la roca se fractura utilizando un nuevo método computacional que simula la colisión de asteroides.
Como describe el propio El Mir en la nota publicada:
"Creíamos que objetos más largos eran más fácil de romper, porque estos objetos más grandes tienden a tener más fallas. Sin embargo, nuestros hallazgos muestran que los asteroides son más fuertes de lo que solíamos pensar y requieren más energía para ser completamente destrozados."
La física es muy distinta es función de la escala de la roca a tratar. No es lo mismo piedras del tamaño de una mano a objetos del tamaño de una ciudad como algunos asteroides. El modelo que se ha llevado utilizando en la actualidad para simular el impacto necesario para destruir un asteroide data de principios de los 2000. En este modelo se utilizan parámetros como la masa, la temperatura o la composición.
Por ejemplo, un asteroide de un kilómetro de diámetro necesitaría impactar contra un asteroide de 25 kilómetros a una velocidad no inferior a los 500km/h para destruirlo. Pero con el nuevo modelo 'Tonge-Ramesh' basado en dos fases este impacto no resultaría en su destrucción, sino en una pequeña fragmentación.
Además de proporcionar nuevos resultados, el nuevo modelo permitiría describir con más detalles los procesos internos que ocurre durante esta colisión, como por ejemplo la velocidad límite a la que se iría fragmentando el asteroide.
En la primera fase de la simulación se cubre lo que ocurre segundos después del impacto mientras que en la segunda se analizaría la reabsorción del asteroide, donde posteriormente las fuerzas gravitacionales atraerían de nuevo algunos fragmentos. Lo que han encontrado los investigadores es que estos fragmentos en la mayoría de ocasiones volverían al núcleo del asteroide y por tanto el asteroide mantendría su integridad salvo los fragmentos dañados más exteriores que sí se perderían y separarían.
El nuevo estudio puede llevar a reformular las posibles estrategias frente al impacto de asteroides contra la Tierra. No se trata únicamente de conocer la energía de colisión necesaria para romper un asteroide, pero utilizar mejores modelos sirve para predecir con más acierto lo que se necesitaría en caso necesario.
K.T Ramesh, uno de los investigadores, explica que este modelo es importante por la siguiente razón:
"Pequeños asteroides nos impactan comúnmente, como por ejemplo el evento de Chelyabinsk de hace unos años. Solo es una cuestión de tiempo que estas cuestiones pasen del mundo académico a definir nuestra respuesta ante algo mayor. Necesitamos tener una buena idea sobre qué hacer cuando esto ocurre y esfuerzos científicos como este nos podrán ayudar a tomar mejores decisiones."
A través del Instituto de la NASA sobre Exploración del Sistema Solar se ha financiado este trabajo. Una investigación que ha llevado a un nuevo modelo de simulación para calcular la energía necesaria para destruir un asteroide a través de colisiones. Un método que Hollywood podrá utilizar para sus cálculos sobre la energía necesaria para destruir la siguiente gran amenaza a la Tierra desde el espacio exterior.
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