Hace unos meses el asteroide Dinkinesh se pasó unas semanas jugando al juego de las muñecas rusas con el equipo de la NASA que lo investigaba. Primero descubrieron que el asteroide no era una unidad sino que se trataba de un sistema binario. Unos días después se daban cuenta de que el pequeño asteroide era, a su vez, dos asteroides.
Un problema de tres cuerpos. Ahora el equipo encargado de estudiar este extraño sistema ha logrado dar explicación a la curiosa morfología de este sistema. La clave de su hipótesis no está en estos asteroides sino en el Sol.
Dos asteroides en una gabardina. El segundo sistema binario, el de los asteroides que orbitan al cuerpo principal de Dinkinesh, es lo que se denomina un “binario de contacto”. Estos dos asteroides se desplazan en contacto ya que la gravedad hace que uno esté caído sobre el otro.
Al ser de pequeño tamaño estas rocas mantienen su forma, lo que da al conjunto el aspecto de un cacahuete o un ocho. El nombre que se dio a este sistema adjunto descubierto el año pasado por la sonda Lucy de la NASA fue Selam.
Indagando en las imágenes. Entre noviembre y el presente el equipo continuó estudiando los datos e imágenes compilados por la sonda. Gracias a ello lograron comprender mejor este sistema, el único que conocemos en su particular categoría.
Al analizar estas imágenes encontraron algunas características morfológicas de Dinkinesh que podrían albergar las claves del qué pasó. Más concretamente una depresión en forma trinchera y una cresta que rodea el asteroide en su ecuador.
Luz y giros. Según la hipótesis postulada por el equipo, el contraste entre el calor en la cara iluminada del asteroide y el frío de la cara externa habría generado un torque y con él la rotación de Dinkinesh. Esta rotación habría ido acelérándose provocando el desprendimiento de parte de la cara externa del asteroide.
Estos restos habrían salido desprendidos, algunos para caer de nuevo a la superficie del asteroide, creando la cuesta de su superficie, otros para formar sus satélites, los que ahora conocemos como Selam.
Los detalles de la investigación pueden consultarse en un artículo publicado recientemente en la revista Nature.
Lucy. Las imágenes fueron captadas por el instrumento L’LORRI, a bordo de la sonda Lucy. Lucy despegó en octubre de 2021 para investigar los asteroides troyanos de Júpiter. Nada más llegar a su destino, en noviembre del año pasado, comenzó a revelarnos algunos aspectos hasta entonces desconocidos de estos asteroides.
Dinkinesh fue su primer objetivo y por ahora único. Entre 2025 y 2033 se espera que se aproxime a otra media docena de asteroides y sistemas, como DonaldJohanson (en abril de 2025); Eurybates y su satélite Queta (agosto de 2027), Leucus (abril de 2028), o Patroclus y su satélite Menoetius (marzo de 2033); entre otros.
Misterios aún por resolver. Estas visitas futuras quizás ayuden a resolver algunas de las incógnitas que aún quedan sobre el asteroide Dinkinesh. También deberían servir para validar o refutar la hipótesis planteada en el último estudio.
Sin necesidad de irnos de vuelta al cinturón de asteroides, hay otro objeto que puede darnos pistas: el sistema binario Didymos. El asteroide principal de este sistema también muestra un aspecto similar al que obtendríamos al rotar un rombo, con una cresta a lo largo de su ecuador.
“Estoy muy emocionada de comparar el sistema binario Didymos con este, especualmente porque parece que comparten muchas similitudes como tamaño, forma y posiblemente composición, pese a estar en partes totalmente diferentes de nuestro sistema solar,” explicaba en una nota de prensa Jessica Sunshine, quien no solo ha trabajado en este último estudio, también en la misión DART, enviada a Didymos.
En Xataka | La "segunda luna" de la Tierra ha resultado ser un trozo de la verdadera Luna que salió disparado
Imagen | NASA's Goddard Space Flight Center / NASA/GSFC/SwRI/Johns Hopkins APL/NOIRLab
Ver 0 comentarios