El Sol se acerca a su pico de actividad y eso significa que las noticias sobre erupciones y tormentas solares, o sobre auroras boreales y semejantes, se multiplican. Sin embargo, fue una erupción solar producida en abril de 2023 la responsable de un singular evento espacial aquí en la Tierra.
Dos horas sin cola. Según un nuevo estudio en el que han participado investigadores del Goddard Space Flight Center de la NASA, la magnetosfera terrestre perdió su cola durante un par de horas como consecuencia del impacto de una eyección de masa coronal (CME).
Según el trabajo, el estallido solar habría causado una disrupción en la magnetosfera que se habría prolongado durante unas dos horas. Disrupción que habría cortado la cola a nuestra magnetosfera.
La “cola” de la Tierra. La Esta “cola” es uno de los elementos de la magnetosfera, la región que rodea a nuestro planeta donde el campo magnético de la Tierra interactúa con las partículas cargadas procedentes sobre todo del Sol. La magnetosfera no es precisamente esférica, tiene más bien forma de gota, con una magnetocola que se expande como la cola de un cometa en dirección opuesta a nuestra estrella.
Y es que nuestra estrella emite un flujo continuo de partículas que se propagan como una corriente. Esta corriente es desviada por el campo magnético de la Tierra, lo que genera este singular patrón.
Las alas de Alfvén. Las CME son explosiones de materia procedente de la corona del Sol que viajan a altísimas velocidades a lo largo del sistema solar. Esta velocidad es típicamente superior a la velocidad de Alfvén, la velocidad a la que se mueven las ondulaciones en el campo magnético a través del plasma magnetizado.
Ahora, gracias al estudio hemos podido saber que la eyección sucedida en abril del año pasado fue lo suficientemente intensa como para arrastrar la capa externa de la magnetosfera, el arco de choque o bow shock. Esto a su vez habría permitido que el plasma solar interacturar con la el campo magnético de la Tierra de forma directa dentro de la magnetosfera.
Durante el evento, la cola de la magnetosfera habría sido sustituida por otra estructura, denominada “alas de Alfvén”. Esta estructura habría servido de conexión entre la magnetosfera y la región del Sol donde se habría producido la CMS, una “autopista” para transportar el plasma entre el Sol y la magnetosfera terrestre.
Magnetospheric Multiscale Mission. El estudio fue posible gracias a los datos obtenidos por la Magnetospheric Multiscale Mission (MMS). Esta misión de la agencia espacial estadounidense, la NASA, cuenta con un conjunto de cuatro sondas, lanzadas en un solo cohete Atlas V en 2015 que sigue e
El equipo analizó las observaciones tomadas por esta misión para conocer mejor qué es lo que sucedió durante el evento. Los detalles del estudio realizado fueron publicados en un artículo en la revista Geophysical Research Letters.
Un evento único. El singular evento nos ha permitido obtener nueva información sobre la formación y evolución de las alas de Alfvén, explica el equipo responsable del estudio. Este tipo de fenómenos, sugieren, podría darse más allá de la pareja formada entre nuestro planeta y su estrella.
Fenómenos similares podrían darse entre otros cuerpos magnéticamente activos dentro y fuera del sistema solar, por ejemplo en la formación de las auroras del satélite joviano Ganímedes, o incluso en las auroras que vemos ocasionalmente surcar nuestros propios cielos.
Imagen | NASA/Goddard Space Flight Center
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