SpaceX lo tiene todo listo para el lanzamiento de su misión más arriesgada: Polaris Dawn. Está programada para mañana, pero es posible que no pueda despegar. El motivo: una investigación de la FAA.
Un aterrizaje fallido. El miércoles en la madrugada de Cabo Cañaveral, un cohete Falcon 9 puso en órbita 21 satélites Starlink, 13 de ellos con conectividad celular Direct to Cell. Parecía una misión rutinaria más, como las otras 80 que ha completado SpaceX en lo que va de año.
No hubo problemas en el ascenso del cohete, ni cuando se separó de la segunda etapa para volver a la Tierra. Pero algo falló en el aterrizaje del propulsor sobre la barcaza autónoma 'A Shortfall of Gravitas', que lo esperaba en el océano Atlántico, a 600 km de la costa de Florida.
Era su vuelo número 23. El propulsor que perdió SpaceX tenía el número de serie B1062. Había aterrizado ya 22 veces después de lanzar todo tipo de cargas, incluidos dos satélites GPS, dos naves tripuladas (Inspiration4 y Axiom 1) y satélites de la competencia: la constelación OneWeb.
Después de su lanzamiento número 23, llegó a la barcaza con una velocidad 8 km/h mayor de lo habitual por razones que aún se desconocen, rompió una de sus patas y cayó hacia un lado.
El primero en tres años. La última vez que un Falcon 9 no logró aterrizar fue el 21 de febrero de 2021, en una misión primitiva de Starlink. En aquella ocasión, falló el propulsor B1059 por un apagado temprano de motores. SpaceX completó después 267 aterrizajes exitosos consecutivos, poniendo el contador a cero el pasado 28 de agosto.
La FAA exige una investigación. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos ha ordenado a SpaceX una investigación para "determinar la causa raíz del evento e identificar acciones correctivas para evitar que vuelva a suceder". A esta se ha sumado también la NASA, que en septiembre lanzará dos astronautas a bordo de un Falcon 9.
Cuando la FAA investiga un problema en un lanzamiento espacial, los vuelos de la misma familia de cohetes quedan suspendidos hasta que la investigación se cierra favorablemente o se establece que no hay riesgo para la seguridad pública. Esto podría ocurrir en unas horas o en unos días. SpaceX ya ha pospuesto una misión Starlink y podría posponer también Polaris Dawn si la explicación del fallo se retrasa.
Un escrutinio llamativo. Llama la atención que la FAA investigue el fallo de un aterrizaje cuando solo los cohetes de SpaceX son capaces de aterrizar después de poner en órbita una carga. El resto de empresas desechan sus cohetes en el mar una vez completada la fase de ascenso.
Además, muchos cohetes de SpaceX explotaron en los primeros intentos de aterrizaje, y esos fallos nunca se investigaron. Hay una razón y es un cambio regulatorio introducido en marzo de 2021, días después del último fallo de un aterrizaje de SpaceX. La nueva normativa agiliza las operaciones para los cohetes reutilizables, pero a cambio considera que los fallos en los aterrizajes son incidentes del vuelo.
Dos fallos en el mismo verano. Este año ha demostrado que SpaceX no está exenta de problemas. El 12 de julio, después de más 300 lanzamientos exitosos, un fallo en la segunda etapa de un Falcon 9 causó la pérdida de 23 satélites Starlink por una fuga de oxígeno líquido. Se había generado a través de una grieta en una conducción para un sensor de presión.
Todos los lanzamientos se suspendieron y se temió por un retraso de meses, pero SpaceX completó la investigación en tiempo récord, solucionó el problema eliminando la conducción de oxígeno y el sensor, que podía reemplazarse por otros ya presentes en el cohete, y volvió a volar dos semanas más tarde.
Actualización (31/08): SpaceX recuperó anoche el permiso para volver a volar mientras continúa la investigación del incidente. Acto seguido, lanzó dos cohetes en tiempo récord
Imagen | SpaceX
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