El objeto era un globo utilizado para la calibración de otros satélites
Más de 30.000 objetos orbitan nuestro planeta, llevar el registro de todos ellos es una tarea harto complicada
Perder un satélite podría parecer algo complicado, pero no lo es. La órbita terrestre está repleta de objetos puestos ahí por el ser humano. Llevar el registro del “quién es quién” orbital es una tarea difícil, y a veces es normal perder el rastro.
Perdido y encontrado. El 18º escuadrón de Defensa Espacial de los Estados Unidos se topó recientemente con un fantasma orbital, un objeto puesto en órbita en la década de los 70 al que se había perdido en rastro hace un cuarto de siglo.
El encargado de anunciar el hallazgo fue el astrónomo Jonathan McDowell, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics y autoproclamado “policía orbital”.
S73-7. El objeto en cuestión es el Infra-Red Calibration Balloon (IRCB S73-7), una sonda experimental puesta en órbita por la Fuerza Aérea de los EE UU en el marco de un proyecto de experimentación espacial, el STP (Space Test Program). La sonda tiene un diámetro de 66 centímetros y una masa de 184 kg.
Fue puesto en órbita en 1974 por uno de los satélites espías KH-9 (Hexagon). Cuando éste último llegó a su órbita, S73-7 debía desacoplarse, inflarse como un globo y autopropulsarse hacia su propia órbita a algo más de 800 km de la superficie de la Tierra, donde se mantuvo durante sus primeros años.
La función de este objeto era la de servir de instrumento de calibración para instrumentos de observación en el espectro infrarrojo. Un fallo impidió que cumpliera su función correctamente.
786 km. Sen una tabla McDonell ilustra el historial de observaciones en el que se aprecian dos cosas. La primera es un descenso del objeto, desde las primeras observaciones a una altura de aproximadamente 810 km hasta la presente de unos 786 km.
La segunda es que el de los últimos 25 años no es el único periodo en el que este globo espacial se mantuvo perdido. El historial de observaciones cuenta con varias en los primeros años, hasta comienzos de la década de 1980. Tras un largo periodo sin avistamientos, el gráfico muestra otras tres observaciones hacia finales de la década de 1990. Después, un nuevo vacío, hasta ahora.
Quién es quién orbital. Según explicaba McDonell, el satélite podría haber sido avistado por los radares que, desde la superficie de la Tierra tratan de hacer un seguimiento de los numerosos objetos en órbita. Objetos de diversa naturaleza que no siempre pueden comunicarse con nosotros como en el caso de los satélites activos.
Quienes tratan de llevar un control de estos objetos dependen de dos herramientas: por una parte, el radar con el que pueden detectar la posición re los objetos. Por otra, a través de avistamientos previos y características como su sección de radar, es posible determinar en ocasiones qué objeto es el que aparece en la pantalla de un radar.
35.168 objetos. Según los últimos cálculos de la Agencia Espacial Europea (ESA) disponibles para el público, existen 35.168 objetos en las Sim distintas órbitas terrestres. De estas órbitas la más saturada es la órbita baja (LEO), con 21.457 objetos circulando por ella.
Imagen | Chatarra espacial. NASA. / Satélite espía KH-9 Hexagon. National Reconnaissance Office.
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