Resuelto el misterio de las trampas frías de Ceres: el agua se congeló hace muy poco en el asteroide más grande del sistema solar

  • Las trampas frías de Ceres son similares a las de la Luna y Mercurio, pero ahora sabemos que mucho más jóvenes

  • El asteroide más grande del sistema solar es considerado también un planeta enano

Mapa de agua helada en trampas frías de Ceres
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Ceres es el asteroide más grande de nuestro sistema solar. Fue descubierto en 1801 y catalogado como planeta, justo cuando Hegel dedicó su tesis a demostrar que había siete planetas girando alrededor del Sol.

Ahora degradado a planeta enano, Ceres es un cuerpo activo rico en hielo. Sin embargo, el único hielo expuesto en su superficie está en las trampas frías de los polos que la NASA observó en 2016. Ahora, los científicos han hecho un descubrimiento sorprendente sobre estos depósitos helados.

Qué son las trampas frías de Ceres. En 2016, la sonda espacial Dawn de la NASA, que había llegado al planeta enano el año anterior, estudió los numerosos cráteres en sombra de las regiones polares de Ceres, y descubrió depósitos de hielo brillantes en algunos de ellos.

Denominadas "trampas frías", estas cavidades similares a las de la Luna y Mercurio no reciben luz solar en todo el año, que dura 4,6 años terrestres. Pero ¿por qué solo unas pocas albergan depósitos de hielo?

No todas contienen hielo. Los científicos no tardaron en descubrir que el eje de rotación de Ceres oscila hacia adelante y hacia atrás cada 24.000 años debido a las fuerzas de marea del Sol y de Júpiter.

Cuando la inclinación del eje es alta, las estaciones son fuertes, y solo unos pocos cráteres permanecen en sombra durante todo el año. Estos son los cráteres que albergan depósitos de hielo.

Ahora sabemos que es hielo de agua. Un estudio reciente examinó la posibilidad de que otro tipo de hielo, además de hielo de agua, pudiera quedar atrapado en estos cráteres, como sucede en los polos de la Luna, cuyos cráteres son tan fríos que pueden almacenar incluso dióxido de carbono en forma de hielo seco durante miles de millones de años.

Las trampas frías de Ceres son lo suficientemente frías como para retener agua helada. En cambio, son demasiado cálidas para otros tipos comunes de hielo, señala el estudio. Esto se debe a que la inclinación del eje de Ceres, actualmente de 4 grados, es mayor que la inclinación de 1,5 grados de la Luna, por lo que los bordes de sus cráteres están más iluminados por el sol y dispersan más luz sobre el suelo.

Hielo sorprendentemente joven. El mismo estudio reconstruyó digitalmente la topografía de toda la región polar norte de Ceres. Los científicos usaron imágenes estéreo tomadas por la sonda espacial Dawn y lograron calcular incluso la elevación de los cráteres en sombra.

Luego realizaron cálculos de trazado de rayos para reconstruir la historia de las sombras en el suelo de estos cráteres, y llegaron a un resultado sorprendente: los depósitos de hielo deben haberse acumulado en los últimos 6.000 años, desde que los humanos estaban en la Edad del Cobre. Es poco tiempo para un cuerpo celeste de 4.000 millones de años.

Un par de posibles explicaciones. Cuando Ceres alcanza la máxima inclinación de su eje, lo que ocurrió por última vez hace 14.000 años, posiblemente ningún cráter permanece en sombra y el hielo se sublima.

"Un fragmento de un asteroide pudo haber chocado con Ceres hace unos 6.000 años, lo que pudo haber creado una atmósfera de agua temporal", explica Norbert Schorghofer, autor principal del estudio.

"Una vez que se genera una atmósfera de agua, el hielo se condensa en los fríos cráteres polares, formando los depósitos brillantes que todavía vemos hoy. Alternativamente, los depósitos de hielo podrían haberse formado por avalanchas de material rico en hielo que solo sobrevivió en los cráteres fríos en sombra".

Imágenes | Erwan Mazarico/GSFC, NASA

En Xataka | Demos un paseo por la superficie de Ceres gracias a esta maravillosa animación

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