Durante el mes de mayo la actividad solar fue particularmente intensa, dejando no solo visibles auroras, también provocando algunas interferencias en las transmisiones de radio.
La actividad solar no para. El Sol está alcanzando el pico de su 25º ciclo y esto quiere decir que este nivel de actividad se mantendrá o incluso aumentará durante los próximos meses. Cabe esperar que los primeros días de junio podamos ver de nuevo alguna tormenta solar y auroras quizás no tan potentes como las de mayo pero aún significativas.
Un mayo intenso. El pasado 10 de mayo una tormenta solar de fuerte intensidad dejó auroras en latitudes bajas, incluso al sur de Europa. A lo largo de la semana vimos como la actividad solar se transformaba también en intensas fulguraciones o llamaradas solares.
Todo comenzó en realidad un poco antes, con la aparición de una mancha solar en la región 3664 del Sol. Una mancha solar que llegaría a alcanzar un ancho equivalente a 17 veces el diámetro de nuestro planeta.
Del Sol a la atmósfera terrestre. Tal y como explica la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) desde su Centro de Predicción de Meteorología Espacial, las manchas solares son zonas de la fotosfera solar oscurecidas por efecto de la intensa actividad magnética. Este magnetismo “empuja” desde el interior del Sol dejando estas manchas en su superficie.
Estas zonas, por su enorme actividad suelen ser asociadas con los principales eventos solares: fulguraciones, eyecciones de masa coronal (CME) y estallidos de radio. Estoseventos son tan violentos que pueden alcanzar la Tierra, causando una variedad de fenómenos como auroras y tormentas geomagnéticas.
¿Y qué hay de junio? El Sol completa una vuelta sobre sí mismo aproximadamente cada 24,5 días terrestres (la superficie del Sol no rota uniformemente); pero si tenemos en cuenta el tránsito de la Tierra, el periodo de rotación sinódico es de más o menos 27 días. Esto quiere decir que para que una mancha solar “apunte” hacia nosotros en dos ocasiones, debe pasar prácticamente un mes entero.
Pues bien, las manchas solares que podemos asociar a los eventos de la primera quincena del mes pasado volverán a dirigirse a nuestro planeta a lo largo de esta semana.
En principio, en regreso de estas manchas solares no es un indicio certero de que vayamos a ver auroras como las del mes pasado. El motivo es que estas manchas solares probablemente hayan ido estabilizándose durante su tránsito por el lado oculto del Sol y cuando vuelvan a nosotros no generen tantos problemas.
Avanzando hacia el pico. Aunque las manchas solares protagonistas en mayo se vayan desvaneciendo es de prever que otras nuevas irán apareciendo. El pico de actividad solar del Ciclo 25 de nuestra estrella está previsto para este año. Llegará antes y con más fuerza de lo que las primeras estimaciones concedían pero no parece encaminado a superar a picos intensos como el de 2003.
En la actualidad se cuentan 186 manchas solares y llevamos sin ver un Sol carente de estas desde 2022. Esto es algo habitual: entre 2012 y 2015, durante el anterior pico solar tan solo se contabilizó un día sin manchas solares visibles en nuestra estrella.
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