Doug habló con el astronauta Woody Hoburg usando una antena aérea y una radio amateur
Existe una asociación de radioaficionados dedicada a contactar con la Estación Espacial Internacional
Uno pensaría que comunicarse con la Estación Espacial Internacional, el laboratorio de 150.000 millones de dólares que orbita la Tierra a 400 km de altura, está al alcance de muy pocos. En realidad, cualquiera puede hacerlo con una antena de radioaficionado y algo de paciencia.
Para muestra, el radiotaxi argentino que se coló en una caminata espacial para confirmar una dirección: "¿150 dijiste, de Irigoyen?". O el protagonista de nuestra más reciente historia, un radioaficionado llamado Doug que logró hablar con un astronauta desde el jardín de su casa.
En uno de sus últimos vídeos, Doug logra contactar con el astronauta Woody Hoburg de la NASA después de unos cuantos intentos cuando la Estación Espacial Internacional sobrevolaba su ciudad.
"He realizado numerosos contactos a través de los satélites FM y el repetidor de la ISS, pero siempre he querido hablar con un astronauta", escribió. "Durante el fin de semana del Día de los Caídos por fin lo conseguí. Me puse en contacto con la ISS y hablé con Woody Hoburg. ¡Qué emoción!".
En el vídeo, Doug (conocido como KB8M) apunta con su antena al cielo y repite varias veces el distintivo de llamada de la Estación Espacial Internacional: NA1SS.
—NA1SS, NA1SS. Aquí Kilo-Bravo-8-Mike.
De repente, un hombre le contesta:
—Kilo-Bravo-8-Mike. Aquí NA1SS. Te escucho alto y claro, bienvenido a bordo.
Con una media sonrisa aún congelada en la cara, Doug enseña a cámara el humilde equipo que acaba de usar para hablar con la Estación Espacial Internacional: una antena aérea similar a las de televisión terrestre, un duplexor VHF/UHF y un transceptor de radio amateur modelo FT-60.
ARISS: el programa de radioaficionados de la Estación Espacial Internacional
La mayoría de los astronautas y cosmonautas de la Estación Espacial Internacional tiene licencia de radioaficionado. Hay una estación de radio a bordo que los astronautas usan para hablar con escuelas en actividades programadas, y a veces durante su tiempo libre para contactar con otros radioaficionados.
La primera transmisión de radio amateur desde el espacio es anterior a la existencia de la Estación Espacial Internacional. En 1983, el astronauta Owen Garriott, radioaficionado con licencia, usó el transmisor del transbordador espacial Columbia para charlar con su padre en Oklahoma.
Garriott y su compañero, el astronauta Tony England, presionaron a la NASA para que permitiera equipos de radioaficionado en los vuelos del transbordador. "Pensamos que sería un buen estímulo para que los jóvenes se interesen en la ciencia y la ingeniería", expuso England.
A raíz de esta iniciativa, voluntarios de varios países crearon una organización llamada ARISS (Amateur Radio in the International Space Station) que organiza contactos entre los radioaficionados y los astronautas de la Estación Espacial Internacional. Estos contactos se preparan habitualmente en escuelas para que los estudiantes puedan hacer preguntas a los astronautas.
Son preguntas rápidas. Si bien no hace falta un gran equipo para hablar con la Estación Espacial Internacional, la estación tiene que estar por encima del horizonte y al alcance de la antena. Para una nave que vuela a 28.000 km/h, esto significa que los estudiantes cuentan con 10 minutos para hacer sus preguntas.
En cuanto al resto de radioaficionados, como Doug, la coincidencia tiene que ser triple: que la ISS esté a la vista, que un astronauta se encuentre disfrutando de su tiempo libre y que además esté pendiente de la radio. Los astronautas suelen avisar por redes sociales de que van a estar hablando por radio para que los radioaficionados no pierdan su tiempo. En cualquier caso, son gente muy paciente.
Imagen | KB8M (YouTube)
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