En mayo, una puerta. En junio, un material brillante con forma de manta. Y ahora, en julio, una estructura misteriosa que, a su modo, recuerda a las plantas rodadoras del desierto o a una maraña de cuerdas. Nuestras expediciones por Marte nos están dejando imágenes fascinantes, capaces de azuzar la imaginación. El problema: probablemente nos dicen más sobre nosotros mismos, nuestra afición a sacar parecidos y la basura que dejamos a nuestro paso, que del propio planeta rojo.
La última captura que ha animo a los “cazadores de parecidos” nos la ha enviado el rover Perseverance durante sus maniobras. Hace unos días, el 12 de julio, su cámara frontal izquierda para la prevención de riesgos retrató una estructura extraña sobre la superficie marciana, algo similar a una madeja deshilachada. Por su aspecto y el color de las imágenes, en las redes no han tardado tirar de imaginación y compararlo con un peculiar y estrafalario remolino de "espaguetis”.
De momento los científicos no han podido confirmar de qué se trata, aunque las teorías más plausibles poco tienen que ver con los platos de pasta o las plantas rodantes que pueblan los westerns. Es más, la hipótesis principal habla, sobre todo, de la huella que dejamos allá donde vamos: los expertos creen que se trata de restos generados durante la misión de la NASA.
Vamos, basura espacial.
Un planeta que azuza la imaginación
Qué es exactamente aún no lo sabemos; pero no sería la primera vez que nos sorprendemos al encontrar nuestro propio rastro en el planeta rojo. En junio el rover identificó un fragmento de manta térmica encajado en una roca. “Es una sorpresa encontrarlo aquí: mi etapa de descenso se estrelló a unos dos kilómetros de distancia”, llegó a bromear la cuenta oficial de Perseverance en Twitter.
Tampoco es la primera vez que las imágenes que nos llegan de Marte caldean la imaginación de las redes. En mayo Curiosity nos mostró lo que parecía una hendidura en la roca marciana, una oquedad con un parecido asombroso con una puerta cincelada con cuidado, con dintel, jamba y todo.
That shiny bit of foil is part of a thermal blanket – a material used to control temperatures. It’s a surprise finding this here: My descent stage crashed about 2 km away. Did this piece land here after that, or was it blown here by the wind? pic.twitter.com/uVx3VdYfi8
— NASA's Perseverance Mars Rover (@NASAPersevere) June 15, 2022
También entonces la fotografía se hizo viral y desató todo tipo de teorías fabulosas. Y también entonces la explicación más probable era mucho menos emocionante, al menos para los aficionados a las teorías marcianas: los expertos apuntaban como una de las posibilidades más sólidas a una fractura por cizallamiento generada por la tensión en las rocas durante un terremoto.
Mucho antes, en la década de 1970, el Orbitador Viking 1 había captado ya algo similar a una máscara que desató todo tipo de comentarios. Y más allá de Marte nos hemos encontrado con parecidos sorprendentes en la Luna, como la supuesta cabaña detectada por el rover Yutu-2.
Al fin y al cabo... ¿A quién lo gusta encontrar parecidos y las buenas historias?
En los últimos casos de Marte la explicación sí tiene un punto preocupante: nos recuerda los desperdicios que dejamos a nuestro paso durante las exploraciones espaciales, un problema que ya genera preocupación y ha alentado todo tipo de iniciativas y negocios para paliar su alcance.
Imágenes | NASA/Caltech
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