Acabamos de descubrir un planeta diminuto donde cada año son tres días. Está orbitando la estrella más cercana al Sol

Aunque se parece al nuestro, la vida, tal y como la conocemos no sería posible

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Barnard es el nombre que recibe una estrella conocida por los astrónomos. Hablamos de una enana roja que tiene una particularidad: es la más cercana al Sistema Solar (la estrella más cercana que se mueve independientemente de un sistema estelar). Sin embargo, hasta ahora nadie había "caído" en algo que se encontraba alrededor de la misma. Resulta que tiene un mundo parecido al nuestro.

El hallazgo. La investigación de un equipo de científicos en España, publicada en Astronomy & Astrophysics, describe las conclusiones a las que han llegado tras cinco años de datos de observación tomados con el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en el Observatorio Paranal de Chile. La conclusión: Barnard tiene, al menos, un exoplaneta, desde ahora, Barnard b.

La pista. Al parecer, todo comenzó mientras el equipo buscaba exoplanetas que orbitaran la estrella de Barnard y que pudieran existir dentro de la zona habitable, denominado así a una distancia de la estrella anfitriona en la que puede existir agua líquida en la superficie de un planeta. Para evitar cualquier malentendido, este no es el caso (la estrella es menos potente que el Sol nuestro), por lo que la vida, al menos tal como la conocemos, no puede existir en el nuevo exoplaneta.

En realidad, el hallazgo se produce tras indicios de una posible señal planetaria orbitando la estrella en 2018. Entonces se pensaba que el hipotético exoplaneta tenía alrededor de tres veces la masa de la Tierra, orbitando a una distancia de aproximadamente 0,4 unidades astronómicas.

La estrella. Pensemos que Barnard, también conocida como GJ 699, es de gran interés para los astrónomos planetarios. Las únicas estrellas más cercanas a la Tierra son el sistema trinario Centauri. La estrella de Barnard no es solo una estrella solitaria (se desplaza sola por el cosmos), como el Sol, se trata de una enana roja, el tipo de estrella más común en la galaxia, que se encuentra a unos seis años luz de la Tierra.

De ahí el interés de los investigadores, ya que su estudio nos puede decir mucho sobre nuestro vecindario galáctico y los planetas que hay allí, los sistemas planetarios alrededor de estrellas individuales y los sistemas planetarios alrededor de enanas rojas, y lo habitables que podrían ser.

Exoplanet Radial Velocity Doppler Spectroscopy Dark Animación que muestra cómo se mide la velocidad radial

Buscando exoplanetas. Obviamente, dar con exoplanetas pequeños es mucho más difícil que encontrar los más grandes. Aquí es muy importante lo que “dejan” ver. De hecho, encontramos exoplanetas principalmente identificando el efecto que tienen sobre sus estrellas anfitrionas: cuanto más grande es el exoplaneta en cuestión, más prominente es el efecto.

El problema llega cuando su tamaño no es grande. Si una estrella es más pequeña (como una enana roja diminuta), podemos detectar las señales de un exoplaneta más pequeño que las que podríamos detectar para una estrella más grande. Y la estrella de Barnard está cerca, lo que significa que es más fácil de ver que una estrella mucho más lejana y, por lo tanto, más tenue.

Eureka. De esta forma, los datos obtenidos por Barnard con el VLT del Observatorio Europeo mostraron un movimiento con una periodicidad de 3,15 días. ¿Eso qué significa? Sugiere que es un exoplaneta que gira alrededor de la estrella cada 3,15 días. La profundidad del movimiento, a su vez, indica que la masa de ese exoplaneta, ahora conocido como Barnard b, es como mínimo alrededor de 0,37 veces la masa de la Tierra.

Dada su proximidad celestial, el exoplaneta está comprensiblemente en estado de turbulencia, con una temperatura superficial de alrededor de 125° Celsius. Según Jonay González Hernández, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias en España y autor principal del estudio, “Barnard b es uno de los exoplanetas de menor masa conocidos y uno de los pocos conocidos con una masa menor que la de la Tierra”.

Y puede haber más. Para Alejandro Suárez Mascareño, investigador también del Instituto de Astrofísica de Canarias, y coautor del estudio, el descubrimiento de este planeta,” junto con otros descubrimientos anteriores como Proxima b y d, demuestra que nuestro patio trasero cósmico está lleno de planetas de baja masa”.

No solo eso. En el trabajo, los investigadores afirman que hay evidencias de al menos tres candidatos más a exoplanetas alrededor de la estrella de Barnard, aunque serán necesarias más observaciones para confirmar si alguno de ellos son exoplanetas reales.

Imagen | ESO/M. Kornmesser, Alysa Obertas/Wikimedia Commons, CC BY-SA 4.0)

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