El asteroide Ryugu revela con sus cicatrices el impacto de polvo cometario
La transferencia de materia orgánica en estas colisiones puede explicar la vida en la Tierra
La misión japonesa Hayabusa 2 fue la primera en la historia que trajo una cantidad considerable de muestras de un asteroide a la Tierra. Las muestras del asteroide Ryugu nos abrieron una puerta a los albores del sistema solar y, gracias a ella, seguimos descubriendo los complicados procesos mediante los que la vida pudo surgir en nuestro planeta.
Un bombardeo cósmico. Esta vez, investigadores de la Universidad de Tohoku han descubierto salpicaduras de material fundido en las muestras que Hayabusa 2 recogió de la superficie del asteroide Ryugu. Cicatrices microscópicas que provienen del impacto de partículas de otros cuerpos celestes.
Los científicos creen que el asteroide fue bombardeado de polvo que se desprendió de un cometa en una región cercana a la Tierra, publica Science Advances.
Entrega exprés de materia orgánica. Como testigos silenciosos de las colisiones de micrometeoroides, estas salpicaduras tienen mucho que contar sobre la dinámica de entrega de material en el espacio interplanetario, especialmente sobre la materia orgánica que pudo dar lugar a la vida en la Tierra.
Al analizar el material fundido con tomografía computarizada en 3D, los investigadores encontraron silicatos hidratados mezclados con un material carbonoso que describieron como "materia orgánica primitiva".
La historia de un cuerpo en las cicatrices de otro. Las salpicaduras de material fundido tienen un tamaño de entre 5 y 20 micrómetros y cuentan la historia química de dos entidades cósmicas mezcladas en un violento impacto.
Están mayormente huecas por dentro, lo que sugiere que capturaron el vapor de agua liberado por el asteroide Ryugu, que se cree tuvo un pasado acuoso. El material orgánico es muy similar al del polvo cometario, pero carece de nitrógeno y oxígeno, quizá porque se volatilizaron con el calor del impacto.
Pequeñas semillas de vida. Este descubrimiento respalda la teoría de que el material de los cometas, rico en materia orgánica, fue transportada a la región cercana a la Tierra desde el sistema solar exterior.
Las alteraciones inducidas por el impacto y la formación de materiales carbonosos en la superficie de Ryugu evidencian los procesos que podrían haber traído los componentes básicos de la vida en la Tierra desde las profundidades del espacio.
Una cápsula del tiempo del sistema solar. Gracias a las muestras de asteroides como Ryugu, los científicos pueden reconstruir eventos que han moldeado el entorno interplanetario del sistema solar.
Como se dijo cuando la NASA trajo de vuelta las muestras del asteroide Bennu, estas no son solo simples rocas espaciales: son cápsulas del tiempo que contienen secretos sobre la formación de nuestro sistema solar, los impactos interplanetarios en regiones cercanas y la interconexión compleja de materiales en el espacio.
Imagen | Universidad de Tohoku
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