Cuando el Hubble llegó al espacio en 1990, la cantidad de satélites orbitando nuestro planeta era significativamente menor a la actual. Si bien la industria satelital comercial surgió en la década de los sesenta, no fue hasta nuestros tiempos que el sector privado emprendió el ambicioso objetivo de lanzar miles de dispositivos de telecomunicaciones individualmente.
El legendario telescopio espacial, que todavía sigue operativo y no se espera que reingrese a la Tierra hasta mediados o finales de la década de 2030, ha empezado a padecer las consecuencias del creciente número de satélites en órbita. Y, según un estudio publicado en la revista Nature Astronomy, todo parece indicar que el problema se irá agravando con el paso de los años.
Problemas para el Hubble y futuros telescopios espaciales
Los investigadores, pertenecientes a institutos y universidades de España, Alemania, Rumanía, Estados Unidos, Países Bajos y Sucia, utilizaron un algoritmo para analizar las imágenes tomadas por el Telescopio Espacial Hubble entre 2002 y 2021. Como posiblemente te imaginas, descubrieron que la contaminación visual en las imágenes provocada por satélites ha ido en aumento.
Puede que te preguntes, entonces, cómo es posible que un dispositivo puesto en órbita para mejorar las capacidades de observación se vea perjudicado por otros dispositivos puestos en órbita. Los investigadores lo explican de manera muy clara. El Hubble está a una distancia media de la Tierra de unos 538 km y muchos de los satélites que orbitan el planeta están por encima.
Es decir, el telescopio tiene obstáculos que dificultan su operación. Veamos algunas cifras para entender mejor lo que está sucediendo. Entre 2009 y 2020, la posibilidad de que un satélite distorsione una imagen captada por el Hubble era de un 3,7%. En 2021, que es el año hasta donde ha llegado el estudio, era de 5,9%. Para los investigadores, Starlink es tan solo uno de los responsables.
Starlink tiene en la órbita unos 3.500 satélites, pero planea elevar el número hasta los 12.000 antes de que acabe la década. La ambición de la compañía de Elon Musk va mucho más allá. También está sobre la mesa la posibilidad de ampliar su constelación a 42.000 unidades operativas en el futuro, una cifra descomunal de satélites moviéndose por encima de nuestras cabezas.
Pero también hay otros actores en escena. Recordemos que One Web, Project Kuiper de Amazon y compañías chinas planean seguir lanzando satélites. Según estimaciones citadas en el estudio, durante la década 2030 se lanzarán entre 60.000 y 100.000 satélites de todo tipo, lo que se traducirá en que el 50% de las imágenes captadas por el Hubble se verán afectadas, volviéndose inutilizables para la investigación científica.
Los investigadores dicen que el problema continuará incluso cuando el telescopio espacial con espejo sea reemplazado por el avanzado James Webb, que ya ha empezado a deleitarnos con sus imágenes. China planea poner en órbita su propio telescopio espacial llamado Xuntian en la órbita terrestre baja (LEO), el cual tendrá un campo de visión más grande que el Hubble y, por consecuencia, será más sensible a la presencia de satélites.
Imágenes: NASA
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