Japón se convirtió el viernes en el quinto país en aterrizar en la Luna, por detrás de la Unión Soviética, Estados Unidos, China y la India. Fue el alunizaje más preciso de la historia: la nave japonesa SLIM logró su objetivo de posarse en un punto concreto de la Luna con un margen de error de 100 metros.
Sin embargo, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) lo está viviendo como un éxito agridulce. Según ha confirmado hoy, la actitud de la nave (es decir, su orientación) no era correcta en el momento del aterrizaje, lo que causó que sus paneles solares dejaran de recibir luz.
Con apenas un 12% de batería restante, SLIM fue desconectada dos horas y 37 minutos después de alcanzar la superficie lunar. JAXA impidió que las baterías se descargaran por completo con la esperanza de poder reiniciar la nave en el caso de que sus células fotovoltaicas vuelvan a recibir luz solar.
La agencia espacial japonesa plantea hoy esa posibilidad. Según los datos de telemetría, los paneles solares de SLIM están orientados hacia el oeste. Si la luz del sol comienza a brillar sobre la superficie lunar desde el oeste en los próximos días, existe la posibilidad de que la nave vuelva a generar energía y salga del modo de hibernación.
La buena noticia es que, antes de apagarse, la nave transmitió más datos sobre su alunizaje, así como las imágenes que le dio tiempo a tomar. JAXA está analizando estos datos, que hará públicos el próximo viernes.
Una maniobra arriesgada
A diferencia de otros aterrizadores lunares, SLIM (Smart Lander for Investigating Moon) fue diseñado para alunizar en una pendiente de 15 grados. Primero debería flotar con el impulso de sus motores justo encima de la superficie de la Luna. Luego, debía girar 90 grados para apoyarse sobre su pata trasera y acabar descansando sobre sus cuatro patas delanteras.
Algo salió mal en la maniobra para que la nave quedara mal orientada, pero al menos desplegó con éxito dos pequeños robots (LEV-1 y LEV-2) antes de posarse en el suelo. La señal de LEV-1, que actuaba a la vez como retransmisor de LEV-2, fue detectada desde la Tierra, pero JAXA aún no ha dado detalles sobre su breve operación en suelo lunar. LEV-1 debía moverse dando saltos como un saltamontes, mientras que LEV-2 tenía capacidad de rodar.
El objetivo técnico de SLIM era el aterrizaje preciso mediante reconocimiento de imágenes y LIDAR. Su objetivo científico era investigar la presencia de un mineral llamado olivino en el manto lunar, lo que podría ofrecer pruebas de que la Luna fue parte de la Tierra hace mucho tiempo.
El semiéxito japonés contrasta con los tres alunizajes recientes de China, pero Japón y la India preparan una misión conjunta llamada LUPEX para rivalizar con la misión china Chang'e-7. Está previsto que LUPEX aterrice en el polo sur lunar en 2026 con el objetivo de buscar hielo de agua.
Imagen | JAXA
En Xataka | Japón ha declarado exitoso su primer aterrizaje en la Luna, pero la nave SLIM tiene un serio problema
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