Lo que nos contó Alfonso Cuarón en su estupenda «Gravity» hace dos años ha estado a punto de ocurrir en la vida real. Si aún no has visto esta película quizás prefieras no leer este post para no conocer nada acerca de su trama. O quizás sí, porque, al fin y al cabo, lo que sucedió a la tripulación de la Estación Espacial Internacional ayer mismo es esencialmente la misma situación que plantea el punto de partida de esta película.
Lo sorprendente es que la tripulación se ha visto obligada a sellar los habitáculos de la Estación Espacial y a evacuarla porque un fragmento de un antiguo satélite ruso amenazaba con colisionar con ella. En el espacio hay pocos lugares a los que huir, así que dedieron hacer lo más prudente en esta situación: aislarse en el interior de una nave Soyuz para salir «pitando» de allí si finalmente el riesgo de impacto era realmente alto.
Los riesgos de la basura espacial
La basura espacial es una de las amenazas más acuciantes de cuantas ponen en peligro no solo a la Estación Espacial Internacional y su tripulación, sino también a las naves que transportan a los astronautas y el equipo al espacio, y también a los satélites en activo. Orbitando alrededor de la Tierra hay miles de fragmentos pequeños y grandes de antiguos satélites, por lo que realmente son objetos que nosotros hemos colocado en el espacio. La Estación Espacial está preparada para soportar algunos impactos en ciertas zonas, pero el problema es que incluso los fragmentos de muy baja masa son un peligro potencial muy grande porque se desplazan por el espacio a una velocidad enorme, y, por tanto, con mucha energía.
Esto significa que un fragmento de basura espacial relativamente pequeño puede provocar un destrozo enorme si impacta contra la Estación Espacial, poniendo en peligro la vida de los astronautas y ocasionando la pérdida de equipos carísimos. Curiosamente, esto no es la primera vez que pasa. De hecho, la tripulación se ha visto obligada a evacuar las instalaciones y refugiarse en una nave Soyuz en otras ocasiones como medida preventiva.
Cuando las agencias espaciales son capaces de detectar la amenaza de algún fragmento de basura espacial con la suficiente anticipación lo que suelen hacer es modificar la trayectoria de la Estación Espacial Internacional para evitar el impacto. Pero en algunas ocasiones no hay margen para llevar a cabo esta maniobra, que es lo que ha sucedido esta vez. La solución más eficaz a este problema requiere que encontremos la forma de retirar del espacio toda esa basura, o, al menos, tanta como sea posible. De hecho, ya hay investigadores trabajando en ello y opciones interesantes encima de la mesa, aunque parece que aún queda mucho por hacer. Afortunadamente, esta vez ha quedado solo en un susto, pero esperemos que pronto encuentren una solución eficaz a este problema.
Imagen | Salopian James
Vía | Wired
Más información | NASA
En Xataka | Esta web demuestra que hay más basura espacial y satélites orbitando la Tierra de los que piensas
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